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Villamanrique y el poeta Jorge Manrique

castillo montizon villamanrique

«Coplas a la muerte de su padre» es uno de los poemas clásicos de la literatura de todos los tiempos

Es imposible no relacionar a este pueblo del Campo de Montiel con el gran poeta Jorge Manrique, que, aunque no nació aquí siempre estuvo muy ligado a estas tierras. Seguramente su paisaje, cercano a Sierra Morena y a la Sierra de Alcaraz, le sirvió de inspiración en muchos de sus versos.

Además de a este autor la historia de Villamanrique está ligada a la Orden de Santiago y a los castillos que ésta usó para su defensa, como los del Eznavexore o Torres Xoray y el castillo de Montizón.

Si nos quedamos en el pueblo podremos disfrutar de su impresionante iglesia dedicada a la advocación de San Andrés y de sus casas señoriales entre las que destaca la de los Manrique.
Ambas construcciones fueron declaradas Bienes de Interés Cultural en los años 90 del siglo XX.

Villamanrique castilla la mancha

A comienzos del siglo XVI, Villamanrique servía de punto de paso estratégico desde el Reino de Valencia al de Granada, así como desde Andalucía hacia La Mancha

 

recital jorge manrique campo montiel
Recital en honor a Jorge Manrique.
Jornadas ‘Campo de Montiel Abierto’.
Recita José-María González Ortega.
Música en directo por Emilio Villalba y Sara Marina.

JORGE MANRIQUE Y LAS JORNADAS MANRIQUEÑAS

Jorge Manrique fue señor de Villamanrique, comendador del castillo de Montizón, Trece de Santiago, duque de Montalvo por concesión aragonesa y capitán de hombres de armas de Castilla, fue más un guerrero que escritor, pese a lo cual fue también un insigne poeta, considerado como el primero del Prerrenacimiento.

Su obra poética no es extensa, unas 40 composiciones. Se suele clasificar en tres grupos: amoroso, burlesco y doctrinal. Son, en general, obras satíricas y amorosas dentro de los cánones de la poesía cancioneril de la época, todavía bajo influencia provenzal, con un tono de galantería erótica velada por medio de finas alegorías.

Destacan de forma señera por unir tradición y originalidad las Coplas a la muerte de su padre. En ellas Jorge Manrique hace el elogio fúnebre de su padre, Don Rodrigo Manrique, mostrándolo como un modelo de heroísmo, de virtudes y de serenidad ante la muerte.

El poema es uno de los clásicos de la literatura española de todos los tiempos y ha pasado al canon de la literatura universal.

En el mes de mayo se celebran en Villamanrique unas jornadas entorno a la figura del poeta Jorge Manrique. En estas jornadas se dan cita la cultura además de numerosos actos, juegos medievales, mercadillos…

Los placeres y dulzores
de esta vida trabajada
que tenemos,
no son sino corredores,
y la muerte, la celada
en que caemos.
No mirando a nuestro daño,
corremos a rienda suelta
sin parar;
desque vemos el engaño
y queremos dar la vuelta,
no hay lugar.

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir,
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.

Los estados y riqueza,
que nos dejen a deshora
¿quién lo duda?
no les pidamos firmeza,
pues son de una señora
que se muda.
Que bienes son de Fortuna
que revuelven con su rueda
presurosa,
la cual no puede ser una
ni estar estable ni queda
en una cosa.
Extracto de «Coplas a la muerte de su padre». Jorge Manrique, 1477

Durante un fin de semana Villamanrique nos transporta a la época medieval que Jorge Manrique vivió en esta localidad

villamanrique campo montiel

QUE VER EN VILLAMANRIQUE

La construcción de la iglesia de San Andrés, de finales del siglo XV al XVII y declarada Monumento Nacional, se la debe el pueblo a la Orden de Santiago dentro del estilo gótico de transición al renacimiento. Tiene una sola nave y capillas laterales.

A los pies está la torre de planta cuadrada en su parte inferior y octogonal en la superior. Podrás subir hasta ella por los 107 peldaños de piedra labrada de su escalera de caracol, que también te permitirá acceder al coro.

La cúpula de media naranja de la capilla mayor está decorada con las figuras de los 4 evangelistas y de su retablo mayor sólo se conserva un Crucificado, el resto se perdió en la Guerra Civil Española.

Fuera destaca la hermosa portada del siglo XVI decorada con grutescos de figuras humanas, animales, aves y ángeles; esculturas de la Virgen y el Ángel representando la Anunciación y en el centro una hornacina con un Calvario.

