Publicado el Deja un comentario

Descubriendo el Museo Palmero de Almodóvar del Campo

Hay gente que nace con estrella, otra estrellada, y otra que tiende a buscar el camino hacia las estrellas. En el caso del Maestro Palmero, es una extraña combinación de estas tres casualidades

Alfredo Palmero de Gregorio nace el 12 de marzo de 1901 en Almodóvar del Campo y ya desde pequeño va a dar muestras de una decidida vocación por la pintura. Forma parte de una saga o generación de artistas que, en el primer tercio del siglo XX, hicieron de La Mancha uno de los principales focos artísticos de la época: Gregorio Prieto, Antonio López, Francisco Carretero, Ángel Andrade, Benjamín Palencia… A nivel internacional destacaban por aquel entonces mujeres de la talla de Catalina Sandalia (La Tía Sandalia. Representante del arte naif más popular), Leonora Carrington, Maruja Mallo, Georgia O`Keefe, Frida Kahlo y Lee Krasner entre otras.

Pintor de inspiración impresionista su temprana vocación y afición serán los impulsores de su traslado a Madrid con solo 14 años donde comenzaría su formación en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde coincidiría con Gregorio Prieto, Joaquín Valverde, Juan Esplandiú entre otros.

Destacamos una entrevista que realizó al diario El Defensor en marzo de 1920 donde nos da unas pinceladas sobre algunos aspectos de su personalidad artística: mi carácter que es variable y que hoy evoluciona al querer abarcar mucha técnica, me hace pasar entra la gente del pueblo, por un niño de esos estúpidos y se me tilda de tonto; son casos de incomprensión que tenemos que aguantar en esta sociedad caduca; mi temperamento en sí creo hermana con Velázquez.

Su estancia en la capital entre 1915 y 1920 le permitirá imbuirse en el ambiente bohemio de la misma asistiendo a las tertulias de conocidos cafés como El Parnasillo o La Fontana de Oro llegando a ser contertulio de importantes personalidades de la época como Unamuno, García Lorca o Manuel de Falla.

En ese mismo año expuso por primera vez en el Casino de Ciudad Real, y posteriormente viajó a París —donde entró en contacto con las principales corrientes artísticas de la época como el dadaísmo y personajes como Apollinaire—, e Italia (1928), acompañado de su buen amigo, el escultor Felipe García Coronado. De esta etapa destacamos una pintura marcada por la riqueza cromática, luminosidad, y de gran agudeza perspectiva como las obras del Folies Bergere, Montmartre, Montparnasse

Las principales influencias en su obra: Velázquez, Goya, Manet, Degas, Picasso y Renoir (al que Alfredo Palmero retrató en su propio taller)

También es conocida su faceta como docente impartiendo clases el Instituto de Enseñanza Media de Ciudad Real. Desde este centro docente fue trasladado a Burgos, para pasar posteriormente a Toledo y finalmente a Barcelona.

Para Alfredo el espíritu del arte pasaba por depurar la esencia de la raza, en el campo, al aire libre según lo requieren los preceptos modernistas.

Pintar un cuadro en una hora o pintar los 183 personajes de la obra El Quijote, forman parte de las numerosas anécdotas y hazañas artísticas que convirtieron a Alfredo Palmero en el conocido Maestro Palmero

En la década de 1960 fundó en su localidad de origen, Almodóvar del Campo, el Museo Palmero, lugar escogido por la familia para conservar el legado del artista. Años más tarde, en 1970 y en Barcelona, fundó el Museo e Instituto Palmero de Arte, ubicado en una antigua masía del siglo XV.

La proyección tanto nacional como internacional de Alfredo Palmero es indudable, con exposiciones realizadas en el hotel Carlton de Bilbao, en el salón Cano de Madrid, en las galerías Grifé & Escoda, Augusta y Barcino, de Barcelona, así como en Valencia, Santander, La Coruña, Zaragoza, Bruselas, Nueva York, París, Londres, Ámsterdam, Múnich, Lisboa, Osaka, México, Venezuela, Argentina…

En 1983 hizo pública la “Colección Cervantina” en su propio Museo y en los Museos Metropolitan de Palm Beach y de Bogotá.

Miembro de honor del Instituto de Estudios Manchegos, falleció en Barcelona el 5 de marzo de 1991.

Alfredo Palmero tenía la buena costumbre de ir coleccionando diferentes objetos que le llamaban la atención. Desde enormes vasijas hasta vestigios de origen romano. ¿De la cercana ciudad romana de Sisapo tal vez?

Museo Palmero

El museo fue inaugurado en 1960 y contiene una colección particular de las obras del pintor Alfredo Palmero, así como algunos objetos personales, esculturas, cerámicas, además de obras de otros artistas coetáneos o relacionados con el pintor.

Está dividido en tres salas principales, cada una de las cuales corresponde a una etapa de la vida del pintor:

Primera sala

Está dedicada a la primera y la segunda etapa de la obra artística del Maestro Palmero que abarca los años 1914 a 1937, una época muy marcada por los viajes de juventud, pero sobre todo por su estancia en Madrid donde tuvo como maestro a Menéndez Pidal y realiza su ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Dentro de esta sala hay un espacio dedicado a la segunda etapa del artista, donde se pueden ver las obras realizadas desde el final de la Guerra Civil Española hasta el año 1958, período en el que el Alfredo se establece en Barcelona con su familia, realiza sus primeras exposiciones y vende sus primeras obras.

Segunda sala

Es la sala principal del museo y está dedicada a la tercera etapa del Maestro Palmero, su época de esplendor y madurez artística. Durante este período se impregna sus obras de una temática variada: paisajes urbanos y ambientes burgueses de Madrid, París o Roma, animales (caballos principalmente), temática cervantina, La Mancha y la mujer.

Dicen que el azul es uno de los colores más difíciles, y, por tanto, menos utilizados, por los pintores. Pues nada, ahí estaba el ya Maestro Palmero para ir a contracorriente, pintando angelicales y bellos caballos blancos sobre misteriosos fondos azules… Lo más curioso es que Alfredo nunca tuvo caballo propio, ni caballos modelo, pero los pintaba mejor que nadie, con un sobresaliente realismo.

Tercera sala

La última sala está dedicada a varios artistas coetáneos al pintor que dejaron su huella o influyeron en la obra del Maestro Palmero (Cecilio Pla o Julio Romero de Torres son buen ejemplo de ello). Igualmente encontramos un espacio dedicado a la Saga Palmero representada por su hijo, ya fallecido, Miguel Ángel y el nieto del mismo nombre conocido en el universo artístico como Freddy Palmero, los cuales continuaron y continúan con el legado familiar.

Por último, en la planta superior se encuentra el taller del artista durante muchos años: su lugar de trabajo, de creación e inspiración, y donde realizó sus primeras obras.

Entre todos los cuadros, hay uno que os llamará poderosamente la atención. En realidad, una mujer llama poderosamente la atención. Perfectamente bella, diferente al resto. Esa mujer tiene luz, y según nos ha contado Carmen, el Maestro Palmero (¿adivináis dónde está en el cuadro?) se encarga de darle todavía más luz, mientras que el resto de personajes de la escena, de la alta sociedad madrileña, aparecen en tonos más oscuros, incluso en la sombra. ¿Quién será esta bella mujer? ¿Una obsesión del Maestro Palmero?

Sin duda, el Museo Palmero es uno de los principales reclamos turísticos de Almodóvar del Campo, tanto para amantes y especialistas del arte como público en general interesado en iniciarse en el conocimiento de uno de los artistas con mayor proyección de nuestra tierra, contemporáneo de grandes pintores y pintoras, y cuya obra es esencial para comprender las principales corrientes de la época y el contexto en el que se mueve nuestro artista.

Si no eres experto en pintores españoles, aficionado al arte en general, ni conoces la vida de Alfredo Palmero, te recomendamos encarecidamente que realices una visita guiada con Carmen, de la Asociación de Amigos del Museo Palmero y Centro Cervantino (AMPACE).

Imprescindible realizar también las visitas a la Capilla de la Trinidad, Salón de Plenos del Ayuntamiento, Centro Cervantino (Biblioteca Cervantina e Iconografía Cervantina de Palmero), el anexo Centro Cervantino (Mesón y Cueva)…

Planifica tu visita a Almodóvar del Campo y al Museo Palmero con nosotros. Solicita más información o recomendaciones para preparar tu escapada AQUÍ

Un artículo de José Manuel Lucerón para sabersabor ©

Publicado el Deja un comentario

Los Humedales de La Mancha: tesoros naturales de España

agua

El agua es vida y nuestro planeta le debe gran parte de su existencia a este elemento

Un 70% de la superficie de la Tierra está formada por agua y el 30 restante corresponde a la masa continental.

La presencia del agua ha marcado desde siempre la evolución de la humanidad y el desarrollo de las civilizaciones (Sumeria, Egipto, Roma). Estas y otras se sirvieron de su ingenio tecnológico y destreza para canalizarla, almacenarla y transportarla a sus campos, pueblos y ciudades con la construcción de molinos, acueductos y norias.

En periodos de escasez y sequía, los diferentes grupos humanos se las ingeniaron, donde se lo permitieron las características hidrogeológicas del subsuelo y la tecnología de excavación de la época (Edad de Bronce) para perforar el mismo y alcanzar los niveles freáticos. Nos encontramos en un momento de creciente complejidad social y el nacimiento de las primeras culturas jerarquizadas en La Mancha, en este caso, determinadas por una situación climática concreta caracterizada por su extrema aridez. Esto permitió la vertebración y la reorganización del territorio en torno a nuevos y diferentes asentamientos: la Cultura de las Motillas o Bronce Manchego.

Igualmente, los ríos, lagos y mares han sido y son todavía una de las vías de comunicación más importantes permitiendo el florecimiento del comercio, viajes de exploración, intercambio de ideas y un sinfín de prácticas que han determinado el desarrollo y futuro de las diferentes culturas humanas.

flamenco

ruidera turismo castilla la mancha

tablas daimiel

«La Mancha» significa tierra seca, alta planicie, tierra de espartos…

La etimología del topónimo La Mancha posee diferentes acepciones que subrayan el carácter árido y seco de esta tierra.

Sin embargo, los Humedales de la Mancha nos recuerdan un pasado en el que el agua no fue un espejismo en nuestra zona conformando un paisaje que atesora una riqueza y un interés natural, botánico, geológico, ornitológico únicos en el mundo. Un oasis de extraordinaria biodiversidad.

La proliferación de este tipo de entornos lacustres en nuestra comarca obedece a la confluencia de una serie de factores tectónicos, climáticos, así como la existencia de acuíferos subterráneos, una llanura con escasa pendiente determinando una tipología de los fondos endorreicos y humedales que se han convertido en uno de los rasgos más característicos de La Mancha.

La mayoría de este tipo de humedales son de tipo endorreico, es decir, donde el agua no tiene salida hacia el mar u océano favoreciendo la concentración de sales y nutrientes que dan origen a estos.

Por lo general, los humedales manchegos son lagunas de reducido tamaño con una morfología muy variada, de régimen estacional y de aguas someras y salobres de escasa profundidad que provienen principalmente de las precipitaciones, de pequeños arroyos, ríos y de las aguas subterráneas.

Los estudios realizados en la región sobre humedales ponen de manifiesto la existencia de al menos 400 humedales de tipologías muy diversas: lagunas de origen volcánico (Campo de Calatrava), lagunas asociadas a sistemas fluviales sobre llanuras de inundación (Laguna del Taray y Tablas de Daimiel), lagunas asociadas a formaciones de origen kárstico como las Lagunas de Ruidera (Campo de Montiel), humedales estacionales salinos y salinas interiores.

