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La Solana, tierra de azafrán y de artesanía

Cuentan algunas leyendas que esta villa era llamada El cerro de los Dioses de Cristal en tiempos de los oretanos, cuando un palacio de cristal, lleno a su vez de estrellas, ocupaba el lugar


La Solana se encuentra en un alto que destaca sobre la llanura manchega y, haciendo honor a su nombre, a menudo iluminada por el sol. En efecto, la luz y el sol están metidos en la raíz de este pueblo hasta el punto de que una leyenda cuenta que en tiempos muy antiguos –se remontan a la época prerromana- había un resplandeciente palacio de cristal en lo alto del alcor que recibía el nombre de Cerro de los Dioses de Cristal. No un palacio, pero sí existía un bastión defensivo en la Edad Media, castillo que pasó de manos árabes a cristianas hasta quedar definitivamente en posesión de estos últimos a comienzos del siglo XIII, a raíz de la batalla de las Navas de Tolosa. Pronto sería encomendada a la Orden de Santiago la repoblación de la plaza; sus primeros habitantes estacionales eran, según numerosas fuentes, pastores que bajaban con su ganado por la Cañada Real Soriana, hasta que ya a finales del siglo la población se fue estabilizando.

La Solana tiene tradición y presente de población artesana. De antiguo proceden la alfarería, la forja artística, la elaboración de botas para vino, el trabajo del esparto… Pero hay dos producciones, además de la de aceites y quesos, que han distinguido a esta localidad: el cultivo del azafrán y la fabricación de hoces, que hoy día ha dejado paso a la industria de herramientas y aperos para el campo.

Iglesia de Santa Catalina.Iglesia de Santa Catalina. Autor, Pablo Mirón

Plaza Mayor de La Solana. Autor, José Mª SánchezPlaza Mayor de La Solana. Autor, José Mª Sánchez

Patio de la casa de la iglesia de Santa Catalina. Autor, Juan Pedro GarcíaPatio de la casa de la iglesia de Santa Catalina. Autor, Juan Pedro García

La Solana tiene un núcleo monumental que se desarrolla en un entorno no muy lejano a su maravillosa plaza Mayor. En ésta, de espléndidas proporciones, tres de sus lados presentan porches adintelados y soportales sobre arcos de medio punto, fechado en el siglo XVI. En el lado sur se levanta la espléndida parroquia de Santa Catalina, una obra gótica tardía y renacentista iniciada en 1420 y concluida en 1524. Posteriormente se añadieron elementos barrocos, como la torre.

Conviene fijarse en la galería elevada sobre arcos que recorre el exterior de la iglesia y la hermosa portada clasicista. En su interior, son notables las capillas laterales, las rejas de forja y las bóvedas estrelladas de su única nave. La torre se inscribe en el barroco y está considerada como una de las más majestuosas de la provincia de Ciudad Real.

Varios edificios religiosos de interés se despliegan en este núcleo de calles peatonales entorno a la plaza. La iglesia San Juan Bautista o el antiguo convento de los Trinitarios, y el Convento de las Madres Dominicas, ambos del siglo XVII. Aquí, las religiosas de clausura preparan por encargo unos deliciosos suspiros de monja.

Nuestro paseo religioso tiene un imprescindible final en la ermita de San Sebastián, que guarda un magnífico tesoro: un artesonado mudéjar, joya histórica labrada en nácar sobre madera de ébano. La ermita es gótica y pasa por ser el templo más antiguo de La Solana.

En cuanto a arquitectura civil, hay también un buen puñado de casas solariegas que se pueden ir viendo en recorrido por esta agradable zona alta de la población. Así, en la plaza de Don Diego y junto a la iglesia parroquial, nos encontramos con el palacio de los Condes de Casa Valiente o Casa de Don Diego, con un notable patio con columnas toscanas. Este palacio perteneció en origen al Marqués de la Ensenada, ministro de Carlos III. Muy cerca está la Casa de la Encomienda, con una bonita torre con el emblema de la Orden de Santiago.