Hay más lugares dignos de visitar. La casa Grande o casa de la Encomienda es popularmente conocida como casa de los Manrique, pese a que no es su escudo el que podemos ver en la fachada, sino que pertenece a la familia Montoya. El estilo renacentista de este bello edificio se hace patente en su patio porticado con galerías de balaustres de madera.

Cerca de la iglesia de San Andrés está la Tercia, antiguo mercado, y la fachada del antiguo Convento del Cister.

También se conservan varios escudos heráldicos en diferentes casas señoriales, seguramente de los mejor conservados de la provincia junto a los de Villanueva de los Infantes y La Solana.

Villamanrique

castillo montizon villamanrique

El castillo de Montizón es Monumento Histórico – Artístico de Carácter Nacional

A 7 km, siguiendo los pasos del poeta, puedes descubrir el castillo de Montizón, una soberbia fortaleza defensiva del siglo XIII. Su atalaya te ofrece unas magníficas vistas de la hoz del río Guadalén.

La Orden Militar de Santiago mandó construir este imponente castillo. Pertenecía a la Encomienda de Montizón que le da nombre, de la que fue cabecera.

Se trata de un típico castillo medieval protegido por unos robustos muros de piedra y erigido sobre una elevación rocosa del terreno, al margen derecho del río Guadalén (a medio camino entre Villamanrique y Torre de Juan Abad).

Las dependencias que mejor se conservan son la puebla (también llamada albacara), la torre del homenaje y el patio de armas.

Jorge Manrique fue comendador de este castillo, llegando a vivir largas etapas de su vida en sus dependencias, cuando no lo hacía en su casa de Villamanrique.

villamanrique campo montiel castilla la mancha

Villamanrique, junto a Villanueva de los Infantes y La Solana, son los tres municipios con más heráldica de toda la provincia de Ciudad Real

Por la zona se pueden encontrar algunos parajes naturales de belleza inusitada. Destacan los Baños de Perete, la Sierra de San Cristóbal, el lugar llamado Peña Gorda, un Pozo sin suelo y la Cañada de Santa María.

La Sierra del Relumbrar y las estribaciones de Alcaraz es lugar de importancia comunitaria, mientras que la propia Villamanrique es lugar de importancia comunitaria y zona de especial protección de aves de Sierra Morena.

También es área crítica del águila imperial y del lince ibérico.

lince iberico

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Riópar y las Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz

Riopar Viejo albacete

Un patrimonio cultural y natural sencillamente impresionante


Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz. Con este aristocrático nombre surgió uno de los primeros complejos industriales de Europa, poco antes del establecimiento de la Revolución Industrial.
Confluyeron las oportunas circunstancias para la creación de la primera fábrica de España y la segunda del Mundo, dedicada a la producción de objetos de bronce y latón; gracias a la iniciativa de un joven y emprendedor ingeniero austríaco coincidiendo con el afán de progreso del ilustrado Carlos III. Quién le concedió los privilegios necesarios.

Desde 1773 el hermoso valle de Riópar, donde los Romanos bautizaron las aguas puras del Flumen Mundus, todo cambió a mayor velocidad que nunca en su millonaria historia geológica.

Las aguas fueron domadas para trabajar en los ingenios hidráulicos imprescindibles para las instalaciones de El Laminador o el propio núcleo principal, así como otros menores. Los potentes recursos forestales puestos al servicio de aquel progreso todavía primitivo desconocedor de la sostenibilidad, la ecología y demás aspectos tan necesarios para el adecuado avance de la justa calidad de vida de todo y para todo, exterminaron el valioso bosque primigenio de robles y encinas, permitiendo siglos después los grandiosos pinares que a su vez con la consecuente y mejor experimentada gestión forestal irán permitiendo el retorno de los ancestrales robles, encinas, fresnos, olmos…

Como tantas otras cosas que todavía mantenían a España como una de las potencias económicas del planeta, surgió aquí en mitad de un paisaje medieval, la infraestructura más avanzada de la época a nivel mundial.

Pocos años después desde esta remota sierra, y producto del cobre o calamina de sus entrañas, se embarcaban en Cádiz rumbo a los virreinatos españoles, los más sofisticados objetos de bronce. Así como los gigantescos veleros atracaban en Cartagena de Indias o los buques de guerra conquistaban la Bahía de Pensacola, revestidos sus cascos con láminas de latón, fabricadas en los martinetes de El Laminador.