El territorio por el que se extienden estos humedales abarca las provincias de Ciudad Real, Toledo y Cuenca.

laguna manjavacas mota del cuervo

birdwatching

campo de montiel

Los complejos lagunares más importantes los encontramos en Lillo, Villacañas, Villafranca de los Caballeros, Quero, Alcázar de San Juan, Pedro Muñoz, Mota del Cuervo, Ruidera y Tablas de Daimiel

El clima predominante en esta zona es el mediterráneo continental caracterizado por inviernos rigurosos, veranos cálidos, sequía estival, irregularidad en las precipitaciones, fuertes oscilaciones térmicas y notable aridez. Factores que influyen en la estacionalidad y hasta en la propia pervivencia de los humedales.

El paisaje manchego, generalmente, se caracteriza por grandes extensiones de llanuras dedicadas al cultivo de la triada mediterránea (cereales, vid y olivares principalmente), con vegetación arbolada muy escasa y algunos cerros testigos dispersos por el territorio de origen paleozoico y mesozoico.

A esto se suma la diversidad biológica y la riqueza faunística con una gran cantidad de aves migratorias de paso y aves acuáticas que permanecen más tiempo, entre las que podemos destacar las poblaciones de aguilucho lagunero, flamenco común, avoceta, cigüeñuela y pagaza piconegra.

También podemos destacar la nutria, tejón, topo ibérico, lagartija, galápago europeo, cangrejo rojo, etc.

Todo ello hace del conjunto endorreico manchego una de las zonas palustres de mayor biodiversidad y relevancia en la Península Ibérica.

La vegetación típica está compuesta por marjales o pajonales palustres, esto es, helófitos emergentes o altas herbáceas que enraízan en el fondo de zonas húmedas, como eneas, carrizos, juncos, la excepcionalidad de la masiega (Cladium mariscus), tarayes, etc.

También nos podemos encontrar con un conjunto de plantas de ecosistemas propios de saladares, ya que, debido al proceso de evaporación, algunos humedales, dan lugar a la formación de suelos salinos, a los que los vegetales han sabido adaptarse, como las orlas halófilas de Sarcocornia fruticosa, varias especies de Limonium sp. o tapetes de Microcnemum coralloides.

laguna lillo

senderismo castilla la mancha

bigotudo castilla la mancha

La biodiversidad de los Humedales de La Mancha se encuentra constantemente amenazada

La sobreexplotación de los acuíferos, las prácticas agrícolas intensivas con la apertura de pozos para regadío, la disminución de las precipitaciones motivada por el cambio climático, la contaminación de las aguas por vertidos de aguas residuales sin depurar, de fitosanitarios y fertilizantes, la fuerte presión urbanística debido a que muchos de estos humedales están próximos a núcleos de población, son algunos de los riesgos y problemas a los que se enfrentan muchos de estos humedales, acelerando la pérdida de biodiversidad y poniendo en riesgo su viabilidad y supervivencia en el futuro.

Para poner coto a estas amenazas Castilla – La Mancha cuenta desde 2002 con un Plan de Conservación de Humedales, que se marca como objetivo fundamental el desarrollo y la conservación de los valores naturales y en particular aquellos que se vinculan de una forma estrecha con las zonas húmedas castellano-manchegas.

Previamente, en el año 1981 se declaró la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda, con una superficie de 25000 ha. sin una delimitación precisa, en las que se encontraba, como espacio más representativo el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel.

Otra figura de protección y conservación importante es el Convenio Ramsar, el cual fue ratificado por España en 1982, cuyo objetivo es «la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales, regionales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo».

Esta lista integra las zonas húmedas más importantes del mundo desde el punto de vista de su interés ecológico y de conservación de la biodiversidad.

En él se encuentran incluidos ocho de los humedales de Castilla – La Mancha más destacados por su riqueza y singularidad a nivel mundial: Laguna de Manjavacas (Mota del Cuervo), Lagunas de Alcázar de San Juan y Villafranca, Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, Laguna de la Vega (Pedro Muñoz), Lagunas de Puebla de Beleña, Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, Laguna del Prado (Pozuelo de Calatrava) y Laguna de El Hito (Cuenca).

Igualmente, la Red Natura 2000 en Castilla-La Mancha se compone de espacios LIC (Lugares de Importancia Comunitaria), declarados ZEC (Zonas Espaciales de Conservación), y de espacios ZEPA (Zonas de Especial Protección para las Aves) que engloba, entre otras zonas de gran importancia y riqueza natural, los humedales manchegos.

grullas tablas daimiel

kayak ruidera

Lagunas Ruidera

La Mancha es una de las regiones naturales e históricas de mayor extensión de España y que atesora un contraste paisajístico de un enorme valor

Un destino ideal para disfrutar de sus parajes naturales acompañado de amigos o en familia, gracias a una amplia variedad de actividades de turismo activo, ecoturismo, agroturismo y turismo cultural.

Algunas de las actividades que podemos disfrutar en estos enclaves son visitas guiadas personalizadas, rutas senderistas, rutas en kayak, buceo, iniciación a la marcha nórdica, rutas espeleológicas, rutas de cicloturismo, actividades de educación ambiental, rutas ornitológicas o birdwatching (donde podemos observar especies como el sisón, la avutarda, la garza imperial o la grulla), fotografía de naturaleza…

Igualmente, os proponemos descubrir el importante legado patrimonial y cultural que posee nuestra tierra donde destacamos las visitas guiadas a Almagro y Villanueva de los Infantes, iconos del Siglo de Oro en nuestra región; parques y yacimientos arqueológicos como Alarcos, Calatrava la Vieja y La Motilla del Azuer; el conjunto del Albaicín y los Molinos harineros de Campo de Criptana, El Toboso, etc.

Planifica tu ruta por los Humedales de La Mancha con nosotros. Solicita más información o recomendaciones sobre que hacer, que ver, donde dormir o donde comer para preparar tu escapada AQUÍ

Un artículo de José Manuel Lucerón para sabersabor ©

Publicado el 1 comentario

Almadén, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO

Visita guiada Almaden y Parque Minero

En Almadén los romanos abrieron las minas de mercurio más antiguas del mundo

La mina de mercurio más grande del mundo está en Ciudad Real. Patrimonio de la Humanidad, el cinabrio que se extrajo de ellas produjo un tercio del peligroso metal líquido usado a lo largo de toda la historia. Se trata de una visita tan atractiva que justifica en sí misma una escapada.

En las Minas de Almadén podemos conocer un complejo del que se ha sacado cinabrio/mercurio durante más de 2.000 años. Aunque el enclave cerró en 2003, es posible que vuelva a tener actividad industrial en el futuro.

Nuestra visita al Parque Minero de Almadén empieza en la superficie. La primera parada es el Centro de Visitantes. Alberga una sala de presentación de este increíble lugar y diversos servicios.

Antes de adentrarte en las entrañas de la tierra, tienes la oportunidad de empaparte de información en el Centro de Interpretación de la Minería. En él se explica la evolución de las labores mineras a lo largo de la historia.

Los antiguos talleres de la cantera son otros atractivos destacados de las Minas de Almadén. Y los impresionantes castilletes de los pozos de San Aquilino y San Teodoro.

Nuestro apasionante viaje subterráneo empieza precisamente en este último.

minas de almaden

Visita guiada Almaden y Parque Minero

Y desde las alturas, bajamos al centro de la tierra

El recorrido por el interior de las Minas de Almadén comienza en una jaula de mina. El aparato nos transporta hasta la primera planta de las canteras, a 50 metros de profundidad.

Tras el descenso toca hacer el recorrido a pie. Una forma perfecta de sumergirnos en el ambiente de la cantera tal como era explotada en los siglos XVI y XVII.

Armados con un casco, y ayudados por la iluminación de apoyo y las explicaciones de nuestro guía, seguimos avanzando. Toca el turno a estancias como los talleres y los pozos de extracción.

Pero la joya de la corona es el Baritel de San Andrés, un espectacular dispositivo mecánico de 13 metros de altura. Este se utilizaba para extraer el cinabrio, aprovechando el movimiento circular de las mulas que lo accionaban. Hoy en día este elemento clave de las Minas de Almadén se encuentra en perfecto estado de conservación.

Tras conocer la zona subterránea del Parque Minero de Almadén, continuamos nuestra visita en una galería superior a la que se accedemos a través del pozo de San Teodoro. Allí, un pequeño tren minero nos transporta de nuevo hasta la superficie. Se trata de un emocionante recorrido por galerías excavadas hace más de 500 años.

Visita guiada Almaden y Parque Minero

Visita guiada Almaden y Parque Minero

Visita guiada Almaden y Parque Minero

El Museo del Mercurio de las Minas de Almadén

Arriba nos espera el Museo del Mercurio, ubicado en el antiguo almacén de este mineral del Cerco de Buitrones. El recinto cultural posee valiosa información sobre la historia de las canteras y sobre el transporte del cinabrio y otros minerales hasta América.

Además, los aficionados a la ciencia podrán disfrutar de varias salas dedicadas a la geología y paleontología locales, salas sobre la historia de la metalurgia del mercurio, así como experimentos físicos y químicos de todo tipo.

En esta zona del Parque Minero, descubriremos también los hornos de aludeles o de Bustamante, para tratar el mineral y obtener el mercurio (siglo XVII), y las puertas de Carlos IV y de carros, dedicadas al tráfico de operarios, materiales, herramientas… y para la salida del azogue camino de Sevilla para su embarque a las minas de plata americanas.

Visita guiada Almaden y Parque Minero

Visita guiada Almaden y Parque Minero

Más allá de las Minas de Almadén

Continuamos la experiencia en la Cárcel de Forzados, puesta en marcha en 1525 y operativa hasta 1799. Aquí era donde se alojaban los presos, forzados o galeotes, obligados a cumplir una pena temporal o perpetua trabajando duramente en las minas de Almadén.

Descubriremos también el patrimonio que atesora el Real Hospital Minero de San Rafael, edificado en 1733 para atender a los trabajadores intoxicados por el mercurio extraído del cinabrio.

Hoy alberga un Archivo Histórico de Minas que reúne un amplio corpus documental, de más de 100.000 expedientes y una amplia colección de planos, que se remonta al siglo XVII.

Constituye una valiosa fuente de información para conocer la explotación de las minas a lo largo de un amplio período histórico. Con la declaración de Bien de Interés Cultural que se le otorgó en 2012, se proporciona la máxima protección a este importante patrimonio documental y bibliográfico.

Y finalizaremos en la Plaza de Toros de Almadén, Patrimonio de la Humanidad desde 2012.

Visita guiada Almaden y Parque Minero

Visita guiada Almaden y Parque Minero

 

Descubre el legado minero de Almadén con la visita guiada que te proponemos desde Saber Sabor. ¡Te sorprenderá!

Reserva tu experiencia aquí: Ruta del Mercurio de Almadén

 

Publicado el Deja un comentario

Riópar y las Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz

Riopar Viejo albacete

Un patrimonio cultural y natural sencillamente impresionante


Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz. Con este aristocrático nombre surgió uno de los primeros complejos industriales de Europa, poco antes del establecimiento de la Revolución Industrial.
Confluyeron las oportunas circunstancias para la creación de la primera fábrica de España y la segunda del Mundo, dedicada a la producción de objetos de bronce y latón; gracias a la iniciativa de un joven y emprendedor ingeniero austríaco coincidiendo con el afán de progreso del ilustrado Carlos III. Quién le concedió los privilegios necesarios.

Desde 1773 el hermoso valle de Riópar, donde los Romanos bautizaron las aguas puras del Flumen Mundus, todo cambió a mayor velocidad que nunca en su millonaria historia geológica.

