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¿Eres de Brandy o de Cognac?

El brandy y el coñac son dos bebidas elaboradas a base de vino y excepcionales para nuestro paladar


La gran mayoría de consumidores no saben distinguir un licor del otro. Para ayudarte en esta tarea, hoy te enseñamos sus principales diferencias.
El brandy y el coñac son dos bebidas destiladas y aunque existe la falsa creencia de que son la misma bebida, o que el brandy es una versión más económica del coñac, lo cierto es que existen ciertas diferencias, tanto en su proceso de producción y lugar de elaboración como en su sabor y su aroma. Las dos bebidas se elaboran con vino y la mayor parte de los consumidores no saben diferenciar uno de otro, pero los auténticos amantes de uno y otro sí. Ciertamente ninguno es mejor que otro, ya que ambas son buenas bebidas de larga historia y tradición. En cualquier caso, lo que si tenemos claro es que la forma correcta de beberlas es a temperatura ambiente, dejando que el destilado se caliente ligeramente en la copa antes de consumirlo para que los aromas sean mucho más pronunciados y podamos apreciarlos claramente.

ORIGEN

El brandy (se piensa que deriva del término “brandenwijn”, que significa vino quemado) tiene un origen más antiguo que el coñac. Se elaboró por primera vez en Italia en el siglo X, popularizándose en Europa en el siglo XIV, especialmente en Francia, Inglaterra, Holanda y España. En cambio, el coñac aparece en el siglo XVIII cuando los viticultores franceses decidieron transformar su vino en aguardiente envejeciéndolo en toneles durante varios años.


Un buen brandy, servido solo, en copa de balón de cristal fino, proporciona agradables sobremesas, que propician la conversación relajada


PROCESO DE ELABORACION

El brandy es una bebida elaborada a base de vino de diferentes tipos de uva, mientras que el coñac es un tipo de brandy que se elabora también a base de vino, pero en este caso de cepas blancas de la región francesa de Cognac.
Aunque la forma de obtención de ambos destilados es muy similar hasta la fase de crianza, en el brandy se realiza mediante criaderas y soleras (barriles de roble americano apilados en diferentes niveles por edad) que posteriormente se mezclan por distintos niveles de envejecimiento; y en el coñac la destilación se lleva a cabo dos veces en alambiques de cobre de tipo Charente y se envejece en barriles de roble francés y antes de ser embotellado se mezclan distintas añadas, poniendo en la etiqueta la edad del aguardiente de menor edad utilizado. Por supuesto las barricas no pueden haber contenido ninguna bebida que no sea coñac. Además, la caliza del suelo contribuye a la calidad del coñac.

Además cada tipo de brandy y de coñac se diferencian por su tiempo de envejecimiento. En realidad es imposible decidir cuál de estas dos bebidas es mejor, ya que existen brandys mejores y más finos que muchos coñacs y viceversa. Existen aquellos que prefieren los brandys españoles porque puede percibirse un poco más ácido por la uva que se utiliza en su elaboración. Aunque obviamente un coñac de alta calidad y más años de envejecimiento siempre será mejor que un brandy de menos años. Pero si descartamos estas obviedades, la preferencia depende del paladar y del gusto de cada uno.


Peinado, Casajuana y Destilerías Altosa de Tomelloso producen algunos de los mejores destilados, aguardientes y brandies del mercado


DENOMINACION DE ORIGEN

Esta es una de las mayores diferencias entre ambos. Solamente los destilados elaborados en Cognac (Francia) pueden ser llamados Coñac. Nombre protegido con denominación de origen controlada desde el año 1909 del mismo modo que ocurre con el Champagne y el Cava. Cognac es una región de Francia situada a 465 kilómetros de la capital parisina y a 120 kilómetros al norte de Burdeos. La zona posee alrededor de 15.000 viñedos especializados en el cultivo de uvas blancas que maduran lentamente y que producen un vino ácido bajo en alcohol. Este tipo de uva también ofrece los ingredientes en crudo para hacer un tipo más fino de brandy.
El BNIC (Bureau National Interprofessionel du Cognac) establece las reglas para la denominación, de manera que incluso si el destilado es elaborado en otra zona con los mismos ingredientes y procesos no puede ser considerado coñac. Estas reglas rigen las líneas de actuación desde su producción hasta su comercialización, que preserva la identidad de esta bebida. Sin embargo, a día de hoy existe una gran confusión y polémica, ya que hay muchos coñacs elaborados fuera de Francia que se fabrican con los mismos procedimientos pero que no pueden ser llamados con este nombre.
En España por ejemplo tenemos la Denominación de Origen Brandy de Jerez que certifica la calidad y excelencia del brandy que se elabora en las localidades que se encuentran bajo esta denominación que son el Puerto de Santa María, Jerez de la Frontera y Sanlúcar de Barrameda. No obstante, al igual que ocurre con el coñac, este aguardiente se elabora también en muchos lugares. Por ejemplo el famoso pisco peruano es un tipo de brandy elaborado con vino fermentado con uvas específicas de la región, pero no puede tener denominación de origen como Brandy de Jerez.