El valle de Miraflores acoge todo el trajín histórico de Riópar


Desde los orígenes de las aguas del río Mundo, pasando por el paso de Aníbal y sus famosos elefantes, a la cautivadora huella de los andalusíes en el trazado de alquerías, huertos y cascos urbanos; hasta el brillo del metal surgido de sus montañas, enriqueciendo la zona con todo el proceso desde la extracción, fundición, aleación y elaboración. Labor que permitió al complejo de las Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz sobrevivir y prosperar durante más de dos siglos, autoabastecido de los bosques primigenios y la red fluvial, encauzada en centrales eléctricas, de las cuales todavía una en buen estado, pero abandonada y con riesgo de ruina, permanece digna, elegante y con ese atractivo inteligente que ofrece el patrimonio arquitectónico industrial de la Ilustración, impregnado de la esencia de la mejor arquitectura, basada en la firmeza, utilidad y belleza. Se encuentra junto a la presa del arroyo del Gollizo, la que a través del acueducto abastece los edificios principales de las fábricas. Precedida por una hermosa avenida de plátanos.

Y si no me equivoco, inexplicablemente no forma parte del Conjunto Histórico que comprende el Bien de Interés Cultural de todo el legado catalogado en la zona desde el actual Riópar hasta El Laminador.

Riopar Viejo albacete

Riopar Viejo albacete

Reales Fabricas de San Juan de Alcaraz riopar

Es muchísimo lo que se puede y se debe escribir acerca de este fascinante lugar. Agraciado por su orografía, geología, botánica, paisaje. Y colmado además por uno de los primeros complejos industriales Europa.

Mientras la fábrica crecía, España ayudaba a Estados Unidos a convertirse en el primer país de América: el conde de Aranda entregaba más de doscientos cañones de bronce a Benjamín Franklin, y el general Gálvez entraba «él solo» en la bahía de Pensacola, venciendo una de las batallas determinantes para la independencia estadounidense.

Finalizaba el último periodo del siglo XVIII, y aquí en la laboriosa colonia obrera de Riópar jamás se supo ni se sabrá, que parte de sus entrañas, laminadas en latón, quizá revistieron los más heroicos buques españoles de las últimas guerras, que con honores militares daban por vencedor al mejor estratega o al más valeroso soldado.

Puede que, de aquí, de un lugar tan creído humilde, tan ensimismado en su subsistencia, partieran también en forma de beneficios los muchos reales que España sufragó para la creación de la primera potencia mundial, a la cual, por cierto, también aportó, de aquellos primeros dineros, la creación del dólar, copiado de nuestros reales.

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De aquella guerra romántica recuperamos Menorca, y con ello parte de esta hermosa sierra. Porque literalmente desde Huelva a Menorca, la Cordillera Bética, en cuyo centro está Riópar, nos hace sentir tan familiar desde los acantilados de La Mola de Formentera, hasta la sierra de Aracena, la preciosa imagen abrupta, colosal, magnífica, y tan irrepetible como el placer sensorial de contemplar por primera vez «El Reventón» del río Mundo, actuando soberbio y magnífico desde el anfiteatro calizo que lo acoge con la gloria del arte y la naturaleza, ante la mirada admirada de quien posee la suerte de saber ver tanto aquí, como en lo alto del pico Almenara, La Sarga o El Calar, la magnitud de un mundo que no se sabe tan abierto al Mundo.

La humilde sencillez de esta tierra, que tanto la honra, a la vez la limita a no quererse con la dimensión que merece. Estas sierras, estos valles, estas rocas, estos ríos, estos pueblos. Y toda su riqueza etnográfica, patrimonial y natural son uno de los reductos más hermosos de Europa, todavía por depurar. Ahora deben recibir lo que dieron. Que sus gentes, sus paisajes, sus recursos y su potencial retomen, recuperen y se retroalimente del saludable turismo sostenible. De la enriquecedora cultura que preserva el incalculable legado que desde los árabes y mucho antes, hasta las Reales Fábricas, han dado tanto a nuestra identidad cultural.


Pocos lugares ofrecen tantos recursos en un mismo sitio como Riópar


Cada camino de Riópar te conduce al fascinante espectáculo de contemplar incluso lo que no se ve, porque estos paisajes te inspiran e invitan a imaginar al Pernales huyendo por la sierra. A los obreros de la Real Fábrica entonando el emotivo himno de la fábrica, orgullosos de su labor. A los sabios andalusíes cultivando cerezos que dieron nombre a la sierra de Alcaraz. Al joven ingeniero austriaco recorriendo la sierra proyectando la mina, la ubicación de los talleres… Al ingeniero Real del Canal de Castilla diseñando una de las mejores presas de la época en El Laminador… A las personas de nuestra generación, entendiendo y valorando por fin el gran tesoro heredado que debemos disfrutar y legar a nuestros sucesores.