Las aguas fueron domadas para trabajar en los ingenios hidráulicos imprescindibles para las instalaciones de El Laminador o el propio núcleo principal, así como otros menores. Los potentes recursos forestales puestos al servicio de aquel progreso todavía primitivo desconocedor de la sostenibilidad, la ecología y demás aspectos tan necesarios para el adecuado avance de la justa calidad de vida de todo y para todo, exterminaron el valioso bosque primigenio de robles y encinas, permitiendo siglos después los grandiosos pinares que a su vez con la consecuente y mejor experimentada gestión forestal irán permitiendo el retorno de los ancestrales robles, encinas, fresnos, olmos…

Como tantas otras cosas que todavía mantenían a España como una de las potencias económicas del planeta, surgió aquí en mitad de un paisaje medieval, la infraestructura más avanzada de la época a nivel mundial.

Pocos años después desde esta remota sierra, y producto del cobre o calamina de sus entrañas, se embarcaban en Cádiz rumbo a los virreinatos españoles, los más sofisticados objetos de bronce. Así como los gigantescos veleros atracaban en Cartagena de Indias o los buques de guerra conquistaban la Bahía de Pensacola, revestidos sus cascos con láminas de latón, fabricadas en los martinetes de El Laminador.


El valle de Miraflores acoge todo el trajín histórico de Riópar


Desde los orígenes de las aguas del río Mundo, pasando por el paso de Aníbal y sus famosos elefantes, a la cautivadora huella de los andalusíes en el trazado de alquerías, huertos y cascos urbanos; hasta el brillo del metal surgido de sus montañas, enriqueciendo la zona con todo el proceso desde la extracción, fundición, aleación y elaboración. Labor que permitió al complejo de las Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz sobrevivir y prosperar durante más de dos siglos, autoabastecido de los bosques primigenios y la red fluvial, encauzada en centrales eléctricas, de las cuales todavía una en buen estado, pero abandonada y con riesgo de ruina, permanece digna, elegante y con ese atractivo inteligente que ofrece el patrimonio arquitectónico industrial de la Ilustración, impregnado de la esencia de la mejor arquitectura, basada en la firmeza, utilidad y belleza. Se encuentra junto a la presa del arroyo del Gollizo, la que a través del acueducto abastece los edificios principales de las fábricas. Precedida por una hermosa avenida de plátanos.

Y si no me equivoco, inexplicablemente no forma parte del Conjunto Histórico que comprende el Bien de Interés Cultural de todo el legado catalogado en la zona desde el actual Riópar hasta El Laminador.

Riopar Viejo albacete

Riopar Viejo albacete

Reales Fabricas de San Juan de Alcaraz riopar

Es muchísimo lo que se puede y se debe escribir acerca de este fascinante lugar. Agraciado por su orografía, geología, botánica, paisaje. Y colmado además por uno de los primeros complejos industriales Europa.

Mientras la fábrica crecía, España ayudaba a Estados Unidos a convertirse en el primer país de América: el conde de Aranda entregaba más de doscientos cañones de bronce a Benjamín Franklin, y el general Gálvez entraba «él solo» en la bahía de Pensacola, venciendo una de las batallas determinantes para la independencia estadounidense.

Finalizaba el último periodo del siglo XVIII, y aquí en la laboriosa colonia obrera de Riópar jamás se supo ni se sabrá, que parte de sus entrañas, laminadas en latón, quizá revistieron los más heroicos buques españoles de las últimas guerras, que con honores militares daban por vencedor al mejor estratega o al más valeroso soldado.

Puede que, de aquí, de un lugar tan creído humilde, tan ensimismado en su subsistencia, partieran también en forma de beneficios los muchos reales que España sufragó para la creación de la primera potencia mundial, a la cual, por cierto, también aportó, de aquellos primeros dineros, la creación del dólar, copiado de nuestros reales.

rio mundo riopar

muflon calar rio mundo albacete

cueva chorros rio mundo riopar

De aquella guerra romántica recuperamos Menorca, y con ello parte de esta hermosa sierra. Porque literalmente desde Huelva a Menorca, la Cordillera Bética, en cuyo centro está Riópar, nos hace sentir tan familiar desde los acantilados de La Mola de Formentera, hasta la sierra de Aracena, la preciosa imagen abrupta, colosal, magnífica, y tan irrepetible como el placer sensorial de contemplar por primera vez «El Reventón» del río Mundo, actuando soberbio y magnífico desde el anfiteatro calizo que lo acoge con la gloria del arte y la naturaleza, ante la mirada admirada de quien posee la suerte de saber ver tanto aquí, como en lo alto del pico Almenara, La Sarga o El Calar, la magnitud de un mundo que no se sabe tan abierto al Mundo.

La humilde sencillez de esta tierra, que tanto la honra, a la vez la limita a no quererse con la dimensión que merece. Estas sierras, estos valles, estas rocas, estos ríos, estos pueblos. Y toda su riqueza etnográfica, patrimonial y natural son uno de los reductos más hermosos de Europa, todavía por depurar. Ahora deben recibir lo que dieron. Que sus gentes, sus paisajes, sus recursos y su potencial retomen, recuperen y se retroalimente del saludable turismo sostenible. De la enriquecedora cultura que preserva el incalculable legado que desde los árabes y mucho antes, hasta las Reales Fábricas, han dado tanto a nuestra identidad cultural.


Pocos lugares ofrecen tantos recursos en un mismo sitio como Riópar


Cada camino de Riópar te conduce al fascinante espectáculo de contemplar incluso lo que no se ve, porque estos paisajes te inspiran e invitan a imaginar al Pernales huyendo por la sierra. A los obreros de la Real Fábrica entonando el emotivo himno de la fábrica, orgullosos de su labor. A los sabios andalusíes cultivando cerezos que dieron nombre a la sierra de Alcaraz. Al joven ingeniero austriaco recorriendo la sierra proyectando la mina, la ubicación de los talleres… Al ingeniero Real del Canal de Castilla diseñando una de las mejores presas de la época en El Laminador… A las personas de nuestra generación, entendiendo y valorando por fin el gran tesoro heredado que debemos disfrutar y legar a nuestros sucesores.

Riópar y toda la Sierra merecen ser queridos por todo lo que nos dan. Debemos, por inteligente interés, cuidar lo que nos mantiene, nos aporta y nos enriquece. «No sólo de pan vive el hombre».

Contemplar a los majestuosos buitres planeando por debajo de ti, mientras desde lo alto del pico de La Sarga, contemplas tierras de cuatro provincias, paisajes bellísimos, bosques inmensos. Rocas colosales tan valiosas como santuarios naturales, casi creados para sublimación del ser humano, como por ejemplo en Los Picarazos de Villaverde de Guadalimar. Hacen que uno además de sentir placer y privilegio por disfrutar de un paraíso semejante, también sienta orgullo del increíble potencial que contiene y que a todos nos beneficia y aporta.

Con la necesaria atención y cuidado, estas ancestrales villas, pueden y deben revalorizar sus cascos urbanos con actuaciones que los integren y armonicen con la acogedora arquitectura tradicional, ofreciendo al visitante ese buscado y deseado espacio de ocio y placer que tan agradables recursos y modos menos sacrificados de vida, deben conceder a residentes y turistas.

Lo tenemos todo. Sólo debemos ponerlo en valor para ser competitivos, atractivos y rentables. Doy gracias por cada una de las sensaciones que experimento recorriendo cada uno de estos lugares tan sencillamente hermosos.


Planifica tu escapada a Riópar con nosotros. Solicita más información o recomendaciones para preparar tu viaje AQUÍ


Un artículo de Salvador Carlos Dueñas Serrano para sabersabor.es ©

Publicado el 2 comentarios

Lagunas de Ruidera, paisajes de Francisco García Pavón

lagunas de ruidera naturaleza

No es un espejismo. La belleza húmeda y agreste que nos embruja surge de improviso en el Campo de Montiel, con las lagunas de Ruidera, dispuestas a despojar del estereotipo de seca a La Mancha


La biografía de las aguas de Ruidera es rarísima en este rodal del Campo de Montiel. El que haya una lagunas tan nórdicas y hermosas en tierra tan poco lagunera como es España, y no digamos en esta altiplanicie manchega, ya es notable. Pero la manera que tiene de comportarse el Guadiana desde su alumbramiento hasta renacer en los Ojos del Guadiana, junto a Villarrubia de los Ojos, supone la historia de río más única que se conoce.

Y es que en La Mancha -la gente no se fija- todo es bastante raro.

Desde que el Guadiana toma forma de río y deja las Lagunas de Ruidera, después de la Cenagosa, ya pasada la aldea de Ruidera, y empieza a caminar enclenque por todos aquellos campos de Montiel, sin mayores fuerzas antaño, que para mover los molinos del Membrillo, el Curro, Santa María, San Juan, San José y ahora, para llenar cuando puede la presa del Pantano de Peñarroya, es toda una crónica.
Río canijo, cruzable en dos brazadas, que discurre entre juncos: el negro, el común, el bolita, y el de sapo. Entre bayunguillos y juncias redondas o castañuelas; a veces flanqueado de álamos blancos y negros, chopos lombardos y bastardos.

Y así que sus estrechas aguas alcanzan la gran anchura de San Juan, tierras calizas y esponjosas, empiezan sus filtraciones, y fatiga. Cruza el pueblo de Argamasilla de Alba sin aliento y, al llegar al molino de la Membrilla, lo traga la tierra y bajo ella camina siete leguas (unos 40 km) hasta resalir, como lágrimas abundosas, por los Ojos del Guadiana.

Ya decía Plinio el latino o el viejo, según, (no Manuel González, “Plinio” el de Tomelloso), que el río Anas –Wādi Ana, para los árabes- tenía en la llanura un puente de siete leguas sobre el que pastaban los rebaños.

Sin embargo, los sabios posteriores, aseguran que esas aguas resurgentes que lavan los Ojos de Villarrubia, no son todas las que se tragó el terreno por las llanezas de San Juan, del Guadiana Alto, sino que una buena parte son recaudo de las nuevas filtraciones de las lluvias en el llano manchego. Es decir, que aquel Guadiana que renace junto a Daimiel, y engorda en su largo camino hasta pasar por Badajoz y Portugal como río señor, tiene poco que ver con el maravilloso espacio natural de las Lagunas de Ruidera, lleno de vicisitudes y escamoteos.

“…Según el color del travertino sea dorado o gris azulado o verdoso, cada laguna parece un topacio o una perla o un zafiro o una esmeralda. Tan transparente es el agua, que, desde las alturas, se puede ver el vientre nacarado de las carpas. En torno, el silencio es tan profundo que se oiría el paso del tiempo si no se oyera algo mejor de cuando en cuando: un silbo de un pastor…” (Vítor de la Serna. Nuevo Viaje de España. La Vía del Calatraveño. V)

Las Lagunas de Ruidera parecen pedir un contorno lírico; o tremebundo o infernario. Pero estas aguas están rodeadas de un paisaje manchego, de pocas alturas, sin verduras líricas ni rincones plácidos.
Monte bajo, cuñas arcillosas, tierra rota, sin disfrute ni bucolismo. Humildes paisajes de salvias, espartos, tomillos y romeros color verde viejo. Esoliegues, marrubios y lentiscos. Espinos, aliagas y velerzas.

Paisaje villano y desarreglado, que sin los montes que le talaron hace años, no resulta encuadre adecuado a la suavidad de las aguas.

Contraste de rodeos cabrerizos con aguas lunarias. Colación de hadas frígidas entre lentiscos y cagarrutas. Los romanos y romanas blanquísimos que se bañaron aquí, dejaron las ropas terragosas y guerreras en las orillas del lagunario.