Iglesia de San Juan Bautista, antiguo convento de TrinitariosIglesia de San Juan Bautista, antiguo convento de Trinitarios. Autor, Juan Pedro García

Concierto de música sefardí, artesonado mudéjar y frescos en la ermita de San Sebastián.Concierto de música sefardí, artesonado mudéjar y frescos en la ermita de San Sebastián. Autor, Juan Pedro García

Patio de la Casa de la Encomienda. Autor, Juan Pedro GarcíaPatio de la Casa de la Encomienda. Autor, Juan Pedro García

Casa de Don DiegoCasa de Don Diego. Autor, Juan Pedro García

Entre las actividades más destacadas en el terreno cultural, hay que reseñar la Semana de la Zarzuela, que se celebra todos los años en el mes de octubre. Un mosaico en la calle de Feria ilustra la afición de La Solana a este género musical escénico o teatral. Por él sabemos que el compositor Jacinto Guerrero y sus libretistas F. Romero y G. Fernández Shaw se inspiraron en este lugar para componer La Rosa del Azafrán, no en vano, se tiene constancia de que al menos desde principios del siglo XVIII se cultiva la planta del azafrán en La Solana.

Actualmente los campos de La Solana son los principales productores del afamado azafrán de La Mancha, el de mejor calidad de España.

La Solana cuenta también con un Festival de Cine con merecido y cierto prestigio. Un evento de cortometrajes combinado con encuentros, homenajes, exposiciones, gastronomía, vitivinicultura y sección oficial, que convierten a la ciudad en un interesante escenario durante el mes de diciembre.

Recolectando el azafrán. Autor, Juan Pedro GarcíaRecolectando el azafrán. Autor, Juan Pedro García

Azafrán. Autor, Juan Pedro GarcíaAzafrán. Autor, Juan Pedro García


La Solana y las hoces, la Barcelona de La Mancha, un libro de Aurelio Maroto Gómez-Pimpollo


Este libro editado por la Fundación Histórico-Cultural “Paulino Sánchez Delgado” de La Solana, brinda un merecido homenaje a una de las señas de identidad de La Solana, la fabricación de hoces, un producto elaborado artesanalmente que fue sustento de cientos de familias durante más de dos siglos, convirtiendo antaño a esta localidad en el mayor productor nacional de esta herramienta.

Un libro que en palabras del propio autor está: “Dedicado a todos los herreros solaneros que escribieron con su sudor y con su sangre, una de las páginas más maravillosas de La Solana. Una legión de héroes, herreros de raza, de dinastía, que llegaban y se iban de la fragua con la luz encendida, se helaban las manos afilando en el remolino en las mañanas de enero o se cocían forjando a macho y martillo las tardes de julio”.

Nuestro homenaje también a todos los segadores que durante siglos y siglos, se sirvieron de esta herramienta tan humilde y tan práctica, para recolectar los cereales de nuestros campos.



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Un artículo de Antonio Bellón Márquez para sabersabor.es ©

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La Biennale di Venezia. En busca del espíritu de la Ciudad de los Canales

La Biennale di Venezia, o en busca del espíritu de la Ciudad de los Canales

Hoy da comienzo en Venecia su glamorosa Mostra Internacional de Cine, la 70 edición de la Biennale que hasta el próximo 7 de septiembre deslumbrará al mundo cinematográfico con su repertorio de films para todos los gustos. Es ésta una ocasión ideal que nos permitirá aunar en un entorno único la élite del cine en su más fastuosa expresión, con el entorno aún más elitista, señorial, romántico y vetusto de la Venecia que todos conocemos. ¿Qué tiene esta ciudad encaramada a 118 islas junto al mar Adriático, en la laguna de Venecia, con sus 150 canales y sus más de 400 puentes atravesando la ciudad en todos los sentidos? ¿Qué poseen los palacios, las iglesias, las plazas o las colecciones artísticas venecianas que no tengan otros lugares como Florencia, Nápoles o la mismísima Roma, la que fue centro indiscutible del mundo durante casi un milenio…?