Riópar y toda la Sierra merecen ser queridos por todo lo que nos dan. Debemos, por inteligente interés, cuidar lo que nos mantiene, nos aporta y nos enriquece. «No sólo de pan vive el hombre».

Contemplar a los majestuosos buitres planeando por debajo de ti, mientras desde lo alto del pico de La Sarga, contemplas tierras de cuatro provincias, paisajes bellísimos, bosques inmensos. Rocas colosales tan valiosas como santuarios naturales, casi creados para sublimación del ser humano, como por ejemplo en Los Picarazos de Villaverde de Guadalimar. Hacen que uno además de sentir placer y privilegio por disfrutar de un paraíso semejante, también sienta orgullo del increíble potencial que contiene y que a todos nos beneficia y aporta.

Con la necesaria atención y cuidado, estas ancestrales villas, pueden y deben revalorizar sus cascos urbanos con actuaciones que los integren y armonicen con la acogedora arquitectura tradicional, ofreciendo al visitante ese buscado y deseado espacio de ocio y placer que tan agradables recursos y modos menos sacrificados de vida, deben conceder a residentes y turistas.

Lo tenemos todo. Sólo debemos ponerlo en valor para ser competitivos, atractivos y rentables. Doy gracias por cada una de las sensaciones que experimento recorriendo cada uno de estos lugares tan sencillamente hermosos.


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Un artículo de Salvador Carlos Dueñas Serrano para sabersabor.es ©

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Campo de Montiel. Paisaje Cervantino

Campo de Montiel. Paisaje Cervantino

Diversas son las formas de mirar un paisaje, como también muy variadas las opciones para analizarlo y conocerlo. Sólo hay un modo de sentirlo, percibiendo el alma o la atmósfera que lo convierte en singular invitándote a apreciarlo.
No hay mejor manera de entender, conocer y valorar lo especial, que viviéndolo.

Desde la meditativa y aparente ingravidez, suspendido en la inalcanzable libertad de la altura cenital, acunado por las corrientes térmicas. Un apacible día de sol, sostenido en el espacio con el privilegio visual de las muchas rapaces que sobrevuelan nuestros agrestes cielos, advertía claramente desde la arriesgada fragilidad de la cesta de mimbre aerostático, la geográfica personalidad de este viejo Ager Laminitanus.

Se ve ovalado o elíptico. Ajeno a las fronteras o demarcaciones administrativas. Bien delimitado por la geología. Elevado sobre La Mancha. Vertido hacia Sierra Morena y protegido por la Sierra de Alcaraz, el Campo de Montiel guarda el paisaje rural manchego más puro de todos cuantos quedan en el Mundo.

OTOÑO campo de Montiel 2

Panorámica del Campo de Montiel

Como si el destino hubiera pactado con el sentido común, acordando preservar tan valioso reducto como uno de los tesoros culturales de la humanidad, desde arriba se observa bien comunicado sin la agresión de seccionar por la mitad estos parajes cultos y sagrados, bendecidos con la ingeniosa huella del Caballero de la Triste Figura; evitando la hiriente cicatriz del negro asfalto, rasgando los aventureros campos quijotescos, donde el caballo de Cervantes, pisando estas nobles tierras, inspiró a Rocinante.

Al norte la estupenda autovía de Extremadura a Levante. Al oeste la comodísima autovía del Sur que nos lleva a Madrid en dos horas y al este, la futura autovía de Bailén a Albacete. Todas atendiendo de forma excepcional al Campo de Montiel. Y todas como tributo a la cultura española y al arte universal, respetando este interesante paisaje cervantino, que perdura en pleno siglo XXI con la misma belleza estética y la misma estructura paisajista que contemplaron los inspirados ojos de Cervantes.