Este contraste de aguas tersas y tierra desmañada, cuaja en belleza desusada, que punza con escalofríos chuscos y líricos, negros y luminares, como el viaje de Don Quijote entre cabrahígos y murciélagos, hasta el cuerpo insepulto de Durandarte. Sí; no extraña que Cervantes viese este panorama del alto Guadiana como obra merlinesca, que trocó a un escudero en río y a las hijas y sobrinas de la dueña Ruidera en lagunas.

Las lagunas son magia tétrica, cuerpos enaguados, insepultos. Un cuerpo de Durandarte mil veces repetido bajo las aguas. Una procesión de muertos palidísimos romanos y carolingios diciendo durante siglos la historia de sus amores frigorificados.

Y fuera, las ropas pastoreñas, las monteras y los zurrones esparcidos por los montes, las esquilas oxidadas de mil rebaños seculares entre los lentiscos, como frutos perdidos.

“… y yo prosigo mi viaje; pronto va a tocar a su término. Las lagunas de Ruidera comienzan a descubrir, entre las vertientes verdes y rojizas, sus claros, azules, sosegados, limpios espejos. El camino da una revuelta; allozos en flor – flores rojas; flores pálidas, bordean sus márgenes. Allá en lo alto, aparecen las viviendas blancas de la aldea de Ruidera; dominándolas, protegiéndolas, surge sobre el añil del cielo, un caserón vetusto…” (Azorín. La ruta de don Quijote. X)


Textos extraídos de la obra “Voces en Ruidera”, de Francisco García Pavón


Os invitamos a conocer las Lagunas de Ruidera a través de esta visita virtual:


Planifica tu visita guiada y ruta de naturaleza por el Parque Natural de Lagunas de Ruidera con nosotros. Solicita más información o recomendaciones para preparar tu escapada AQUÍ

Publicado el Deja un comentario

Salamanca, Aula Magna

“Feliz usted que vive en una ciudad por muchas de cuyas calles se puede ir soñando sin temor a que le rompan a uno el sueño”. Usted era Miguel de Unamuno, la apacible ciudad, Salamanca, y quien así consideraba y con tan escaso margen de error era su gran amigo Guerra Junqueiro


Unamuno dijo que era “ciudad abierta y alegre, sí, muy alegre”. George Borrow, en 1840, exclamó “¡qué espléndido lugar es Salamanca!”. La mágica superposición de la ciudad literaria y universitaria con la real hizo decir a Sciascia que Salamanca se acerca a la idea de felicidad cuando vas o vuelves de ella.
Salamanca no forma parte del paisaje, es un mundo cerrado y propio. Como una casa antigua llena de obras de arte, en la que se entra con respeto y cuyas maravillas deben ser valoradas por el que llega, porque los salmantinos saben que lo que tienen en casa es de primera calidad. A lo mejor ellos no le hacen mucho caso, pero saben lo que vale. Aunque se vea mucha gente en la calle y mucha marcha por la noche, no olvidéis que os encontráis en una de las mejores ciudades históricas de Europa, con más monumentos ella sola que algunos países completos. Pasarlo bien no significa pasar de lo bueno, y los monumentos y la historia de Salamanca son de lo mejor.
Allí nació una de las constantes de la cultura hispánica: la ciencia y la picaresca dándose la mano. La viejísima universidad del siglo XIII consiguió ser la mayor de Europa y un gran prestigio en los siglos XVI y XVII. Allí enseñaron Fray Luis de León y Francisco de Vitoria, y allí nacieron desde La Celestina, de Fernando de Rojas, a El Lazarillo de Tormes, la novela picaresca que tendría continuación salmantina con el Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, y La vida del escudero Marcos de Obregón, de Vicente Espinel. Cultura y pobreza dieron como resultado algunas de las mejores páginas de nuestra literatura, con Salamanca como escenario común de todas ellas.

Vista de Salamanca

Medallón de los Reyes Católicos, fachada de la Universidad de Salamanca

Rúa Mayor

Fray Luis de León, en la noche de Salamanca


Cultura y pobreza en torno a la ciudad de Salamanca dieron como glorioso resultado algunas de las mejores páginas de nuestra literatura


Gran parte del misterio, de la picaresca y de la historia de Salamanca permanece vivo en sus calles. Hay docenas de edificios monumentales, y también tiene varias universidades que proveen de gente muy joven las calles de la ciudad. Su panorama más evocador lo vemos desde la otra orilla del río Tormes: el Puente Romano reflejado en el agua junto a las cúpulas de sus catedrales y al friso del arbolado de la ribera. Si el lugar parece propio para evocar el Siglo de Oro, no podemos olvidar que por estas aguas traían de vuelta a las furcias que habían sido sacadas de la ciudad con motivo de la Semana Santa, en una gran fiesta colectiva llamada Lunes de Aguas.
De la postal del Tormes podemos pasar, caminando sobre el puente romano, a una de sus rarezas: las dos catedrales –Vieja y Nueva- cosidas por la espalda como siamesas nacidas con cuatro siglos de diferencia. Una lo hace en el siglo XII, la románica, y otra en el XVI, gótica, que sería terminada en estilo barroco. El milagro de no destruir la vieja catedral para construir la nueva, ha permitido ver juntas dos soluciones diferentes a un mismo problema arquitectónico. La espléndida vista que, de ambos templos, se divisa desde el Patio Chico hace lamentar que esta actitud conservacionista no sea más que una excepción en nuestra historia arquitectónica.
La universidad, afortunadamente, conserva sus hermosos edificios viejos. En torno al Patio de las Escuelas asoman las Escuelas Mayores, el Hospital del Estudio y las Escuelas Menores. Forman un conjunto plateresco de una belleza delicada y rica, capaz de hacernos viajar al pasado más brillante de Salamanca, aunque siempre encontraremos a alguien que intente sacarnos de la ensoñación para enseñarnos la dichosa rana de la fachada, que traía suerte a los malos estudiantes –A los buenos no les hace falta-. Nadie debe dejar de entrar en las Escuelas Mayores para ver el patio o el aula de Fray Luis, pero menos aún debería perderse el precioso claustro de las Escuelas Menores y el museo en el que se ve un mágico Cielo de Salamanca, un mural cuajado de estrellas donde se dibujan las constelaciones con los signos del Zodiaco.
Durante el Siglo de Oro, en las calles de Salamanca se mezclaban los catedráticos con los astutos predicadores de la orden dominica. El buque insignia de los poderosos dominicos era la iglesia convento de San Esteban, a dos pasos de la catedral y de la universidad; ellos revisaron los papeles de Colón en que pedía ayuda real para su viaje en busca de las Indias, y eran excelentes predicadores con enorme influencia cuyo parecer era extremadamente tenido en cuenta en la España de los Reyes Católicos.
La fachada de San Esteban es de lo mejor del plateresco español, una belleza labrada en el muro exterior con tanta riqueza como imaginación. Al caer la tarde se ilumina son el sol declinante ofreciendo su mejor aspecto.
En competencia con los dominicos, estaban los jesuitas, con grandes influencias en la Corte y en América. Esta orden levantó, no muy lejos de San Esteban, su edificio – emblema: La Clerecía, Colegio Real de la Compañía de Jesús, destinado hoy a Universidad Pontificia. Se trata de un inmenso conjunto de iglesia y edificios destinados a la enseñanza y a residencia de religiosos que destaca en el conjunto urbanístico de la ciudad. La descomunal cúpula del templo y las altas torres nos recuerdan el trabajo de Juan Gómez de Mora de otros arquitectos que llegan hasta el barroco, con el magnífico patio de García de Quiñones.

Casa de las Conchas

Interior de la iglesia de San Esteban

Convento de San Esteban

La Tuna


Aquí nacieron de la mano dos de nuestras constantes: la ciencia y la picaresca


En Salamanca es un placer caminar por las calles de la parte antigua sin rumbo fijo. Todo está próximo y se descubren rincones encantadores y comercios pequeños con ciertas reminiscencias artesanas e, incluso, gremiales entre excelentes edificios como la Casa de las Conchas, famosa por ser una de las mejores obras del gótico civil español, o el Palacio de Monterrey diseñado por Gil de Hontañón, para terminar llegando a la formidable Plaza Mayor, obra del barroco Alberto Churriguera. Es una de las mejores plazas del mundo, sin discusiones, hermosa, clara y compleja. Grande y acogedora, es el verdadero corazón de la ciudad que cada día atrae y vuelve a bombear a sus ciudadanos.
La vida de Salamanca pasa constantemente por la Plaza Mayor. Es el mejor lugar para citarse, para sentarse en sus terrazas, para comer o para pasear a la caída de la tarde, como se hizo siempre desde hace un par de siglos. Esta plaza ha visto de todo, desde corridas de toros a ceremonias religiosas a millares de ligues entre los jóvenes salmantinos de las últimas nueve generaciones. Ahora se liga más en las calles adyacentes, llenas de bares y pubs que desbordan gente hasta impedir la circulación. No podía ser de otra manera en una ciudad con miles de estudiantes y una joven y abundante población prestada. Acuden en busca de saber (“El que quiera saber que vaya a Salamanca”), pero muchos comprueban que “Lo que Natura non da, Salamanca non presta”.

Puente romano y catedrales

Rua Mayor de Salamanca

Catedral Nueva de Salamanca

Retablo Catedral Vieja de Salamanca

Plaza Mayor de Salamanca


Un artículo de Antonio Bellón Márquez para sabersabor.es ©

Publicado el Deja un comentario

Turismo cultural y arqueológico por el Campo de Montiel: Terrinches

Turismo arqueológico y cultural en el Campo de Montiel

Os proponemos un recorrido por uno de los enclaves más antiguos del Campo de Montiel, Terrinches, con siglos de historia a sus espaldas y una gran concentración de patrimonio cultural. Muestra de ello son los restos de un doble enterramiento humano de la Edad del Bronce encontrado en el paraje del Castillejo del Bonete dentro de una cueva sellada durante miles de años.
Volviendo a nuestros días los viajeros que pasen por aquí además de disfrutar de su paisaje serrano y sus hoces de San Isidro, podrán hacerlo de su castillo medieval y su Centro de Interpretación de la Orden de Santiago, de la Villa romana y necrópolis altomedieval de La Ontavia, pasear por la Vía romana de los Vasos de Vicarello., visitar la cueva prehistórica del Castillejo del Bonete y la ermita medieval de Nuestra Señora de Luciana con su retablo renacentista (siglo XVI), descubrir la Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Guzmán y su órgano barroco (siglo XVIII)…

…si así lo hacen, os aseguramos que no será el fin de vuestro viaje, sino el inicio de una aventura en compañía de amigos inolvidables; de personajes universales como Don Quijote y Sancho Panza; de autores cimeros de la literatura como Don Francisco de Quevedo, Jorge Manrique o Lope de Vega; de beatos y santos como Santo Tomás de Villanueva, Fray Tomás de la Virgen o la Madre Mariana de Jesús; de pintores y artistas como Fernando Yáñez de la Almedina, Matías de Arteaga Alfaro o Gaspar de la Redonda; de humanistas como Bartolomé Jiménez Patón, Fernando Ballesteros Saavedra o Pedro Collado Peralta; de personalidades históricas como el cartaginés Aníbal o el rey Justiciero, llamado por sus enemigos el Cruel, Pedro I de Castilla, muerto en desigual duelo con su hermano bastardo Enrique II a los pies de nuestro castillo de la Estrella en Montiel. Todo en la comarca del Campo de Montiel. Comenzamos.

senderismo en TerrinchesEcoturismo en Terrinches, Campo de Montiel

Interior de la ermita medieval de Nuestra Señora de LucianaInterior de la ermita medieval de Nuestra Señora de Luciana

Ruta Hoces de San IsidroRuta Hoces de San Isidro

Castillejo del Bonete

Se trata de un yacimiento arqueológico de notable interés clasificado dentro del Bronce Manchego o bronce pleno. Una fortificación con estructuras asociadas, un sistema de 4 murallas, cerramientos, cubetas y muros delimitados. Un yacimiento arqueológico de aproximadamente 500 m2, emplazado en las estribaciones septentrionales de Sierra Morena, en lo alto de una ladera orientada al sur.
El lugar se encuentra al sureste de la provincia de Ciudad Real y en lo que tradicionalmente se ha supuesto el borde meridional del área en la cual se desarrolló la Cultura del Bronce de La Mancha. Se halla estratégicamente situado junto al Camino de Aníbal, vía natural de comunicación entre la Meseta y la Alta Andalucía.