Curiosamente, empresas jerezanas como Osborne, Pedro Domecq y González Byass producen gran parte de su brandy en Tomelloso, Ciudad – Real


SABOR

El sabor es otra de las grandes diferencias entre el coñac y el brandy. No hace falta ser un experto para darse cuenta de ello y de que existen pequeñas diferencias también en sus aromas y colores. El envejecimiento permite que se desarrollen de manera natural una serie de reacciones que confieren cualidades distintas en el color, el aroma y el sabor de cada uno de ellos que los aguardientes por sí solos no tienen. De esta forma, un envejecimiento prolongado suaviza el paso de los aguardientes por el paladar. Lo que es evidente es que tanto el brandy como el coñac son dos bebidas magníficas llenas de historia y tradición que podemos disfrutar tanto después del café o con él o reservarlo para una ocasión especial. La tradición de ambas como bebida de categoría, su agradable sabor, su perdurabilidad de aromas y su versatilidad para ser combinados es lo que las hace únicas.


Un artículo de sabersabor.es ©


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La Alemania más romántica. Víctor Hugo y el sueño del viejo Rin

La Alemania más romántica. Víctor Hugo y el sueño del viejo Rin

El Rin es algo más que un río. Dotado de una personalidad tenaz e impredecible, su carácter cambia a lo largo de su recorrido como el propio clima del norte de Europa: impetuoso en su juventud al salvar los Alpes suizos donde nace y recorre en rápido viaje los tramos iniciales; bello escenario de leyendas hacia su curso central, hoy enclavado en estado federal de Renania-Palatinado; inmenso en las proximidades del Mar del Norte, el mar de los frisones, donde desemboca cerca de Rotterdam formando un delta común con el río Mosa. También su historia ha tejido un complejo laberinto de interpretaciones, ya que mientras que para los germanos era simplemente el Vater Rhein (Padre Rin), se dice que Homero no dio crédito a los informes que hasta él llegaban y negó repetidas veces su existencia. Por otra parte, los comerciantes que remontaban el Ródano desde Marsella hablaban de un curso de agua en el sombrío país de los cimerios, donde llovía sin cesar y no se veía jamás el sol, de modo que en opinión de Virgilio el Rin no era el río desconocido sino el río helado (Frigora Rheni). Fue a partir del siglo XVII cuando su estampa cambia radicalmente, hasta el punto de que Shakespeare se refiere a él como el bello Rin, mientras que en el XIX alcanza su cénit y llega a servir de reclamo a numerosos europeos y norteamericanos acaudalados. Era sin duda la excursión de moda, y los cruceros se prodigaban entre Maguncia y Coblenza para dar servicio a los distinguidos inquilinos de balnearios como Ems y Baden, en Alemania, o el de Spa en Bélgica.

2. Andernach. Boceto de Clarkson Stanfield. 1833. Autor, Ayacata7

                                           Andernach. Boceto de Clarkson Stanfield. 1833. Autor: Ayacata7

Es esta última visión la que nos hemos permitido revivir en el siguiente post, pues durante tres viajes sucesivos, realizados en 1838, 1839 y 1840, Víctor Hugo, uno de los mayores exponentes de la literatura, la política y la cultura francesas del siglo XIX y autor de la inmortal “Los Miserables”, recorrió el Rin más romántico, poético y evocador que la historia ha conocido jamás. De su pluma nacieron algunos de los pasajes más bellos que se han escrito sobre este curso de agua, pilar y arteria económica de Europa durante más de un milenio; un paisaje donde se combinan en perfecta armonía la naturaleza más esplendorosa, las viñas y campiñas de idílico aspecto, los desfiladeros, las aguas salvajes y las calmas, los castillos sombríos y un sinfín de aldeas y ciudades de nombre impronunciable, pero que parecen sacadas verdaderamente de uno de esos cuentos sin edad de los Hermanos Grimm.

