A 55 kilómetros de Lourdes y en pleno Parque Nacional de los Pirineos, en el departamento francés de Hautes-Pyrénées, se encuentra una de las maravillas naturales más impresionantes y conmovedoras de Europa. Hautes-Pyrénées incluye también enclaves de singular belleza como la reserva de Néouvielle, famosa por sus lagos de montaña engarzados entre bosques y picos nevados; las cascadas de Pont d’Espagne junto al Vignemale o el excelente mirador de Pic du Midi de Bigorre, sin duda el espacio museográfico más alto del continente… Pero a nuestro parecer, todo se queda corto frente a la grandiosidad del circo de Gavarnie, verdadero altar a lo sublime que en 1997 fue declarado con todo merecimiento Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Prados y cascada en invierno. Autor: Mathieu Legros
La entrada al pueblo de Gavarnie. Autor: Drumsara
Pastos de verano junto a la población. Autor: Paulo Valdivieso
Mar de nubes en Gavarnie. Autor: Petitonnerre
Imaginen por un momento un boscoso valle enclavado entre alturas deslumbrantes, justo al otro lado de la frontera española. Prados, masas de hayas y de abetos de sabiduría centenaria, granjas desperdigadas en las alturas, subiendo más y más en escalones de un verdor imposible hasta los primeros lienzos de roca virgen, neblinosa, veteada por cientos de cortinas de agua de deshielo procedentes de los glaciares. Y de repente, tras volver un recodo del camino, aparece para grabarse en la retina de forma indeleble: es Gavarnie. El valle perfecto. La definición más acabada, más irreprochable y definitiva de lo que cualquiera en su sano juicio entendería por un paraíso de montaña.
Circo de Gavarnie. El rey del Mundo. Autor: David Domingo
Otoño en el valle. Autor: TarValanion
Escaleras hacia el cielo. Autor: Cletus Awreetus
Flores en las rocas. Autor: Francisco Antunes
La muralla de roca de Gavarnie se eleva 1500 metros desde el fondo del valle hasta las cimas que coronan este impresionante escenario natural. El Gran Astazu, el Pico Taillón o el Marboré, éste último con 3248 metros de altura, son sin duda los guardianes perfectos para custodiarla. Se trata de un circo de origen glaciar creado durante el Pleistoceno, cuando media Europa estaba cubierta de hielo, y los pliegues alpinos del Pirineo o los Alpes fueron cortados a cuchillo para formar estos desniveles de vértigo con forma de anfiteatro. Aquí existen pequeños lagos virginales escondidos entre las cumbres, espejos solo perturbados por el galope de las tormentas o la caricia imperceptible del silencio. Y las corrientes derretidas de los glaciares se trenzan para alimentar más abajo la que se considera como la cascada más alta de Europa, un salto prodigioso de agua pulverizada de más de 400 metros de altura.
Un descanso en plena ruta. Autor: Guillaume Baviere
Espectacular vista de la cascada de Gavarnie. Autor: Ekuinos
Río y cascada en el circo glaciar. Autor: Nicolas Bayou
Espectacular vista de la Brecha de Roland. Autor: Guillaume Baviere
Para los más aventureros, las paredes teóricamente inaccesibles de Gavarnie pueden salvarse gracias a un paso al límite, verdadera creación tolkieniana que los lugareños denominan escaleras de Serradets y que ataja aprovechando las fracturas de la roca para dirigirse a la Brecha de Rolando. Un paisaje, el de la Brecha, que supera todo intento de la imaginación por concebirlo. A 2800 metros de altura, en mitad de la nada, los vientos de las cumbres arrecian con fuerza y se encajonan por este inmenso tajo en la roca amortajado de nieves perpetuas sobre su cara norte, y que con sus 40 metros de ancho y 100 metros de altura constituye el paso más elevado para dirigirse a España y al conocido valle de Ordesa.
Vistas sobre Gavarnie. Al fondo, el inicio de la cascada. Autor: Guillaume Pomente
El refugio de Serradets. Autor: Francisco Antunes
Otra vista de la cabecera del valle. Autor: Cletus Awreetus
El típico paseo en burro por el valle de Gavarnie. Autor: Reuben Cleetus
La leyenda afirma que el héroe de las gestas de Carlomagno, Rolando, habiendo sido derrotado por las tribus vascas en la batalla de Roncesvalles y huyendo de la persecución a que se vio sometido, llegó hasta este paraje desolador, cubierto de rocas y hielo, por lo que le fue imposible proseguir su camino hasta Francia. Viéndose acorralado y para evitar que su espada Durandarte cayera en manos enemigas, la arrojó fuertemente contra la roca antes de morir provocando esta profunda hendidura, que hoy constituye un centro de peregrinación de numerosos montañeros y alpinistas llegados de toda Europa.
La brecha de Roland. Al pie, algunas personas. Autor: Cotitoo
Otra vista del mar de nubes sobre Gavarnie. Autor: Damien.be
La soledad del montañero. Autor: Francisco Antunes
Niebla y misterio sobre la Brecha. Al pie, dos montañeros. Autor: Stevemonty
Les invitamos, pues, a realizar este recorrido fotográfico por el valle y sus enclaves geológicos más emblemáticos, sabedores de que la calidad de las imágenes no les defraudará. Destino ideal para el fotógrafo, el montañero o simplemente el amante de lo idílico, estamos además convencidos de que cualquiera que sea su caso no demorarán por mucho tiempo una visita obligada a este paraíso pirenaico. Gavarnie merece la pena, está enclavado en un valle con una importante oferta hostelera y por si fuera poco se encuentra muy cerca de España. Por otro lado, cualquier montañero sabe que nunca hay que desaprovechar una visita a estos valles durante la estación otoñal, cuando los días se hacen más cortos y la hoja muda de color, de modo que si no han planeado nada para este mes de octubre… quizás el país de la Brecha divina sea su destino más acertado.
El paso de la Brecha. Autor: Benoit Dandonneau
5 comentarios en “Valle de Gavarnie. En el país de la Brecha divina”
Splendide et bravo au photographe.Magnifique!
Gracias, Marc. El valle de Gavarnie se merece ésto y mucho más!! Saludos!
Es impresionante muy HERMOSO.
Quede sin palabras…
Gracias por tu comentario, Mel. Si conoces Gavarnie, sabrás que todo lo que se dice en el reportaje se queda corto frente a la grandiosidad de ese paisaje. Cuando yo estuve allí por primera vez, también me quedé sin palabras… Un saludo y feliz día!!!
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