Presenta unas características que lo convierten en un yacimiento de gran interés para la ciencia arqueológica porque:

  • Agrupa espacios y utensilios de la vida cotidiana.
  • Cuenta con cinco inhumaciones de diversa tipología, varias de ellas con ajuar.
  • Posee murallas defensivas.
  • Guarda una cueva fortificada de notables dimensiones, sellada e intacta desde la Prehistoria.
  • Ha proporcionado un conjunto excepcional de materiales, entre los cuales se incluyen puntas de flecha de sílex o metálicas, puñales de cobre, botones de marfil, punzones de hueso y metal, vasos cerámicos, elementos suntuarios, brazaletes de arquero, hachas, etc.
  • Es único en su cronología y los túmulos son acumulaciones de piedra sobre una cámara funeraria con anillos perimetrales, con estructuras compartiendo el interior del túmulo. Algo verdaderamente atípico.

El elemento de mayor singularidad es la cueva que fue fortificada durante la Edad del Bronce en este lugar, y que ha permanecido sellada e intacta hasta el momento de su descubrimiento arqueológico, en 2004.

Se han registrado a lo largo de las tres campañas cinco inhumaciones, dispuestas en cuatro tumbas de diversa tipología.
La de mayor interés es la Tumba 4, debido a tres factores: es una inhumación doble, los individuos fueron enterrados en ella con un interesante ajuar y los esqueletos se hallaron en relativo buen estado de conservación, aunque presionados por el derrumbe caído sobre ellos.
La sepultura es un sencillo agujero excavado en el suelo, de planta ovalada, delimitado toscamente por mampostería irregular de caliza, de tamaño medio y sin desbastar. La cobertura de la tumba era de simple tierra, sin laja alguna de protección y que presentaba evidencias de haber realizado fuego en el lugar, sobre la tumba. Esta tumba fue excavada con metodología arqueológica en 2004 y ha sido objeto de estudio minucioso y analítica exhaustiva.

Los pobladores de este yacimiento tuvieron en la ganadería una de sus ocupaciones principales, tal y como atestiguan los restos de fauna, la presencia de vasos coladores o queseras y otros recipientes. Se trata de objetos que permiten elaborar, transportar o almacenar productos derivados de la leche. Las pesas de telar halladas parecen indicar, además, el procesado de lana.
Junto a la ganadería, la agricultura complementó su sistema económico, que fue de tipo mixto. Se han recuperado artefactos que hablan de tareas agrícolas y de transformación de productos agrarios en este lugar, tales como los molinos documentados en ámbitos domésticos, los dientes de hoz, cinco silos, o varios útiles de piedra tallada.

La gente que construyó, habitó y se enterró aquí debe ser considerada como parte de una comunidad mayor, que comercio con materiales extrapeninsulares y organizó en torno a este tramo de la Vía de los Vasos de Vicarello (Camino de Aníbal) una red consolidada de asentamientos de funcionalidad variada y complementaria, dentro de la cual el control del agua pudo jugar un papel fundamental.

Castillejo del BoneteCastillejo del Bonete

Cueva prehistórica en el Castillejo del BoneteCueva prehistórica en el Castillejo del Bonete

yacimiento arqueológico Castillejo del BoneteEnterramiento en el yacimiento arqueológico Castillejo del Bonete

Villa Romana de La Ontavia

Se trata de un yacimiento romano, tardoantiguo y medieval excepcional, situado junto a la Vía de los Vasos de Vicarello. El yacimiento cuenta con dos fases principales, que son:

A.- Villa. En este yacimiento se han localizado y estudiado una serie de estructuras que corresponden con la Pars Urbana de una villa, más concretamente, las estancias de la misma destinadas al baño: el Balneum. El edificio podría encuadrarse dentro un abanico temporal que abarca desde el siglo II hasta el V de nuestra era, momento en que estas estructuras deben suplir las instalaciones de servicios balnearios de edificios públicos urbanos. Las dimensiones del complejo termal detectado (alrededor de 200 m2) nos hablan de unas instalaciones de tamaño notable, en relación directa a las necesidades del número de bañistas que utilizaban el balneum, así como a las posibilidades del dueño de la villa.
Los baños de la villa de esta villa se adaptan a un plan lineal angular de recorrido retrogrado y cuenta con apodyterium, frigidarium, tepidarium, caldarium con praefurnium, sudatio y prognigeum.

B.- La necrópolis. Se sitúa sobre las estructuras amortizadas del complejo termal y a pesar del nivel de saqueo han sido recuperados varios elementos de ajuar. Se han documentado treinta tumbas con cincuenta cuerpos.
Este yacimiento está relacionado con otros de la misma cronología en la zona, como Puente la Olmilla, El Calvario u otros dispuestos en torno a la cercana Vía Augusta dentro del municipium de Mentesa Oretana (Villanueva de la Fuente, Ciudad – Real).

Villa Romana de La OntaviaVilla Romana de La Ontavia

Visita guiada a La Ontavia. Autor, AnthroposVisita guiada a La Ontavia. Autor, Anthropos

Villa Romana de La Ontavia, TerrinchesVilla Romana de La Ontavia

Centro interpretación TerrinchesCentro de interpretación de la Orden de Santiago, Terrinches

Torre del Castillo “Centro de interpretación de la Orden de Santiago”

Tras la Batalla de las Navas de Tolosa (1212) la Orden de Santiago repobló el Campo de Montiel, organizando su defensa a partir de la red de fortificaciones islámicas preexistentes. Con el tiempo éstas se reformaron, algunas fueron demolidas y se edificaron otras, en respuesta a las necesidades de los nuevos tiempos. Montiel fue el centro a partir del cual se estructuró toda la comarca.
El Castillo de Terrinches, de antecedentes posiblemente islámicos, formó parte de la red de defensas instaladas al sur de Montiel para crear una barrera defensiva que protegiera este territorio del enemigo situado en Al-Andalus.
En 1282 Terrinches sufrío una razzía lanzada por tropas islámicas al mando del Sultán de Marruecos, Aben Yucef, que destruyó las cosechas del pueblo y parte de su caserío. El vecindario, refugiado en el Castillo, resistía el asedio sin capitular. Les capitaneaba su Alcaide (de nombre Presonero), quien pensó rendirse al ver que los musulmanes prendían fuego al exterior del Castillo, en el intento de romper las defensas o quemar a los allí refugiados. En ese momento cobró un histórico protagonismo la mujer del Alcaide, pues cogió el mando y, confiando en los potentes muros del Castillo, animó a todos a la resistencia. Su nombre no nos ha llegado, pero las informaciones recogidas en las Relaciones de Felipe II sí mencionan que su carácter era el de una “persona varonil”. El Castillo de Terrinches soportó bien el ataque, por lo que las tropas islámicas optaron por desistir de su ofensiva para dirigirla hacia la cercana población de Almedina. En el siglo XV la línea de defensas de la que formaba parte el Castillo de Terrinches quedó obsoleta debido al avance de la Reconquista hacia el sur.
Por ello desde el siglo XVI el edificio, perdida ya su función militar, fue destinado a usos agropecuarios.
En el siglo XIX Madoz señaló su papel puntual como fortín durante las Guerras Carlistas. Planchuelo a finales de ese mismo siglo cita nuevamente su utilización como casa de labor, almacén de aperos de labranza y bodega. Este papel ha venido desempeñando hasta mediados del siglo XX.

En 2005 fue comprado por el Ayuntamiento de Terrinches con el propósito de restaurarlo para uso y disfrute del pueblo.
En 2011 fue inaugurado en su interior el espacio museográfico del Centro de Interpretación de la Orden de Santiago y el Campo de Montiel.

En la Planta Baja del Castillo se ha habilitado un área con mostrador de atención al visitante y zona de tienda junto a la entrada principal. En la misma planta se han instalado pantallas y maquetas que explican la historia de Terrinches y su castillo. En la zona que ha sido utilizada hasta el siglo XX como bodega se ha creado un diorama con escenografía de almacén, que permite explicar el uso del castillo como bodega y casa de labor en los siglos XIX y XX.
En la Planta Primera se ha programado representar la vida cotidiana en un castillo medieval, mediante mobiliario específico, maniquíes y ornamentación escenográfica. La mesa del comedor cuenta con pantallas táctiles integradas que explican los pormenores de la vida del castillo.
La Terraza del Castillo, que permite un excelente control visual del territorio, dispone de prismáticos panorámicos en cada esquina y paneles informativos de cristal blindado al ácido, troquelados de forma almenada con objeto de recuperar los volúmenes originales de la azotea. También se ha ubicado aquí una muestra de las armas de fuego que defendieron Terrinches en el siglo XV.

Castillo de TerrinchesInterior del Castillo de Terrinches

ermita medieval de Nuestra Señora de LucianaErmita medieval de Nuestra Señora de Luciana

ecoturismo en TerrinchesEcoturismo en Terrinches, Campo de Montiel


Si está interesado en realizar esta irresistible escapada cultural y arqueológica, contacte con sabersabor.es 


Publicado el 2 comentarios

Un paseo por Uclés, el Escorial de La Mancha

Monasterio de Uclés

Esta villa de la Mancha Alta ha sido desde hace siglos la capital de la otrora poderosa Orden militar de Santiago


No existen mejores testigos de la historia de Uclés que sus obras monumentales más significativas, el castillo y el monasterio. En ellos se funde una legendaria tradición medieval en la que se conjugan la biblia y la espada, que a sangre y fuego han marcado el destino de los hombres. Los recuerdos de la villa se pierden en un pasado remoto que se asoma a nosotros con la nostalgia del poderío perdido.

Monasterio de UclésMonasterio de Uclés

La ladera del cerro sobre el que se encuentra Uclés ya era utilizada como asentamiento por la población íbera anterior a la presencia en la península de los romanos. Fueron estos los primeros en conceder gran importancia al antiguo núcleo urbano incluyéndolo en el trazado de la calzada que llevaba hasta Segóbriga.

Con el tiempo se transformaría en ciudad visigoda que irremediablemente cumpliría su destino de formar parte del imperio musulmán a partir del siglo VIII. Los árabes la bautizaron con el nombre de Uklis y, al igual que con otras muchas ciudades conquistadas, apreciaron su valor estratégico como potente enclave militar frente al reconquistado reino de Toledo, arrebatado a Fath Ben Musa Ibn Zenun. Este caudillo bereber se refugió en la villa, hizo reforzar sus defensas y construyó el castillo, con mezquita y baños públicos. Sin duda había decidido crear un lugar estratégico de resistencia frente a la imposibilidad de recuperar nuevamente sus territorios.

A pesar de ello, Alfonso VI conquistó la ciudad en el año 1085 para mantener en ella la presencia de las tropas cristianas durante veintitrés años, periodo en el que se intenta una forzada integración de la población mudéjar en las costumbres de los castellanos. En 1108 vuelve a caer en manos de los almorávides tras la cruenta batalla de Uclés, que reúne todos los requisitos de la épica del momento. Las tropas musulmanas habían traspasado a frontera del Tajo y asediaban Uclés.