2. Canal de Venecia. Una vista de cine. Ghetu Daniel

                                                      Canal de Venecia. Una vista de cine. Ghetu Daniel

3. Destino, Venecia. Autor, Rodrigo Soldon

                                                             Destino, Venecia. Autor: Rodrigo Soldon

4. Gran Canal y Basílica della salutte. Canaletto. Óleo fechado en 1697

                                        Gran Canal y Basílica della salutte. Canaletto. Óleo fechado en 1697

5. Canal y góndola. Autor, Alex Scarcella

                                                                Canal, puente y barca. Autor: Alex Scarcella

6. Fachada de San Moisè. Autor, Paolagospo

                                                            Fachada de San Moisè. Autor: Paolagospo

7. Vista nocturna del Gran Canal de Venecia. Autor, Jdiego Gr

                                               Vista nocturna del Gran Canal de Venecia. Autor: Jdiego Gr

La atracción de Venecia resiste cualquier interpretación lógica. Y es que, tal vez, debamos buscar más en las impresiones indelebles de nuestros sentidos que en el denso currículum que sobre “La ciudad de los Canales” ofrece cualquier enciclopedia al uso. Venecia es Venecia, y ya en el siglo XIX el famoso escritor Mark Twain (que luego se haría universalmente famoso por sus inolvidables “Tom Sawyer” y “Las aventuras de Huckleberry Finn”) renunciaba por completo a todo intento de explicar esa atracción lánguida y a la vez excitante que a todos nos envuelve cada vez que visitamos la ciudad… Renunció, sí. Y de seguido escribió esto:

“Vemos a las niñas y a los niños salir en las góndolas con sus niñeras, a tomar el aire. Vemos a familias austeras, con el libro de oraciones y el rosario, subir a la góndola vestidos con las galas del domingo, e irse flotando a misa. Y a medianoche, vemos como se abre el teatro y se deshace de su enjambre de juventud y belleza; escuchamos los gritos de los gondoleros y contemplamos cómo salta a bordo la multitud, forcejeando, y la negra masa de barcas que se deslizan por las avenidas iluminadas por la luna; vemos cómo se separan aquí y allá, y desaparecen por calles divergentes; escuchamos las débiles risas y las remotas despedidas que flotan en la distancia; y luego, cuando ha pasado ya la curiosa procesión, disfrutamos de solitarios tramos de aguas resplandecientes, de edificios majestuosos, de sombras emborronadas, de extraños rostros de piedra que se mueven sigilosamente a la luz de la luna, de puentes solitarios, de barcas detenidas, ancladas. Y por encima de todo ello, se cierne esa misteriosa quietud, ese silencio furtivo, que tanto le conviene a esta Venecia, vieja y soñadora”.

De la obra: “Guía para viajeros inocentes”. Mark Twain
Ediciones del Viento, 2009

8. El tétrico puente de los Suspiros, el último paseo de los condenados. Autor, Raúl Soriano

                      El tétrico puente de los Suspiros, último paseo de los condenados. Autor: Raúl Soriano

9. Piazza San Marco. Autor, Fabriziosinopoli

                                                            Piazza San Marco. Autor: Fabriziosinopoli

10. Un paseo por Venecia. Autor, Rodrigo Soldon

                                                          Un paseo por Venecia. Autor: Rodrigo Soldon

11. Anochecer en Venecia. Autor, José María Cuéllar

                                          Anochecer en la Ciudad de los Canales. Autor: José María Cuéllar

12. Venecia en blanco en negro. Autor, Giovy It

                                                           Venecia en blanco en negro. Autor: Giovy It

13. Basílica de Santa María della Salute, Venecia. Autor, Rodrigo Soldon

                                               Basílica de Santa María della Salute. Autor: Rodrigo Soldon

14. Vista de Venecia. Palacio Ducal y parte de San Giorgio. Joseph Mallord William Turner. Óleo sobre lienzo, 1841

     Vista de Venecia. Palacio Ducal y parte de San Giorgio. Joseph Mallord William Turner. Óleo sobre lienzo, 1841

La magia y la decadencia sublime de Venecia han sido evocadas por infinidad de visitantes a lo largo de los siglos, y este extracto del famoso libro de viajes de Mark Twain, escrito hacia 1869, nos sugiere ante todo un paisaje sentimental: no tiene más pretensiones, ni pretende esgrimirse como definición, pero lo dice todo. Parece como si “La ciudad de los Canales”, la “Serenissima” asomada al Adriático desde donde dominó antaño el devenir comercial y cultural de medio mundo, haya conseguido atesorar desde entonces esa sutil mirada introspectiva de las glorias perpetuadas en piedra, esa patina del tiempo que posee una obra de Tizziano y que dice tanto sobre lo que fue, más allá de lo que hoy queramos otorgarle. En cualquier caso es indiscutible que la mirada señorial de Venecia sigue viva en el presente, atraviesa el tiempo y las aguas calmas de su laguna maternal para venir a nosotros y ofrecernos un hechizo tejido de agua, de piedra y sueños viajeros. Evocaciones que, como ya observó Twain, avanzan en lánguida procesión de góndolas por los rincones más sensibles de nuestra imaginación… ¿Es éste el secreto que encierra “La Serenissima”? Nosotros renunciamos a entenderlo y por ello, simplemente, les invitamos a descubrir sus rincones y maravillas más emblemáticas gracias al siguiente post fotográfico. Eso sí: esperamos sinceramente que, de tener una respuesta a este misterio, tengan a bien iluminarnos dándonos también su opinión…