Les invitamos, por tanto, a dejarse llevar por la siguiente procesión de imágenes sobre la Alemania más poética, la del viejo Rin, y a hacerlo acompañados de las impresiones que hace ya casi dos siglos le inspiraron al que quizás sea el mejor representante universal del periodo Romántico. Si gustan de la buena literatura, seguro que su prosa y su visión del Vater Rhein germano les sorprenderá favorablemente…

3. Aguas bravas en el Alto Rin. Schaffhausen, en Suiza. Autor, Mark Tomlinson

                                Aguas bravas en el Alto Rin. Schaffhausen, en Suiza. Autor: Mark Tomlinson

4. Casas típicas en el casco antiguo de Maguncia. Autor, Fixeche

                                            Casas típicas en el casco antiguo de Maguncia. Autor: Fixeche

5. Bingen y puente sobre el Rin. Boceto de Clakson Standfield. 1833. Autor, Ayacata7

                            Bingen y puente sobre el Rin. Boceto de Clakson Standfield. 1833. Autor: Ayacata7

6. Castillo entre la niebla junto al Rin. Sooneck. Autor, Doc(q)man

                                                       Castillo entre la niebla. Sooneck. Autor: Doc(q)man

7. Castillo de Stahleck. Autor, Dfb

                                                                     Castillo de Stahleck. Autor: Dfb

 

“La tarde era de una suavidad deliciosa; la naturaleza entraba en esa calma que precede a su sueño. Algunas aguzanieves se acercaban a beber en el río para luego ir a refugiarse entre los mimbrales; sobre los campos de tabaco veía yo pasar, por senderos estrechos, carretas tiradas de bueyes y cargadas de esa toba basáltica con la que Holanda construye sus diques. Cerca de mi estaba amarrado un transbordador de Leutersford que exhibía en su proa el austero y dulce nombre de Pius. Al otro lado del Rin, al pie de una larga y sombría colina, trece caballos remolcaban lentamente otro barco que los ayudaba con sus dos grandes velas triangulares desplegadas al viento de la tarde. El paso mesurado del tiro, el ruido de los cascabeles y el chasquido de los látigos llegaban hasta mí. Una blanca ciudad se perdía a lo lejos entre la bruma; y en lontananza, hacia oriente, en el límite extremo del horizonte, la luna llena, roja y redonda como el ojo de un cíclope, aparecía entre los párpados de dos nubes al frente del cielo”.

8. Ehrenbreintstein junto al Rin. Boceto de Clarkson Stanfield. 1833. Autor, Ayacata7

                           Ehrenbreintstein, junto al Rin. Boceto de Clarkson Stanfield. 1833. Autor: Ayacata7

9. La plaza del Mercado, en Maguncia. Autor, Fixeche

                                                    La plaza del Mercado, en Maguncia. Autor: Fixeche

10. La catedral de Maguncia. Autor, Fixeche

                                                              La catedral de Maguncia. Autor: Fixeche

11. Climatología cambiante. El Rin en Lieversberg. Autor, Jwmb2011

                                         Climatología cambiante. El Rin en Lieversberg. Autor: Jwmb2011

12. Majestuosas ruinas de un castillo del Rin. El Drachenfels. Boceto de Clarkson Stanfield. 1833. Autor, Ayacata7

      Majestuosas ruinas de un castillo del Rin. El Drachenfels. Boceto de Clarkson Stanfield. 1833. Autor: Ayacata7

 

“Estas hermosas ciudades y estos encantadores pueblos se mezclan con una naturaleza de lo más salvaje. Las nieblas se arrastran por los barrancos; los nubarrones, enganchados a las colinas, parecen dudar y elegir el viento; sombríos bosques druídicos se pierden entre las montañas en lejanías violetas; grandes aves de presa planean bajo un cielo caprichoso que participa de los dos climas que el Rin separa: tan pronto resplandeciente de sol como un cielo de Italia, tan pronto ensombrecido por las brumas rojizas como un cielo de Groenlandia”.

 

13. Marksburg, junto al Rin. Autor, Polybert49

                                                             Marksburg, junto al Rin. Autor: Polybert49

14. Atardecer en el río Rin, cerca de Bonn. Autor, Julia Janben

                                                   Atardecer en el río, cerca de Bonn. Autor: Julia Janben

15. Francfort y río Meno, afluente del Rin. Boceto de Clarkson Standfield. 1833. Autor, Ayacata7

                   Francfort y río Meno, afluente del Rin. Boceto de Clarkson Standfield. 1833. Autor: Ayacata7

16. Fuegos artificiales en el Rin, entre Spay y Coblenza. Autor, Mlufotos

                                       Fuegos artificiales en el Rin, entre Spay y Coblenza. Autor: Mlufotos

17. Gutenfels, cerca de Kaub. Renania-Palatinado. Autor, RescueAnn85

                                       Gutenfels, cerca de Kaub. Renania-Palatinado. Autor: RescueAnn85

 