Cuando vienes de Valencia y te adentras por la A-43, ya en Villarrobledo, donde el vino engordaba en panzudas tinajas repartidas por todo el país manchego, observas a la izquierda, desde la perspectiva terrestre del coche, como si unas gentes agitaran los brazos alarmando al transeúnte. Son como entonces, como siempre, los gigantes cervantinos. Actualizados en los parques eólicos de Munera y El Bonillo, asomados al novelado Campo de Montiel.
A tu derecha La Mancha ancestral, genuína, industriosa e industrial, rendida al progreso colonizada por el impulso económico que ha urbanizado los campos con el orden poligonal del mundo contemporáneo. A tu izquierda los campos de siempre. El puro y llano campo manchego, adornado con manchas forestales, teñido con óxido de hierro como si el avinagrado color de sus arcillas proviniera de las perdidas herraduras de las miles de yuntas que desde Roma hasta casi ahora, roturaron estos barbechos donde corre el galgo y vuela la liebre.

orchis mascula

Orchis mascula

Inmediatamente Argamasilla de Alba, tan cervantina como siempre, tan orgullosa de su lugar en el Quijote como respetada por la tradición. Al lado el atractivo cartel de las Lagunas de Ruidera. Reserva de la Biosfera. Lugar cultural único en el planeta por contener literalmente lo que uno de los genios del arte universal, nos dice en el Quijote. La Cueva de Montesinos y el Palacio de Cristal. ¿Se puede pedir más?

Desde allí te adentras en la fantástica belleza del monte mediterráneo que te acoge y te atrae como acariciando tus sentidos. Te muestra tesoros botánicos como los sabinares, el aladierno o la orchis mascula. Una de las orquídeas terrícolas de nuestros encinares.

Recorriendo estos paisajes, adviertes con claridad la sorpresa que aparenta haber salido de repente de La Mancha. Las llanuras ya no están. Son montes ondulados y por si fuera poco la abundancia de agua desborda un río en preciosas lagunas.

ruta del quijote en bicicleta por Campo de Montiel

Ruta del quijote en bicicleta por Campo de Montiel

A caballo, en bici o caminando, cuando vives estas tierras, te dicen lo que vio la genialidad de Cervantes. Unos horizontes que invitan a crear, a pensar a transcribir ese cúmulo de sensaciones e ilusiones que cualquier mente creativa, aguzada por la necesidad de liberarse de una impuesta realidad, las siente como ese terapéutico libro en blanco donde aventurarse a soñar.

Esos veranos dorados de rastrojos, donde a pesar de la canícula el viento airea el ambiente y te regala emociones de otros tiempos cuanto descubres en mitad de los páramos los pueblos de aquel tiempo, distribuidos por el paisaje con la exactitud que los ubicó la Historia. Y se ven pequeños, blancos, con la torre de la iglesia y las ruinas del castillo observando el caminar raro de un caballero y su escudero.

Visitando el Castillo de Terrinches

Visitando el Castillo de Terrinches

Nos alegra profundamente que los japoneses y el mundo entero visiten nuestra tierra y desembarquen en el cautivador cerro de molinos de Campo de Criptana; pero también nos ilusiona enormemente complementar los espacios cervantinos de La Mancha, con la autenticidad del paisaje rural cervantino que por suerte para todos perdura como siempre entre la belleza de los páramos del legendario Campo de Montiel.
Donde los caminos quijotescos te llevan a aventurarte entre castillos, cortijos, bodegas, eras, santuarios, norias, olivares, viñas y extensiones de cereal hasta el retiro de Sierra Morena.

Aquí el sol amanece cada julio con la misma luz que alumbró la mente del escritor describiendo la más artística ironía de un venturoso amanecer hecho a media para el héroe literario más universal de todos los tiempos.

Gracias a Cervantes, al destino y a la suerte de que el Campo de Montiel mantenga la belleza integral y cultural que conoció el escritor, hoy España y la cultura mundial, poseen uno de los grandes tesoros de la humanidad.
Pongámoslo en valor y disfrutémoslo. Nos pertenece a todos.

Atardecer en los Campos de Montiel. Autor, Ignacio Arráez

Atardecer en los Campos de Montiel. Autor, Ignacio Arráez

Si queréis descubrir esta maravillosa tierra, os proponemos vivir estas experiencias: (más información pinchando en cada enlace)
Campo de Montiel: la esencia de La Mancha
La Ruta del Quijote y los Escenarios de Cervantes
Entre Templarios y el Castillo de Montizón
Terrinches y las Hoces del Gongares
De naturaleza por Villahermosa. En tierras del Alto Guadiana
Villanueva de los Infantes: en la cuna del Quijote y en la mesa de Quevedo

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Un artículo de Salvador Carlos Dueñas Serrano
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Fotografía de portada: Por los Campos de Montiel. Autor, Enaire Fotografía