15. Canale Grande di Venezia. Autor, Axel V

                                                               Canale Grande di Venezia. Autor: Axel V

16. Uno de los numerosos puentes de Venecia. Autor, Luca.Sartoni

                                           Uno de los numerosos puentes de la ciudad. Autor: Luca.Sartoni

17. Noche y marea alta en la Piazza San Marco. Autor, Mikealex

                                             Noche y marea alta en la Piazza San Marco. Autor: Mikealex

18. Vista del puente Rialto. Autor, Axel V

                                                                 Vista del puente Rialto. Autor: Axel V

19. Venecia. Fondeadero desde la Giudecca. Canaletto. Óleo sobre lienzo, 1740

                                Venecia. Fondeadero desde la Giudecca. Canaletto. Óleo sobre lienzo, 1740

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La «Serenissima» y su bella puesta de sol. Autor: desconocido

20. La canción del gondolero. Autor, Luca.Sartoni

                                                          La canción del gondolero. Autor: Luca.Sartoni

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Un mundo de Cine. Locarno y su Festival Internacional junto al Maggiore

Un mundo de Cine. Locarno y su Festival Internacional junto al Maggiore

Dentro del habitual despliegue de certámenes y festivales veraniegos en Europa, destaca especialmente por su prestigio y originalidad el Festival Internacional de Cine de Locarno. Este año celebra su 66 Edición durante los días 7 al 17 de agosto, con tres secciones competitivas abiertas y a cual más atractiva. Sin duda, la más popular es la que se organiza al aire libre en la Piazza Grande de la localidad, con espacio para 8.000 espectadores. Se trata de todo un homenaje a los añorados cines de verano que a mediados del siglo XX (época de la creación del Festival) eran la atracción principal en pueblos y ciudades para un público ávido de emociones fuertes. En la presente Edición podremos disfrutar de un total de 42 películas, entre las que destacan dos obras españolas: el nuevo filme de Albert Serra, Historia de la Meva Mort, y Costa da Morte, del gallego Lois Patiño.

Locarno es una bella y turística ciudad suiza a orillas del lago Maggiore, o lago Mayor, una enorme extensión de agua de origen alpino compartida conjuntamente por Italia y el cantón suizo del Tesino. El Lago Maggiore tiene una longitud aproximada de 54 km, mientras que la anchura media es de solo 4 km, por lo que su forma es la de una larga y retorcida lengua bajo las crestas nevadas de los Alpes. Rodeada de bosques lujuriantes y de localidades de evocadora belleza como Pallanza, Stresa o Arona, Locarno es en la actualidad una de las metas más frecuentadas y llamativas del turismo mundial. Para los que gusten de aprovechar bien el día entre proyección y proyección, pocas ciudades en Europa les ofrecerán la combinación perfecta de historia, naturaleza y belleza idílica como Locarno. Aparece por primera vez en escritos a principios del siglo IX, aunque se da por seguro que ya en época romana existía en el mismo sitio una ciudad importante con mercado y puerto a orillas del lago. Durante la Edad Media la comuna original fue disputada a partes iguales por el Imperio Romano Germánico y Milán. De esta última procedía la familia Visconti, quien hizo suya la famosa fortaleza (siglo XII) que hoy puede admirarse en la villa y que disponía de muros de protección, torres de vigilancia y hasta su propio puerto junto al Maggiori. El castello Visconteo sirvió como alojamiento de la guarnición local hasta la expulsión definitiva de los Visconti en 1513.