“Sentarse en lo alto del Klopp, hacia la hora en que el sol se pone y contemplar la ciudad (Bingen) a los pies de uno con el inmenso horizonte rodeándole; ver oscurecer los montes, humear los tejados, alargarse las sombras y los versos de Virgilio vivir en el paisaje; aspirar en un mismo soplo el viento de los árboles, el hálito del río, la brisa de las montañas y la respiración de la ciudad, cuando el aire es tibio, la estación suave, el día hermoso, es una sensación íntima, exquisita, inefable, llena de pequeños goces secretos velados por la grandeza del espectáculo y la hondura de la contemplación. En las ventanas de las buhardillas, las muchachas cantan puestos los ojos en su labor; los pájaros gorjean alegremente entre la hierba de las ruinas, las calles hormiguean de gente, que hace ruido a trabajo y felicidad; las embarcaciones se cruzan en el Rin, se oyen los remos cortar el agua, se ve el crepitar de las velas; las palomas vuelan en torno a la iglesia; el río espejea, el cielo empalidece; un rayo de sol horizontal enciende en lontananza el polvo que se levanta sobre el camino ducal de Rudesheim a Biberich y hace reverberar a las veloces calesas, que parecen huir en una nube de oro, tiradas por cuatro estrellas. Las lavanderas del Rin tienden la colada en los matorrales; las lavanderas del Nahe la baten, van y vienen con las piernas al aire y los pies mojados sobre las balsas hechas con troncos de pino y amarradas al borde del agua, y ríen de algún turista que dibuja al Ehrenfels. La torre de las Ratas, presente y en pie en medio de tanta alegría, humea a la sombra de las montañas”.

 

18. El Rin y la ciudad de Colonia. Boceto de Clarkson Stanfield. 1833. Autor, Ayacata7

                           El Rin y la ciudad de Colonia. Boceto de Clarkson Stanfield. 1833. Autor: Ayacata7

19. Idílica imagen del Lago Constanza, donde desemboca el Rin en su curso alto. Autor, Rob-Wei

                  Idílica imagen del Lago Constanza, donde desemboca el Rin en su curso alto. Autor: Rob-Wei

20. El castillo de Eltz. Autor, Estebanl

                                                                      El castillo de Eltz. Autor: Estebanl

21. El Rin a su paso por Coblenza. Grabado de Jouvet Furne. 1873-77. Autor, El Bibliomata

                      El Rin a su paso por Coblenza. Grabado de Jouvet Furne. 1873-77. Autor: El Bibliomata

22. El Rin y Coblenza. Autor, Filippo

                                                         Estampa actual del río y Coblenza. Autor: Filippo

23. Hermoso castillo a orillas del Rin. Oberwesel. Autor, Michael.Berlin

                                        Hermoso castillo a orillas del Rin. Oberwesel. Autor: Michael.Berlin

 

“Los viejos castillos de las orillas del Rin, hitos colosales puestos por el feudalismo sobre su río, llenan de ensueño el paisaje. Muchos testigos de un tiempo ya ido, han asistido a los hechos, enmarcado las escenas, escuchado las palabras. Allí están como los bastidores eternos del sombrío drama que se representa en el Rin desde hace más de diez siglos (…). Hoy, melancólicos cuando llega la noche y la luna reviste sus espectros con un blanco sudario, más melancólicos, si cabe, a pleno sol, llenos de gloria, de fama, de nada, de hastío, roídos por el tiempo, minados por los hombres, volcando sobre los viñedos de las laderas una sombra que disminuye de año en año, dejan desmoronarse el pasado, piedra a piedra en el Rin y fecha a fecha en el olvido”.

 

24. El Neckar, afluente del Rin, a su paso por la ciudad de Heidelberg. Grabado de Jouvet Furne. 1873-77. Autor, El Bibliomata

El Neckar, afluente del Rin, a su paso por la ciudad de Heidelberg. Grabado de Jouvet Furne. 1873-77. Autor: El Bibliomata

25. Stein am Rhein, en el cantón suizo de Schaffhausen.

                                                     Stein am Rhein, en el cantón suizo de Schaffhausen.