El rey, ya muy enfermo, envió al lugar un fuerte contingente de tropas para evitar una contraofensiva almorávide y situó al frente de sus huestes a su hijo Sancho, que no había cumplido aún los diez años, custodiado y protegido por el conde de Nájera. El resultado del encuentro fue una terrible derrota castellana en la que el bando enemigo rodeó al infante dándole muerte junto a los siete condes que le acompañaban.

Cruz de la Orden de Santiago en UclésCruz de la Orden de Santiago en Uclés

Rincón de UclésRincón de Uclés


A la Orden de Santiago pertenecieron ilustres artistas como Diego Velázquez o Francisco de Quevedo


La fortaleza no dejaría de ser musulmana hasta el año 1157, tras la firma de un pacto entre el rey Alfonso Vlll y el rey Lobo. Tan solo diecisiete años más tarde sería cedida a la Orden de Santiago, con lo que iniciaría su etapa de mayor esplendor y prosperidad. Allí fijaron residencia los más altos representantes de la orden, siendo esta la encargada de realizar la repoblación de la comarca. Este cúmulo de circunstancias, unidas a la estratégica posición que continuaba manteniendo, provocaron que Uclés se transformase en una gran ciudad fortificada presta para la batalla, pero poseedora de todo lo necesario para atender la presencia de los maestres.

Se trató de un periodo que se prolongó hasta el siglo XIV en el que la comunidad judía mantuvo una presencia importante. La decadencia de la villa fue paralela al distanciamiento progresivo de la frontera conforme se conquistaban nuevos territorios. La Orden de Santiago también trasladaba sus centros de poder siguiendo la misma línea divisoria. En 1493 esta orden militar pasó a depender de la corona, ocupada por los Reyes Católicos, y con ella la localidad. La política de restricción y sometimiento de los maestrazgos y señoríos practicada por Isabel y Fernando dictó su definitivo ocaso.

Ya en el año 1809, fiel a su tradición guerrera, la ciudad fue protagonista de la batalla librada entre las tropas españolas capitaneadas por Venegas y Serra, y las napoleónicas bajo el mando del mariscal Víctor, en la que se registró una importante victoria francesa.

El Escorial de La ManchaEl Escorial de La Mancha

Claustro del Monasterio de UclésClaustro del Monasterio de Uclés

Fachada del Monasterio de UclésFachada del Monasterio de Uclés


Un impresionante monasterio que le otorga su sobrenombre y esconde entre sus muros una joya arquitectónica y artística sin parangón en la comarca


Uno de los testigos más importantes de la historia de Uclés es “El Escorial de La Mancha”, sobrenombre popular con el que se ha bautizado al monasterio, construido entre los siglos XVI y XVIII sobre una antigua iglesia gótica. Es de planta cuadrada y el espacio central está ocupado por un patio y un claustro formado por dos cuerpos. Hacia el exterior muestra una de las obras de mayor tamaño del plateresco español, la fachada del muro este, que se divisa desde la villa.

Las portadas norte y oeste están formadas por arcos de medio punto sobre columnas, destacando en la segunda el medallón de Santiago y las torres gemelas que la flanquean. La portada principal es del año 1735, atribuida a Pedro de Ribera. Toda ella es churrigueresca rematada por un busto del apóstol con espada y estandarte.

El claustro, del siglo XVII, se compone de dos alturas con treinta y seis arcadas. Es obra de Francisco de Mora, discípulo de Herrera, el arquitecto de El Escorial, y en él se puede apreciar una escalera barroca de cuarenta y cuatro escalones realizados cada uno de ellos de una sola pieza de piedra caliza.

La planta de la iglesia es de cruz latina con una nave, y sobre el crucero se eleva una cúpula de media naranja que en su parte exterior está rematada por un chapitel.

La sacristía fue terminada durante el año 1537 y la sala capitular, de gran interés, contiene un busto del emperador Carlos I y también de los treinta y seis maestres de la Orden de Santiago.

En el refectorio se conserva enteramente un artesonado tallado en madera de pino melis, compuesto por 36 casetones, entre los que destacan el del rey Carlos V y el de una calavera coronada que pudiera ser la de Don Álvaro de Luna.

Artesonado del refectorio en el interior del Monasterio de Uclés Artesonado del refectorio en el interior del Monasterio de Uclés

Puerta principal del Monasterio de Uclés en la fachada surPuerta principal del Monasterio de Uclés en la fachada sur

Interior de la iglesia del Monasterio de UclésInterior de la iglesia del Monasterio de Uclés

En el año 1530 trabajaba en el monasterio el gran maestro Andrés de Vandelvira (yerno de Francisco de Luna) que con el correr del tiempo sería conocido por sus impresionantes trabajos en la Plaza Mayor de su localidad natal, Alcaraz, en la Catedral de Jaén, en la Sacra Capilla del Salvador de Úbeda, Catedral de Baeza y un largo etc.

Las piedras utilizadas en esta fase se trajeron de la cercana ciudad romana de Segóbriga por lo que no es extraño ver algunas de las mismas con inscripciones romanas que han sido reutilizadas en esta parte del edificio, concretamente dos lapidas en el exterior del lado este de la fachada, una de ellas junto a la ventana central del refectorio puede leerse «Iulius Celtiber«.

A destacar que en la iglesia de este monasterio estuvieron enterrados el maestre de la Orden don Rodrigo Manrique y su hijo Jorge Manrique (1440-1479), señor de Villamanrique (Ciudad Real), conocido por haber escrito Coplas por la muerte de su padre. En la construcción de la actual iglesia las tumbas fueron removidas y al día de hoy se desconoce tanto el lugar del enterramiento como el destino de los restos mortales de ambos personajes.

Claustro superior del Monasterio de UclésClaustro superior del Monasterio de Uclés


Os recomendamos completar la visita con el cercano e importante yacimiento de la ciudad romana de Segóbriga, el Parque Natural de la Laguna del Hito y la monumental Huete


En cuanto al castillo de Albarllana, la otra obra monumental de Uclés, guarda la estructura originaria del siglo XI. La parte más importante que se conserva son las dos torres unidas entre sí por un arco. Son las torres del homenaje y de la plata. El centro de esta fortaleza debió de ser el terreno ocupado actualmente por el monasterio.

Por cierto, en el Monasterio de Uclés se han rodado diversas películas, entre ellas podemos citar “Los tres mosqueteros” de Richard Lester, “El puente de San Luis Rey” de Mary McGuckian y “El capitán Alatriste” de Agustín Díaz.


Planifica tu viaje a Uclés con nosotros. Solicita más información o recomendaciones para preparar tu escapada./span>


Un artículo de Antonio Bellón Márquez para sabersabor.es ©

Publicado el Deja un comentario

8 Rutas de naturaleza y cultura por el Campo de Montiel

ecoturismo Campo Montiel

Ciudad Real nos ofrece un gran número de opciones para disfrutar de la naturaleza con todos los miembros de la familia mientras hacemos ejercicio. La comarca del Campo de Montiel concentra en su territorio diferentes alternativas que se ajustan a la perfección a los diferentes perfiles, capacidades o gustos de cada persona. Rutas de senderismo que nos llevarán a descubrir escondidos rincones, a recorrer frondosos y coloridos campos o a pisar grandes sierras. Rutas para interpretar el paisaje, la cultura, la historia, la arquitectura rural, las costumbres, la gastronomía… Una auténtica experiencia natural y cultural.
Aquí tenéis los itinerarios más interesantes e importantes que os ofrecemos y organizamos a través del proyecto “Senderos del Campo de Montiel”. ¡Qué disfrutéis!

1. De Villanueva de los Infantes a Fuenllana


Distancia:

15 km en total, ida y vuelta, aproximadamente. Recomendada para todos los públicos.

Descripción de la ruta:

Un itinerario con un importante patrimonio paisajístico y artístico pues discurre entre Villanueva de los Infantes, Conjunto Histórico-Artístico Nacional desde el año 1974, uno de los más bellos de nuestro país y centro histórico de la Comarca del Campo de Montiel, citada hasta cinco veces por D. Miguel de Cervantes en su obra más universal, y Fuenllana, villa rural manchega por excelencia de toda la provincia de Ciudad – Real, y un magnífico ejemplo de lo que debe ser un pueblo con estilo propio, integrado en su paisaje, su historia y su cultura. Todo un viaje al irrepetible Siglo de Oro español.
Iniciaremos nuestra ruta en la plaza de la Fuente vieja de Villanueva de los Infantes, y siguiendo dirección sureste, hasta abandonar la población, caminaremos por una inmensa llanura únicamente alterada por pequeñas elevaciones muy erosionadas, jalonadas con aulagas y retamas.
Una mirada al norte nos permitirá divisar las sierras de Alhambra y la del Cristo, y hacia el suroeste la Cabeza de Buey, que nos indican las estribaciones de Sierra Morena, al sur del Campo de Montiel.
Nuestro camino avanzará atravesando Las Cabezas de Fuenllana con una maravillosa vegetación autóctona, hasta cruzar el río Tortillo, desde donde divisaremos ya la población de Fuenllana.
Una interesante flora compuesta por lechetrezna, marrubio, tomillo, romero, chupamieles, heno, flor de papel y algunas encinas centenarias harán nuestras delicias hasta llegar a Fuenllana, donde visitaremos las ruinas de Santa Catalina, la plaza de Santo Tomás y el Convento de los Agustinos.
Tras un merecido descanso, iniciaremos el camino de vuelta a Villanueva de los Infantes, donde a la llegada realizaremos la imprescindible visita guiada para descubrir su enorme patrimonio histórico y artístico.

Ruta Infantes Fuenllana ecoturismo sabersabor turismo en La Mancha

Villanueva de los Infantes turismo con sabersabor.es

Fuenllana visita guiada ecoturismo sabersabor turismo en La Mancha ruta senderismo

Fuenllana Santa Catalina visita guiada ecoturismo sabersabor turismo en La Mancha ruta senderismo

2. De naturaleza por Villahermosa. En tierras del Alto Guadiana


Distancia:

18 km en total, ida y vuelta, aproximadamente. Recomendada para todos los públicos.

Descripción de la ruta:

La localidad de Villahermosa atesora un enclave paisajístico y ecológico de primer orden: el nacimiento del río Guadiana. Realizaremos una espectacular ruta de naturaleza por esta zona desconocida del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera.
Nuestra ruta comenzará en la laguna Blanca, la primera del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, un espectáculo para los sentidos, además de una curiosidad ecológica y geológica de primer orden tanto en España como en todo el ámbito europeo.
Caminaremos en dirección norte, disfrutando de un bello paisaje jalonado de sabinas y enebros de impresionante porte, hasta llegar a la laguna Conceja, de un intenso color azul turquesa, más propio de la idea que todos tenemos de lugares exóticos y tropicales.
A continuación, nuestro camino nos conducirá hasta la laguna Tomilla, donde descubriremos dos parajes muy singulares: el baño de las monjas y el baño de las Mulas, dique de donde se nutría el canal que abastecía a la central hidroeléctrica de Ruipérez.
Tras una pausa para el tentempié, iniciaremos el camino de vuelta en dirección sur a través de sendas y caminos tradicionales, entre el maravilloso bosque mediterráneo de encinas centenarias y retamas que sustituye a las sabinas y enebros de nuestra primera parte del recorrido.
En este trayecto de vuelta, visitaremos un antiguo molino hidráulico y la maltrecha central hidroeléctrica del Osero.
Proseguiremos nuestro camino hasta llegar al punto de partida donde daremos por finalizada la ruta senderista.