Estos son algunos de los atractivos más reseñables de la ciudad y su entorno:

Los Alpes nevados sobre el lago. Autor, Smannion

                                                       Los Alpes nevados sobre el lago. Autor: Smannion

Amanecer en Locarno. Autor, Laurenz Bobke

                                                         Amanecer en Locarno. Autor: Laurenz Bobke

El Locarno más medieval. Autor, Koen

                                                               El Locarno más medieval. Autor: Koen

1. Locarno. El atractivo principal de Locarno (del celta Loc-ar-on, que significa lugar junto a un lago) es sin duda su Piazza Grande, de imponentes dimensiones, caracterizada por unas fachadas señoriales y arcadas de estilo lombardo que le aportan en conjunto una maravillosa apariencia medieval. Un paseo por la Città Vecchia para admirar las antiquísimas casonas, los patios y callejones estrechos; visitar la Piazzetta delle Corporazioni o el castello Visconteo, actualmente museo arqueológico de la ciudad; o incluso contemplar el monasterio franciscano del siglo XIII en la localidad, son paradas obligadas para cualquier amante de los pueblos históricos y con sabor añejo. Locarno, en este sentido, no les defraudará.

Basílica de S. Vittore. Autor, Juergen.mangelsdorf

                                                     Basílica de S. Vittore. Autor: Juergen.mangelsdorf

Vista del lago desde la ciudad. Autor, Fritztram

                                                       Vista del lago desde la ciudad. Autor: Fritztram

2. Santuario Madonna del Sasso. Este santuario se encuentra en Orselina, muy cerca de Locarno y del lago Maggiore, y es el lugar de peregrinación más famoso de la Suiza italiana puesto que fue allí donde la Santísima Virgen María se apareció a Fra Bartolomeo d’Ivrea en 1480. De estilo románico, fue renovado completamente en 1902 y su acceso puede realizarse de dos formas igualmente atractivas: en peregrinación, utilizando el Vía Crucis que desde la localidad más cercana sube hasta allí flanqueado por capillas típicas; o por medio de un funicular. Las vistas del lago y los valles alpinos desde el Santuario invitan a la paz y al recogimiento, y son sin duda un aliciente para la renovación y el fortalecimiento de la Fe Cristiana.

Primavera en Locarno. Autor, Basile23

                                                             Primavera en Locarno. Autor: Basile23

Un rincón en el casco antiguo de la ciudad. Autor, Bbarblan

                                               Un rincón en el casco antiguo de la ciudad. Autor: Bbarblan

Todo preparado para el comienzo de la sesión. Autor, Loungerie

                                           Todo preparado para el comienzo de la sesión. Autor: Loungerie

3. Valle Verzasca. Los primeros asentamientos en el valle Verzasca datan el período Neolítico (alrededor del 1.800 a.C). Para los amantes de lo misterioso destaca sin duda la Sass de Striöi, una roca con grabados de tazas, cruces y dos formas de pie cuyo origen se remonta al menos hasta el siglo VII a.C. La traducción literal del nombre de la piedra es “Roca de las brujas”.

Piazza Grande de Locarno. Todo preparado para el Festival de cine. Autor, Keepthebyte

                      Piazza Grande de Locarno. Todo preparado para el Festival de cine. Autor: Keepthebyte

Arquitectura extrovertida. Autor, David Pc

                                                              Arquitectura extrovertida. Autor: David Pc

4. El Ferrocarril de Centovalli. Se trata de una línea de vía angosta de casi 60 km de longitud que conduce a lo largo de bellos paisajes alpinos por el Centovalli (Cien Valles) y el valle Viggezo. Su trazado atraviesa viaductos espectaculares y gargantas de gran profundidad, destacando además un variado repertorio de túneles, cascadas y sombríos bosques de castaños y hayedos. Es sin duda paseo obligado para los que deseen disfrutar por unos días del sosiego y las vistas montañesas de Locarno.