26. Melancólico Rin. Blankenhornsberg. Autor, Chekobero

                                                   Melancólico Rin. Blankenhornsberg. Autor: Chekobero

27. Otra vista Heidelberg y el río Neckar, afluente del Rin. Boceto de Clarkson Stanfield. 1833. Autor, Ayacata7

                     Otra vista Heidelberg y el río Neckar. Boceto de Clarkson Stanfield. 1833. Autor: Ayacata7

28. Rüdesheim am Rhein, en la región alemana de Hesse. Autor, Analox - Admiré

                                 Rüdesheim am Rhein, en la región alemana de Hesse. Autor: Analox – Admiré

 

“El sol se oculta, el atardecer llega, cae la noche, los tejados de la ciudad forman uno solo; los montes se funden en un único montón de tinieblas donde se hunde y se pierde la gran claridad blanca del Rin. Brumas de gasa ascienden lentamente del horizonte al cénit. El pequeño Dampfschiff (vapor) de Maguncia a Bingen acaba de situarse en el lugar que ocupa durante la noche en el muelle, frente por frente del hotel Victoria; las lavanderas, con sus ríos de ropa en la cabeza vuelven a casa por las hondonadas; los ruidos se apagan, callan las voces; un último resplandor rosa, que se parece al reflejo del otro mundo sobre el rostro lívido de un moribundo, colorea todavía durante algún tiempo, en la cima de su peña, el Ehrenfels, pálido, decrépito y descarnado. Después se desvanece y entonces parece como si la torre de Hatto, que pasaba casi desapercibida dos horas antes, aumentase de tamaño y se apoderase del paisaje. El humo que despedía durante el día era oscuro; ahora, poco a poco, con los reflejos de la fragua se había vuelto rojo, y como el alma de un malvado que se venga, se hacía cada vez más luminoso a medida que el cielo se iba ennegreciendo”.

Todas las citas literarias se han extraído de la obra “El Rin”. Victor Hugo
Ediciones Laertes, 1995

 

29. Noviembre en el valle del Rin. Braubach. Autor, Kismihok

                                                 Noviembre en el valle del Rin. Braubach. Autor: Kismihok

30. Rotterdam, en los Países Bajos, junto al Rin. Boceto de Clarkson Stanfield. 1833. Autor, Ayacata7

                          Rotterdam, en los Países Bajos. Boceto de Clarkson Stanfield. 1833. Autor: Ayacata7

31. Uno de los muchos castillos del Rin. Renania-Palatinado. Autor, Lassi.Kurkijarvi

                             Uno de los muchos castillos del Rin. Renania-Palatinado. Autor: Lassi.Kurkijarvi

32. Rin en Mainz-Bingen. Renania-Palatinado. Autor, Frans16611

                                             El río en Mainz-Bingen. Renania-Palatinado. Autor: Frans16611

33. Paisaje del delta del Rin, en el Mar del Norte. Boceto de Clarkson Stanfield. 1833. Autor, Ayacata7

               Paisaje del delta del Rin, en el Mar del Norte. Boceto de Clarkson Stanfield. 1833. Autor: Ayacata7

34. Puesta de sol en el río Rin. Autor, Keyate

                                                     Puesta de sol sobre las aguas del río. Autor: Keyate

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La Serenissima del Mar del Norte, Un paseo por los canales de Ámsterdam

La Serenissima del Mar del Norte, Un paseo por los canales de Ámsterdam

Cuando un puñado de granjeros y pescadores llegaron a la zona en el siglo XIII navegando por el río Amstel hasta su desembocadura, nadie imaginó que de aquel viaje surgiría una de las ciudades más atractivas y cosmopolitas del mundo: Ámsterdam, la Venecia del Norte. Hoy la ciudad cuenta con más de 750.000 habitantes y es uno de los hitos del turismo europeo y mundial, que recala en la capital de los tulipanes para deleitarse con su despliegue de canales, sus mercados al aire libre, las casas señoriales del siglo de Oro holandés y también, por qué no decirlo, con el humo embriagador del cannabis en los célebres coffeeshops del casco antiguo, los locales autorizados para el consumo de drogas blandas.

En el siguiente post les invitamos a un paseo visual y descriptivo por el Ámsterdam más turístico, pero también por el menos conocido. Un paseo por sus puentes, por sus barrios y sus tiendas, un viaje en busca del espíritu que ha animado desde sus comienzos a esta ciudad asomada al frío Mar del Norte, y que durante más de un siglo lideró junto a países como España e Inglaterra las vías comerciales de los cinco continentes. Asomarse a Ámsterdam merece la pena, esperamos sinceramente que lo disfruten…

2. Ámsterdam, la Venecia del norte. Autor, Guillermo Ramírez

                                                Ámsterdam, la Venecia del norte. Autor: Guillermo Ramírez

3. Calles estrechas en Ámsterdam, un día de septiembre. Autor, Moyan Breen

                                   Calles estrechas de Ámsterdam en un día de septiembre. Autor: Moyan Breen

4. Barrio de Joordan. Autor, JenniKate Wallace

                            Barrio de Joordan, el antiguo distrito de la clase obrera. Autor: JenniKate Wallace