Opción: comida típica manchega en un cortijo de la zona. 

Laguna Conceja Villahermosa Alto Guadiana ecoturismo senderismo Lagunas de Ruidera turismo sostenible sabersabor La Mancha Ciudad Real

Villahermosa Alto Guadiana ecoturismo senderismo interpretativo Lagunas de Ruidera turismo sostenible sabersabor La Mancha Ciudad Real

Villahermosa Alto Guadiana ecoturismo senderismo Lagunas de Ruidera turismo sostenible sabersabor La Mancha Ciudad Real encina

3. Terrinches y las Hoces del Gongares


Distancia:

10 km en total, ida y vuelta, aproximadamente. Recomendada para todos los públicos.

Descripción de la ruta:

Descubriremos el municipio de Terrinches, con siglos de historia a sus espaldas, realizaremos una espectacular ruta de naturaleza por las Hoces del Gongares.
Desde la plaza de la localidad iniciaremos nuestra ruta (tramo urbano) para ver la ermita de San Antón y el castillo de Terrinches con visita guiada. A continuación, realizaremos la ruta de senderismo interpretativo caminando hacia el sur, contemplando unas bellas vistas de Sierra Morena y la Sierra del Relumbrar. Divisaremos el lugar donde confluyen las provincias de Albacete, Jaén y Ciudad Real.
Seguiremos nuestro camino rumbo al santuario medieval de Luciana, con restos arqueológicos romanos. Justo enfrente encontraremos la ermita del Santo Cristo.
Nuestra excursión nos llevará por fin al espectacular paraje de las Hoces de San Isidro, donde el arroyo del Sumidero y Gongares se unen y dibujan unas caprichosas hoces sobre elevaciones paleozoicas de pizarra. En el paraje se encuentra también la ermita de San Isidro y un área recreativa.
La vuelta la haremos por el camino del Gongares y descubriremos los restos de la Vía Augusta hasta llegar al Santuario de Luciana, con otra área recreativa. De nuevo en Terrinches daremos por finalizada la jornada.

Terrinches y las Hoces del Gongares castillo Orden Santiago

Terrinches y las Hoces del Gongares senderismo Campo de Montiel

Terrinches y las Hoces del Gongares senderismo Campo de Montiel Sabersabor.es

4. Entre Templarios y el Castillo de Montizón


Distancia:

14 km en total, aproximadamente. Recomendada para todos los públicos.

Descripción de la ruta:

Descubriremos el municipio de Torre de Juan Abad, señorío de Don Francisco de Quevedo y con siglos de historia a sus espaldas, como comprobaremos en la visita a la ermita templaria de Nuestra Señora de la Vega del siglo XIII, realizaremos una espectacular ruta de naturaleza hasta llegar a la impresionante fortaleza del Castillo de Montizón, donde Jorge Manrique escribió sus famosas Coplas.
Iniciaremos nuestra ruta en la ermita templaria de Nuestra Señora de La Vega, a 4 Km de Torre de Juan Abad, para proseguir en dirección sur y paralelos al arroyo de la Vega, visitando las ruinas del molino de Frías.
Nuestro camino seguirá rumbo al Torreón de la Higuera desde el que disfrutaremos de unas preciosas vistas. A continuación, nuestra excursión nos llevará hacia el Castillo de Montizón, morada del poeta Jorge Manrique y construido junto al río Guadalén, que le sirve de foso natural.
Seguiremos caminando por un terreno paleozoico de cuarcitas y pizarras, donde se mezclan encinas centenarias con retamas y jaras, hasta llegar a un merendero perteneciente a la Ruta del Quijote.
Tras un merecido descanso, iniciaremos la marcha en dirección a Villamanrique a través del bello paraje de ‘La Calerilla’ y el arroyo de Cobastigas. Durante el trayecto avistaremos múltiples rapaces en un entorno pizarroso único.
Con la llegada a Villamanrique daremos por finalizada la ruta.

Entre Templarios y el Castillo de Montizón senderismo Campo de Montiel

Entre Templarios y el Castillo de Montizón senderismo Campo de Montiel rio Guadalen

Entre Templarios y el Castillo de Montizón senderismo interpretativo turismo familiar Campo de Montiel

5. Del Castillo de Montizón a Venta Nueva, la fonda de Don Quijote


Distancia:

16 km en total, aproximadamente. Recomendada para todos los públicos.

Descripción de la ruta:

Descubriremos las tierras de Villamanrique, jalonadas de castillos y torreones con siglos de historia a sus espaldas, realizaremos una espectacular ruta de naturaleza desde la impresionante fortaleza del Castillo de Montizón, donde Jorge Manrique escribió sus famosas Coplas, hasta llegar a Venta Nueva, fonda de Don Quijote por obra de la pluma de Cervantes.
Iniciaremos nuestra ruta en el Castillo de Montizón, morada del poeta Jorge Manrique y construido junto al río Guadalén, que le sirve de foso natural.
Una vez concluida la visita al castillo, seguiremos nuestro camino por un terreno paleozoico de cuarcitas y pizarras, donde se mezclan encinas centenarias con retamas, jaras y coscojas.
A través del collado de Cantares, bordearemos el cerro de Calerilla y nos incorporaremos al antiguo cordel de Albacete. Iniciaremos un lento descenso, cruzando numerosos arroyos hasta adentrarnos en lo más profundo de la Sierra Morena montieleña.
Nuestro camino nos conducirá a Venta Nueva, referencia literaria internacional a través del ilustre personaje Don Quijote y encrucijada de caminos. En esta venta manchega, donde se manteó a Sancho, confluyen el paso de Sierra Morena a través de la Vía Augusta, el milenario Camino de Aníbal y postrero de Andalucía.
Durante todo el recorrido podremos disfrutar del avistamiento de rapaces y de otros animales, especialmente ciervos.
Con la llegada a Venta Nueva daremos por finalizado el itinerario de naturaleza y cultura.

ruta castillo Montizón Venta Nueva Senderismo interpretativo ecoturismo Campo de Montiel Sabersabor

ruta castillo Montizón Venta Nueva Senderismo ecoturismo Saber sabor

Venta Nueva fonda de Don Quijote ecoturismo Campo de Montiel sabersabor.es

6. De senderismo por el Camino de Aníbal


Distancia:

14 km en total, ida y vuelta, aproximadamente. Recomendada para todos los públicos.

Descripción de la ruta:

Descubriremos las tierras del municipio de Puebla del Príncipe, encrucijada de caminos del antiguo Imperio Romano y con siglos de historia a sus espaldas, realizaremos una espectacular ruta de naturaleza por el Camino de Aníbal.
Iniciaremos nuestra ruta en Puebla del Príncipe, a los pies de su Torreón-Fortaleza del siglo XIII, parte del sistema defensivo de Al-Ándalus.
Continuaremos caminando hacia el sur, hasta llegar a la ermita de Nuestra Señora de Mairena, construida sobre una antigua mansión militar romana en el camino de Cádiz a Roma (Vía Augusta o Camino de Hércules). A sus pies se encuentra una fuente de agua cristalina que emana y da fecundidad a los terrenos que la rodean.
Nuestra ruta seguirá rumbo hacia el sur hasta incorporarnos al histórico e importante Camino de Aníbal. A partir de aquí el paisaje se rompe por completo, dando paso al bosque mediterráneo y a las sierras. Un paisaje con numerosos arroyos donde avistaremos múltiples rapaces.
Y de este bosque pasaremos a una altiplanicie de pastos desde donde disfrutaremos de unas inmejorables vistas con la Sierra del Relumbrar al frente, Sierra Morena al sur y las poblaciones de Puebla del Príncipe, Terrinches y Albaladejo al norte.
A continuación llegaremos a la bifurcación de nuestro camino en la Vía Augusta de verano, junto al que se pueden visitar las villas romanas de La Ontavia, Luciana o Puente Olmilla, y la Vía Augusta de invierno, por encima de las elevaciones mesozoicas.
Tras cruzar el arroyo de Santa María iniciaremos el camino de vuelta hasta Puebla del Príncipe donde daremos por finalizada la ruta senderista.

camino Aníbal Campo de Montiel ecoturismo sabersabor senderismo interpretativo

Camino de Anibal Campo de Montiel senderismo interpretativo sabersabor.es

camino Aníbal Campo de Montiel ecoturismo sabersabor

7. Senda del Pie de Enmedio, Parque Natural de las Lagunas de Ruidera


Distancia:

12 km en total, ida y vuelta, aproximadamente. Recomendada para todos los públicos.

Descripción de la ruta:

Un itinerario en un enclave privilegiado: el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera. Un rosario de bellas lagunas y que en conjunto constituyen todo un espectáculo para los sentidos, además de una curiosidad ecológica y geológica de primer orden tanto en España como en todo el ámbito europeo.
Partiendo de la aldea de San Pedro el sendero transcurre bordeando la Laguna San Pedro (San Pedra para los lugareños), hasta llegar al cerro de Los Almorchones, desde donde podremos disfrutar de una magnífica panorámica. Por el camino de la Ringurrina, la acompañante soledad de estos luminosos paisajes, nos regalará la hermosa contemplación de arquitectura popular bien conservada en cortijos de labranza y pastoreo.
Monumentales ejemplares de sabina albar jalonan nuestro camino entremezcladas con el resurgir del vigoroso encinar, liberado desde hace medio siglo, de la presión del pastoreo intensivo. Romeros, tomillo, espliego, gamones y multitud de herbáceas pueblan estos páramos, enmarcando los espejos de las lagunas.
Dependiendo de la temporada o estación del año, encontraremos el paisaje más suave y verde, o por el contrario más áspero y pardo en los meses de verano. Sin embargo cualquier día y cualquier época ofrecen multitud de atractivos, contrastes y matices, recuerdos de saludables días en contacto con la naturaleza, la cultura y la belleza.
Lomas y páramos cubiertos para cada vez más frondosos montes, nos van anticipando la sorprendente aparición de los aparentes espejismos de las Lagunas. Las descubriremos por la parte más salvaje, pues las lagunas Conceja y San Pedro mantienen intacta la hermosura natural que la infinita paciencia del transcurrir de los milenios, ha ido construyendo con cada gota de agua llovida, escurrida y evaporada en el incesante ciclo artífice de estos encantadores y encantados paisajes, descubiertos por don Quijote e inmortalizados por Cervantes.
Junto a la venta del Celemín, una centenaria noguera, que es como suele llamarse por aquí a los nogales, acompañada de otras tantas más jóvenes, junto a viejos sauces blancos, dan idea de la riqueza del suelo y las posibilidades de haber albergado en tiempos pasados frondosas alamedas de árboles de ribera, como el olmo común, álamo negro, mimbrera, o álamo blanco.
Al amanecer y al atardecer es cuando más variedad de trinos oiremos y más aves observaremos.

Senda del Pie de Enmedio, Parque Natural de las Lagunas de Ruidera ecoturismo senderismo turismo sostenible sabersabor La Mancha Ciudad Real Lengua

Senda del Pie de Enmedio, Parque Natural de las Lagunas de Ruidera ecoturismo turismo sostenible sabersabor La Mancha Ciudad Real Laguna del Rey

Senda del Pie de Enmedio Aguilucho lagunero Parque Natural de las Lagunas de Ruidera ecoturismo turismo sostenible sabersabor La Mancha Ciudad Real Laguna del Rey

8. Santa Cruz de los Cáñamos y el río Guadalén


Distancia:

9 km en total, ida y vuelta, aproximadamente. Recomendada para todos los públicos.