Otra vista del castillo Visconti. Autor, David Pc

                                                          Vista del castello Visconteo. Autor: David Pc

Otra vista del castillo. Autor, Juergen.mangelsdorf

                                                   Otra vista del castillo. Autor: Juergen.mangelsdorf

Embarcadero de piedra en el lago. Autor, Zigel

                                                     Embarcadero de piedra en el lago. Autor: Zigel

5. Parque Nacional Locarnese. Nacido como proyecto conjunto de 14 comunas y 13 comunidades en toda la región, puede accederse a este espacio natural a la altura de las islas de Brissago, en el lago Maggiore. Toda la región se encuentra repleta de bosques mágicos y paisajes de leyenda, a lo que se une un añejo sabor histórico y tradicional en sus aldeas perdidas o en la gastronomía que atesora este rincón de belleza inigualable (el embutido, los quesos y los platos preparados con castañas son típicos de toda la zona).

Locarno. Vista sobre el lago. Autor, Matthias Burch

                                                   Locarno. Vista sobre el lago. Autor: Matthias Burch

De crucero por el lago. Autor, Zigel

                                                             De crucero por el Maggiore. Autor: Zigel

6. Islas de Brissago. Son un grupo de dos islotes ubicados en la parte suiza del lago Maggiore, al sur de Locarno. San Pancrazio es la mayor de ellas y alberga el único jardín botánico de Suiza existente en una isla. Su historia es muy peculiar y se inicia en 1885, cuando fue a instalarse allí la baronesa Antoinette de Saint-Léger para crear un rincón dedicado al arte y la vida mundanal (el escritor irlandés James Joyce estuvo alojado allí). Tras su venta en 1927 fue adquirida por el alemán Max Emden, que la vistió de plantas exóticas e hizo construir el edificio actual, la dársena y el baño romano. Allí, cada tarde y en compañía de bellas mujeres, el místico propietario se colocaba al borde del agua y lanzaba una moneda. La ninfa que tras introducirse en el estanque conseguía recogerla compartía esa noche su lecho. En 1949 las islas pasaron a ser propiedad del cantón.

Vista del santuario Madonna del Sasso. Autor, Capitán Jen

                                              Vista del santuario Madonna del Sasso. Autor: Capitán Jen

Una vista de cine de la Piazza Grande. Autor, Mbeo

                                                  Una vista de cine de la Piazza Grande. Autor: Mbeo

Estrechas calles en el casco antiguo. Autor, Lyonel Kaufmann

                                             Estrechas calles en el casco antiguo. Autor: Lyonel Kaufmann

7. Cruceros por el Lago Maggiore. Gracias a los barcos de “Navigacione Lago Maggiore” puede realizarse un romántico y evocador viaje de 3 horas por el lago, disfrutando no solo de las hermosas vistas alpinas y de unas orillas cuajadas de bosques, aldeas y mansiones de piedra, sino también de las islas Borromeo, en el lado italiano, las islas de Brissago o el castillo de Cannero (siglos XI y XII), construido sobre una isla rocosa. Este castillo guarda una historia funesta de luchas sangrientas por su dominio, pero tras su decadencia a partir del siglo XVII el destino le brindó las más sorprendentes funciones: fue utilizado como base para pescadores; como refugio de contrabandistas, e incluso resultó ser el centro de operaciones de una banda de falsificadores.

Vista norcturna de la Piazza Grande. Autor, Patrick Stämpfli

                                              Vista nocturna de la Piazza Grande. Autor: Patrick Stämpfli

Nocturno en la Piazza Grande. Autor, Jody Sticca

                                                    Nocturno en la Piazza Grande. Autor: Jody Sticca

Islas de Brissago. Al fondo y a la izquierda, Locarno. Autor, ACP

                                           Islas de Brissago. Al fondo y a la izquierda, Locarno. Autor: ACP

8. Mirador de Cardada. Desde Locarno puede realizarse un espectacular viaje en funicular hasta Cardada, paraíso de paz y naturaleza salvaje a 1.340 metros de altura desde donde pueden admirarse unas espléndidas vistas de los valles alpinos próximos y las cumbres nevadas del Dufourspitze o el monte Rosa. Para los que quieran seguir ascendiendo existe la alternativa de tomar un telesilla hasta Cimetta, a casi 1.700 metros, base para realizar infinidad de excursiones de senderismo aptas para todos los gustos. La oferta se completa con refugios alpinos y 5 restaurantes a cual más tentador.

Puente de Salti en el Valle Verzasca, una de las excursiones más atractivas junto a Locarno. Autor, Tambako the Jaguar

 Puente de Salti en el Valle Verzasca, una de las excursiones más atractivas en Locarno. Autor: Tambako the Jaguar