5. Edificios en El Patio de las Beguinas (Begijnhof), del siglo XIV. Autor, Dirkjankraan

                               Edificios en El Patio de las Beguinas (Begijnhof), del siglo XIV. Autor: Dirkjankraan

1. Ámsterdam (que proviene de Ámsteler-damme o “dique de Ámstel”, junto al cual se construyó el primer asentamiento) es una ciudad tremendamente viva y cosmopolita. Entre las atracciones más llamativas para el viajero que recala allí por primera vez se encuentran los museos, muchos de ellos preparados para ofrecer multitud de actividades dirigidas especialmente los más pequeños; las playas de Zandvoort, Wijk aan Zee, Bloemendaal y Noordwijk tienen un carácter muy peculiar y ofrecen diversas ofertas deportivas y de ocio, así como platos tradicionales costeros en sus restaurantes que merece la pena degustar con calma; la ciudad atesora además el zoo más antiguo de Europa, y a solo unos cuantos km hacia el exterior es posible encontrar los verdes y amplios espacios de la campiña holandesa repletos de molinos, como Zaanse Schans, un museo al aire libre donde el viajero puede sentirse como si hubiese sido transportado en el tiempo… Si lo que desea es recorrer la ciudad sin las consabidas marchas kilométricas, que a menudo terminan en el hotel con los pies doloridos y sumergidos en agua caliente, no está de más saber que Ámsterdam es la capital mundial de la cultura de la bicicleta y que no puede permitirse el lujo de encontrarse allí y rechazar un paseo en este comodísimo y útil medio de transporte. La mayoría de las calles tienen carriles-bici y puede aparcarse sin problemas en casi cualquier sitio. Claro que en ese caso es mejor no olvidar ni el aspecto de su vehículo ni el lugar elegido, puesto que los últimos censos dan para la ciudad un total de 700.000 ciclistas (el 94% de la población) y más de 7 millones de bicicletas. Además, y según un estudio reciente, cada año desaparecen unas 80.000 en pleno casco urbano, de las cuales la tercera parte acaba misteriosamente en el fondo de algún canal…

6. Rijsksmuseum de Ámsterdam. Autor, Burns!

                                                    Rijsksmuseum de Ámsterdam. Autor: Burns!

7. Biblioteca en el Rijksmuseum. Autor, Ton Nolles

                                                Biblioteca en el Rijksmuseum. Autor: Ton Nolles

8. Bicicletas en la ciudad, el mejor medio de transporte. Autor, Jorge Royan

                                    Bicicletas por la ciudad, el mejor medio de transporte. Autor: Jorge Royan

9. Molinos de viento en Zaanse Schanz, a 10 km de Ámsterdam. Autor, Tania Caruso

                                 Molinos de viento en Zaanse Schanz, a 10 km de Ámsterdam. Autor, Tania Caruso

2. Ámsterdam fue originalmente una ciudad comercial y pesquera, con el arenque como producto principal de exportación, y a principios del siglo XVI disponía ya de una red de canales y presas para controlar el nivel del río y de las mareas, de gran envergadura en las aguas del Mar del Norte. Tras las sangrientas luchas contra los ejércitos españoles, Ámsterdam inició una edad dorada con el establecimiento de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, gracias a la cual arribaban todos los años a la ciudad cientos de barcos cargados de riquezas y productos procedentes de todos los rincones del mundo: África del Sur, Ceilán, Indonesia, norte de Brasil… En el siglo XVII prosperaron los astilleros para fabricar barcos; infinidad de molinos que procesaban materias primas, y por supuesto los edificios suntuosos de la nueva clase burguesa, hoy todavía admirables en el llamado Gouden Bocht (Bucle de Oro) en torno al primer canal (las casas obreras, en cambio, ocupaban el barrio Jordaan de la periferia).