Descripción de la ruta:

Descubriremos las tierras de Santa Cruz de los Cáñamos, un bonito pueblo rodeado de fuentes y manantiales, realizaremos una espectacular ruta de naturaleza por el valle del río Guadalén.
Comienza nuestra ruta con la ascensión hacia el paraje de Campo Mojado, un terreno donde la erosión de la caliza da paso a las arcillas y yesos, y junto al importante enclave llamado Cabeza del Mijo, jalonado de yacimientos arqueológicos.
Seguiremos nuestro camino en dirección norte para disfrutar de unas maravillosas vistas del valle del Guadalén con la población de Almedina al fondo.
A través de un auténtico bosque de olivares, llegaremos hasta el arroyo de la Zarza, nacimiento del río Guadalén.
Nuestro camino nos conducirá hasta Santa Cruz de los Cáñamos, desde cuya iglesia parroquial nos deleitaremos con una bella vista de la vega del Origón y del Campo de Montiel.
Con la llegada a Santa Cruz daremos por finalizado el itinerario.

Santa Cruz de los Cáñamos y el río Guadalén ecoturismo ruta senderismo interpretativo naturaleza sabersabor.es turismo familiar

Santa Cruz de los Cáñamos y el río Guadalén ecoturismo ruta senderismo interpretativo naturaleza sabersabor.es


En La Mancha se esconden multitud de rincones de una belleza e historia inigualable. Te invitamos a conocerlos de nuestra mano. Descubrirás paisajes y lugares que te transportarán a otra época… Más información en Ecoturismo y Naturaleza

Publicado el 1 comentario

De visita al yacimiento de Oreto – Zuqueca

Oreto Zuqueca

El conjunto del yacimiento, que incluye una catedral aún no excavada, supera las 25 hectáreas de extensión


El yacimiento arqueológico de Oreto – Zuqueca se encuentra situado en el término municipal de Granátula de Calatrava (Ciudad – Real), en la región natural del Campo de Calatrava, a unos 5 Km al sur del núcleo urbano, en el valle del río Jabalón y a un escaso centenar de metros de su ribera. Bajo su suelo se ocultan a día de hoy más de 17 siglos de historia.
El yacimiento como tal consta de tres partes diferenciadas. Al oeste se encuentra Cerro Domínguez, donde son perfectamente visibles en sus laderas las diferentes terrazas que se corresponden con los restos existentes. La parte central, en llano, está dominada por la actual ermita, en torno a ella puede visitarse la intervención arqueológica musealizada realizada en los últimos años. Finalmente, al este, se encuentra el Cerro de los Obispos, de forma cónica.

Parte central del yacimiento Oreto Zuqueca. Al fondo, el Cerro de los ObisposParte central del yacimiento. Al fondo, el Cerro de los Obispos. Autor, Eduardo A. Sánchez Ferrezuelo y Érika López Gómez

Oreto Zuqueca yacimiento Parte del yacimiento acondicionado para visitas. Autor, Eduardo A. Sánchez Ferrezuelo y Érika López Gómez

La parte meridional del valle está rodeada por una cadena de cerros de escasa altura que se extienden a lo largo de los márgenes del río Jabalón con dirección Sureste Noroeste, y que originan una serie de pasos naturales que permiten la comunicación de la zona, por una parte, hacia la alta Andalucía, a través de Calzada de Calatrava y Puertollano y, por otra, hacia la Submeseta Sur por Valdepeñas y Manzanares.
Geológicamente es una zona de transición entre la parte más occidental de la llanura manchega y el Campo de Calatrava. En las sierras aparecen materiales de origen paleozoico, que deformados por la Orogenia Hercínica, dan lugar a largos y estrechos sinclinales. Los valles situados entre los cerros están recubiertos por materiales terciarios compuestos por arcillas, a veces margosas, y arenas, coronadas por bancos calcáreos.
Además, el entorno es conocido por la importante presencia de testimonios de origen volcánico como “sismitas”, “maares” y la única “fumarola” activa de la Península Ibérica. Imprescindible la visita al volcán de Cerro Gordo
El hacer esta breve referencia a la historia geológica es importante, ya que todos los materiales empleados en las construcciones del yacimiento, con la excepción de algunos bloques de granito, son los de la zona. El más abundantemente empleado fue la cuarcita y en menor proporción se emplearon las calizas recristalizadas del Plioceno y los encostramientos calcáreos que, por su facilidad de obtención, se utilizaron en forma de grandes lajas. También hay que destacar la utilización de material volcánico que, por su escaso peso y gran resistencia, alivia el peso de las estructuras. El basalto olivino utilizado, procede, en su mayor parte, del volcán de La Columba, y los escasos bloques de granitos detectados en las construcciones del yacimiento pueden provenir de la zona de Valdepeñas, único sitio cercano donde aflora este material.

Puente de Baebio. Autor, Jumadogo

Hispania con Augusto

Todas las características geográficas y geológicas señaladas anteriormente, han hecho del lugar un importante enclave arqueológico desde muy antiguo. Las fuentes proporcionan datos de la existencia de Oreto o Oretum, como capital Norte de la Oretania, una de las provincias romanas de Hispania. Está localizada en el Cerro Domínguez, muy cercano a la actual Ermita de Oreto – Zuqueca. Las excavaciones realizadas en el año 1975-76 dieron como resultados la aparición de restos materiales pertenecientes a una ocupación continuada desde el siglo IV a.C. (relacionada con el mundo ibérico) hasta el siglo XII d.C.
En época romana esta zona continuó teniendo importancia, según testimonia la lápida que conmemora la construcción del puente de Baebio, de fines del siglo I y principios del II. Actualmente se conserva en el Ayuntamiento de Almagro y que traduce el P. Fita: “Publio Baebio Venusto, hijo de Publio Baebio Besister, Oretano, a petición del regimiento y del pueblo hizo este puente para honra de este templo con gasto de 80.000 sestercios y después la dedicó, habiendo hecho en la fiesta de la dedicación juegos circenses de a caballo”.
Además de este testimonio, Hervás y Buendía menciona la existencia en la ciudad de Oreto de un templo, de un teatro y de un circo, pero no los sitúa con exactitud. Del templo, también Corchado Soriano hace mención, como posiblemente dedicado a la Diosa Proserpina.


En épocas de sequía, se pueden observar parte de la calzada y algunos de los arcos y tajamares del puente romano de Baebio


Las referencias al mundo paleocristiano se confirman, no solamente con los restos aparecidos en la Ermita de Oreto-Zuqueca, (concretamente un baptisterio del siglo IV), sino también por la existencia de una lápida encontrada en el Cerro de Oreto, que hace mención a la existencia de un granero o almacén, fechada en el 387 de la Era Cristiana. Según el dibujo que de ella ha llegado, aparece un crismón que trae pendientes las letras alfa y omega, prueba de que el culto cristiano estaba ya vigente en esa época.
Las invasiones godas producen una fuerte crisis sobre esté y otros lugares habitados en la península. La crisis afecta tanto al poblamiento rural como al urbano, provocando el ocaso del mundo tardorromano de la Oretum Germanorum hacia finales del siglo IV.
Cuando la ciudad ya no era ni siquiera un recuerdo, los visigodos ocupan el extrarradio del ámbito episcopal, imponiéndose así una nueva disposición territorial mediante la distribución de las tumbas sin un orden determinado. En la actualidad se puede contemplar sobre una pequeña superficie, más de ciento treinta tumbas de todas clases, variedades y tamaños.

Baptisterio

Enterramientos

Interior de la Ermita de Oreto -Zuqueca

En época visigoda, Oreto fue Sede Episcopal de la Oretania, junto con Castulo y Mentesa y, aunque no se ha podido comprobar que sea de la misma antigüedad que las anteriores, se conocen el nombre de ocho de sus Obispos por su asistencia a los Concilios Toledanos, desde el año 589 hasta el año 693. Como testimonio de la existencia de esta sede, se conoce la lápida de la tumba del obispo Amador, aparecida en un lugar muy cercano al yacimiento, el Cerro de los Obispos, con la siguiente inscripción: “Al encuentro del Rey Celestial salió Amador sacerdote, teniendo 43 años de edad el día 9 de febrero de la Era 652 (año 614), año segundo de Sisebuto, felizmente reinante. Vivió en el cargo de su Episcopado un año y diez meses. Pasó a mejor vida en paz, amén”.
Se confirma plenamente la presencia visigoda, con la aparición de una necrópolis, y de un conjunto de edificios construidos desde época paleocristiana hasta finales de época visigoda, restos bien documentados arqueológicamente. Según Corchado Soriano, la mayoría de los historiadores creen que Oreto fue destruido con la invasión musulmana en el 711, aunque existe la teoría de que, al menos en parte, subsistió como tributaria de los vencedores con el nombre de Urit hasta el año 853, en que, según Torres Balbas en la obra Ciudades Yermas, pudo haber sido arrasada en una de las muchas razzias de las Guerras Civiles por los toledanos sublevados, siendo sus pobladores trasladados a Calatrava la Vieja, sin embargo, en la zona quedan restos de una ocupación hasta época más tardía.
Las fuentes cristianas de aquellos años son prácticamente inexistentes, pero las árabes mencionan a la ciudad tanto con el nombre de Oreto, como con el de Urit, lo que indicaría que ésta estuvo ocupada por bereberes y que se convirtió en una de las etapas dentro de la ruta de los ejércitos salidos de Córdoba hacia Toledo.


Tras el abandono de Oreto surge Zuqueca, castellanización del árabe ‘as-sukaya’, topónimo interpretado por los árabes como el ‘camino’, el ‘cruce’


Las guarniciones de los sirios, asentados en los alrededores de Sierra Morena, dejaron en este asentamiento su influencia oriental sobre una de las construcciones más llamativas del yacimiento. Se trata de los baños o ‘hammam’. Hoy se puede divisar, sin demasiado esfuerzo a la imaginación, la entrada suroeste que desemboca en un vestíbulo, la sala fría dando paso a la sala templada provista de su correspondiente bañera o sala caliente, con dos bañeras sobre el hipocausto (elemento parecido a un horno, o gloria, que sirve para dar calor).
La antigüedad de los materiales podría demostrar que estamos ante uno de los baños más ancestrales del siglo IX, cuyo precedente se sitúa en los baños del desierto de Jordania, los de Qusayr Amra, del siglo VIII.
El conjunto religioso, que hoy se conoce como Santuario de la Virgen de Oreto y Zuqueca, datado en 1243, comprende diferentes edificios que, sobre las ruinas de construcciones de época tardorromana y visigoda de Oreto y Zuqueca, comenzaron a reconstruirse a partir de la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, dando lugar a lo que hoy conocemos como Ermita propiamente dicha, casa-hospedería de los antiguos santeros y una casa dedicada en la actualidad a almacén de aperos.


Fuentes:
• GARCÉS TARRAGONA, A. M. y ROMERO SALAS, H., «Algunas notas antropológicas de la necrópolis de Oreto-Zuqueca», 2002.
• GARCÉS TARRAGONA, A. M., ROMERO SALAS, H. y FUENTES DOMÍNGUEZ, A., «Yacimiento arqueológico de Nuestra Señora de Oreto-Zuqueca (Granátula de Calatrava)», en Investigaciones arqueológicas en Castilla La Mancha, 2004, pp. 307-324.
• DONOSO GARCÍA, S. y RIPOLL VIVANCOS, P.J.: «Zuqueca», en Del nombre de las cosas: Granátula de Calatrava. Ensayo de toponimia. Ciudad Real, 2004.
• GARCÉS TARRAGONA, A.M. y RIPOLL VIVANCOS, P.J.: «De Sikka a Zuqueca», en X Congreso Internacional de Caminería Hispánica. Madrid, 2010