Desafortunadamente la prosperidad no duró mucho, y tras las guerras con Inglaterra por la hegemonía de los mares, y sobre todo con las disputas con Prusia y la «tutela» del país a cargo del ejército de Napoleón, el declive económico se hizo acelerado y llegó a temerse que no tuviera fin. La ocupación de Holanda por las tropas alemanas en 1940 constituyó por otro lado el fondo de una vorágine de terror, un calvario económico y humano sin precedentes que tuvo su máxima expresión en las deportaciones de decenas de miles de judíos hacia los campos de concentración y de exterminio nazis ubicados en media Europa. La historia de Ana Frank, cuya casa puede visitarse hoy como museo, es sin duda el caso más conocido…

10. Otra vista de los molinos de Zaanse Schans. Autor, Johan Wieland

                                    Otra vista de los molinos de Zaanse Schans. Autor: Johan Wieland

11. Palacio Real en Ámsterdam, en la plaza Dam. Autor, Vgm8383

                                      Palacio Real en Ámsterdam, en la plaza Dam. Autor: Vgm8383

12. La casa del señor Tripp, la más ancha de la ciudad. Autor, Jan

                                      La casa del señor Tripp, la más ancha de la ciudad. Autor: Jan

13. La casa del cochero del señor Tripp, la más estrecha de Ámsterdam. Justo en frente de la anterior. Autor, HenkLiu

    La casa del cochero del señor Tripp, la más estrecha de Ámsterdam. Justo enfrente de la anterior. Autor: HenkLiu

3. Como reminiscencia de su pasado comercial, los mercados de Ámsterdam siguen siendo uno de los lugares turísticos más atractivos de la ciudad. Entre ellos no hay que perderse el Albert Cuyp, considerado el mayor al aire libre de Europa con sus más de 300 puestos a lo largo de más de 1 km de recorrido. El Dappermarkt está reconocido por National Geographic como el 8º del ranking mundial de los mejores mercadillos del mundo, solo por detrás de algunos tan impresionantes como el “Grand Bazaar” de Estambul o el “Mercado nocturno de Patpong”, en Bangkok, Thailandia. Pero si lo que quieren es encontrar artículos únicos, existen infinidad de mercados monográficos en Ámsterdam para todos los gustos: en Looier abundan las antigüedades y los objetos de coleccionista; para los amantes de los libros se encuentra Oudemanhuisport, que atesora también grabados o partituras musicales del siglo XIX; y si su pasión son las flores, no puede olvidar acercarse al maravilloso mercado de flores flotante de Ámsterdam, el Bloemenmarkt, con decenas de barcazas-floristerías abiertas al público e instaladas permanentemente sobre las aguas de un canal…

14. Albert Cuyp markt, el mayor mercado al aire libre de Europa. Autor, Shirley de Jong

                      Albert Cuyp markt, el mayor mercado al aire libre de Europa. Autor: Shirley de Jong

15. Detalle del Mercado de flores flotante en la ciudad. Autor, Antoon's Foobar

                  Detalle del Mercado de flores flotante en la ciudad. Autor: Antoon’s Foobar

16. Canal Prinsengracht. A la izquierda, justo antes de la torre, la famosa casa de Ana Frank. Autor, Moyan Brenn

     Canal Prinsengracht. A la izquierda, justo antes de la torre, la famosa casa de Ana Frank. Autor: Moyan Brenn

17. Jardines del museo Geelvinck, ubicados en una lujosa casa del siglo XVII. Autor, David Holt

              Jardines del museo Geelvinck, ubicados en una lujosa casa del siglo XVII. Autor: David Holt

4. Para los amantes de lo prohibido, nada hay más famoso en Ámsterdam como su exclusivo Barrio Rojo (Rosse Buurt), uno de los más permisivos del mundo en cuanto a diversidad sexual, servicios de prostitución o consumo de drogas blandas. Los barrios de Singelgebied, Ruysdaelkade y De Wallen se encuentran en el centro histórico de la ciudad y exhiben locales de alterne abiertos tanto de día como de noche, donde las damas muestran sus encantos justo al otro lado del escaparate. La prostitución está totalmente regulada en Holanda y lo mismo ocurre con el consumo de cannabis y sucedáneos como el hachís, por lo que la ciudad es un verdadero imán que atrae a miles de visitantes ansiosos por curiosear en un mundo de Jauja donde todo está permitido (o al menos así lo parece). Ámsterdam no es sin embargo pionera en estos establecimientos de venta de marihuana (el Sarasani de Utrecht, de 1968, es al parecer el más antiguo local existente en Holanda y un verdadero Templo para los alegres camaradas del fumeteo). Sin embargo, la rutina suele ser similar en todos ellos.

En los coffeeshops, por ejemplo, uno puede consumir hasta 5 gramos de cannabis puro en un día: si lo compra en el propio establecimiento la broma le sale a unos 10 € el gramo, aunque son muchos los que utilizan el local como un parador de autoservicio llevándose allí su propio material, a fin de liarse el porro y fumarlo tranquilamente en un rincón apartado… aunque en ese caso tendrá que consumir alguna otra cosa dentro del garito (y hacerlo mientras todavía se encuentra en condiciones, claro está). Además de cannabis se venden también bebidas como té, café, leche o zumos naturales de frutas, de modo que el local también es utilizado por numerosos visitantes que solo desean experimentar el placer de encontrarse allí observando al respetable mientras toman un refrigerio. De hecho, el ambiente resulta en ese sentido de lo más normal: parecidos a un restaurante, los coffeeshops son lugares pequeños con mesas y sillas; ceniceros; música y diversos aparatos de entretenimiento para uso de los clientes, como mesas de ajedrez, cartas, televisión y mesas de billar… Por supuesto, en sus reglamentaciones se prohibe terminantemente circular por el establecimiento y hacer fotos a los fumadores como si fuesen reliquias de museo.

18. El famoso Red Light District de Ámsterdam, en pleno día. Autor, Nenyaki

                                     El famoso Red Light District de Ámsterdam, en pleno día. Autor: Nenyaki

19. Red Light district, durante la noche. Autor, Robert Andersson

                  Red Light District en pleno funcionamiento durante las horas nocturnas. Autor: Robert Andersson

20. Callejuela entre la plaza Dam y el museo Van Gogh. Autor, Moyan Green

                                   Callejuela entre la plaza Dam y el museo Van Gogh. Autor: Moyan Green

21. Vista invernal de los canales de Ámsterdam. Autor, Eugene Phoen

                                   Vista invernal de los canales de Ámsterdam. Autor: Eugene Phoen

5. La relación de Ámsterdam con el agua viene de antiguo. Ya en los primeros años de su fundación los autóctonos hubieron de desecar grandes extensiones de terreno pantanoso e inundado periódicamente por las mareas, y para ello construyeron una serie de presas y diques de los cuales el más antiguo es el situado debajo de la actual Plaza Dam, hoy corazón de la ciudad. Pero si hay algo por lo que se conoce a Ámsterdam hasta en el parvulario es precisamente por su red de canales, de los cuales existen unos 160 por toda la ciudad, atravesados por más de 1.200 puentes y con 2.700 barcos-casa flotantes arrimados a sus orillas. Este año la ciudad celebra el 400 aniversario de este laberinto acuático, considerado Patrimonio Cultural de la Unesco desde 2010, aunque en un principio fueron simples vías para transportar las mercancías de forma cómoda por medio de barcazas. En el siglo XVII se utilizaban asimismo como cloacas colectivas adonde se arrojaban todas las inmundicias imaginables desde balcones, puertas y ventanas. Se sabe que los marineros lanzaban vítores ante el hedor de las cloacas mucho antes de avistar Ámsterdam, al regresar de sus largas travesías por medio mundo, puesto que era éste y no la voz del vigía la primera señal de que la ciudad se encontraba próxima.

Por supuesto, no es recomendable visitar Ámsterdam sin realizar un crucero por los canales. Existen numerosas ofertas y muchísimos lugares por todo el centro de la ciudad desde donde uno puede subirse a los botes, aunque antes de hacerlo es necesario adquirir un ticket en las taquillas situadas junto a la Estación Central y las calles Damrak y Rokin. Por una media de 20€ es posible pasar el día recorriendo los canales a lo largo de las tres rutas establecidas (Green Line, Red Line y Blue Line) y con paradas libres en cualquier punto para efectuar compras o realizar las visitas que considere necesarias: el bote siempre le estará esperando a su vuelta. Todos los canales tienen un trazado concéntrico en torno al núcleo histórico y crean numerosos islotes de pintoresco aspecto y apreciables únicamente a vista de pájaro. El más antiguo de los canales es el Singel, que rodea a la ciudad, pero sin duda todo el trasiego de locales y turistas se dirige hacia aquellos que conforman el cinturón de oro de Ámsterdam, bellísimas calles acuáticas cruzadas por puentes de leyenda que como el de los Señores (Herengracht), fueron construidas como barrios residenciales para las acaudaladas familias de comerciantes en los lejanos años del siglo XVII. Los edificios, de un lujo ostentoso, se asoman plácidamente a las aguas y desfilan en un continuo perfilado además por el ramaje de miles de olmos, el árbol típico de los canales de la ciudad.

22. Edificios entre la plaza Dam y el barrio de Joordan. Autor, Moyan Brenn

                                   Edificios entre la plaza Dam y el barrio de Joordan. Autor: Moyan Brenn

23. Típico canal en Ámsterdam. Autor, Joao Maximo

                                                    Típico canal en Ámsterdam. Autor: Joao Maximo

24. Nocturno en los canales, cerca del Rijksmuseum. Autor, Martin Schmid

                              Nocturno en los canales, cerca del Rijksmuseum. Autor: Martin Schmid