Publicado el Deja un comentario

Oleoturismo: rutas con Denominación de Origen en Castilla La Mancha

aceite oliva castilla la mancha

La mejor forma de descubrir el aceite de oliva haciendo turismo sostenible en nuestra región

El olivo (olea europaea) junto con la vid y el cereal conforman la denominada triada mediterránea, es decir, aquellos productos básicos de la agricultura mediterránea que han constituido y constituyen uno de los pilares de nuestra alimentación y dieta.

Concretamente el olivo no solo es un producto alimenticio, sino que aparece asociado a la mitología, los primeros Juegos Olímpicos, así como a rituales de legitimación y poder. En definitiva, a las diferentes culturas que prosperaron y se establecieron a lo largo de todo el arco mediterráneo.

Los usos y aplicaciones del olivo son múltiples con unos beneficios y propiedades en campos tan diversos como la ebanistería, en la fabricación de jabones y cosméticos, como combustible, medicina, así como en nutrición y dietética para prevenir enfermedades cardiovasculares, colesterol, etc.

Igualmente, el olivo es uno de los árboles antiguos cultivados más tradicionales y extendidos a lo largo de toda la Cuenca Mediterránea. Su cultivo se remonta al Neolítico como así atestiguan los restos de hojas y huesos de aceituna encontrados en algunos yacimientos.

olivar castilla la mancha

Originario de Oriente Próximo, su introducción en la Península Ibérica vendría de la mano de los comerciantes fenicios a finales del II milenio a.C. generalizándose su cultivo durante la conquista y posterior romanización. Durante los ocho siglos de dominación árabe en la Península los musulmanes introdujeron nuevas técnicas de cultivo y extracción, así como, en el terreno lingüístico, palabras como aceite, aceituna, alcuza, almazara entre otras comenzaron a ser habituales llegando hasta nuestros días.

A modo de curiosidad, en nuestro país hay ejemplares de olivos que incluso llegan a superar los mil años de antigüedad. El más antiguo del que se tiene constancia se encuentra en Ulldecona, Tarragona, con una edad estimada de más de 1700 años.

El cultivo del olivo y la producción de aceite conocieron un verdadero impulso con la colonización de América a principios del siglo XVI abriendo nuevos canales de comercio con las Indias y, de esta forma, incrementándose las haciendas, explotaciones olivareras, molinos de aceite… Un periodo de esplendor que se alargaría hasta el siglo XVIII en plena Ilustración y el periodo de reformas borbónicas.

El desarrollo del olivo y su cultivo en Castilla – La Mancha se puede rastrear desde el siglo XVI como así demuestran varios tratados agrarios, así como las famosas relaciones histórico-geográficas de Felipe II (1575) en una época en la que proliferaban los famosos molinos harineros de viento dada las grandes extensiones de campos de cereal que poblaban La Mancha. Sin embargo, sería a finales del siglo XIX y principios del XX cuando se produciría la principal expansión de este cultivo en la región paralelamente a la extensión y consolidación de la vid.

aceite de oliva virgen extra

España es el país con mayor superficie de olivar del mundo

Traducido en cifras cerca de 2.580.577 ha están dedicadas en nuestro país al cultivo del olivo, de las cuáles 1.851.157 ha están cultivadas en secano y 729.420 ha están cultivadas en regadío. En Castilla-La Mancha la superficie dedicada al cultivo del olivo asciende a cerca de 445 mil ha.

En cuanto a las principales zonas cultivadas de nuestro país destacamos Andalucía en primer lugar cuyos extensos campos de olivos son uno de los paisajes mas característicos (sobre todo en la provincia de Jaén) con numerosas DO (Baena, Sierra de Cazorla, Montes de Granada etc) y variedades como la cornicabra, hojiblanca, manzanilla.

Otras zonas no menos importantes son Aragón (empeltre), Extremadura (corresgueña, verdial, manzanilla), Cataluña (arbequina), Levante (blanqueta, Villalonga, changlot real), Castilla – La Mancha (alfafara, cornicabra, gordal).

El cultivo del olivo en Castilla-La Mancha (segunda zona en extensión y producción oleícola después de Andalucía) puede encontrarse en llanura compartiendo terreno con los famosos viñedos o en zona de monte donde el olivo se encuentra más protegido de los rigores climáticos del invierno en esta zona.

De todas las variedades que se cultivan en esta área la cornicabra ocupa el 82% de la extensión total. Otras destacadas son la picual, salgar (sierra de Alcaraz), changlot real (próxima a zonas de Levante), gordal, manzanilla, menuda que pueden verse en el Campo de Hellín y zonas de Guadalajara y Cuenca.

Actualmente España cuenta con 32 DOP (Denominaciones de Origen Protegidas) y cerca de 200 variedades de aceitunas. En Castilla-La Mancha se encuentran reconocidas cuatro marcas: La Alcarria, Campo de Calatrava, Montes de Toledo y Campo de Montiel.

aceite campo montiel

aceite montes toledo

Disfruta de visitas guiadas a olivares ecológicos, catas de aceites y tapas maridadas ¿Te animas a degustar de una forma especial la buena comida?

Al igual que el enoturismo, el oleoturismo goza de gran popularidad en nuestro país experimentando un notable crecimiento y consolidándose como una de las ofertas turísticas a lo largo de nuestra geografía. Un sinfín de actividades turísticas y gastronómicas que pueden ser disfrutadas tanto por los autóctonos como por los visitantes de origen extranjero.

Las administraciones públicas, empresas y asociaciones como Aceites de Oliva de España, Olearum, Oleoturismia y la más reciente, Oleoturismo en España (una fuerte apuesta por el turismo sostenible en este campo), son ejemplos de proyectos, iniciativas que ofrecen todo tipo de experiencias: visitas a almazaras, observaciones astronómicas entre olivos, museos y centros de interpretación de la historia del aceite y olivo, alojamientos rurales, oleotecas.

En definitiva, toda una serie de propuestas que te sumergirán en la historia, la cultura y el patrimonio que rodea al aceite de oliva.

olivo milenario

Los mejores planes de oleoturismo de la mano de Inturmancha

Esta modalidad turística ha arraigado fuertemente en nuestra región y, empresas como Inturmancha, nos proponen rutas o experiencias organizadas en varios días donde se visitan las almazaras, campos de olivos, y se realizan catas y degustaciones de productos locales. En definitiva, todo un patrimonio natural y cultural que hace las delicias de cualquier visitante que se preste a descubrirlo y saborearlo.

Una ruta que arranca en el corazón de la Sierra de Alcaraz, donde podremos disfrutar de un exquisito patrimonio medieval (castillo) y renacentista, así como de una de las almazaras ecológicas más premiadas.

Entre las provincias de Ciudad Real y Albacete nos topamos con el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, el oasis manchego por excelencia, donde podremos disfrutar de una experiencia de oleoturismo diferente que nos llevará a conocer los entresijos del cultivo ecológico, variedades de aceituna, etc.

La siguiente parada nos lleva hasta Almagro, célebre por su Corral de Comedias y sede del Festival Internacional de Teatro Clásico que, cada verano, nos traslada al Siglo de Oro. Aquí podremos deleitarnos con una cata de aceites de oliva virgen extra en el propio olivar, acompañada de productos de la tierra, queso, lomo de orza y berenjenas de almagro troceadas.

En Toledo nos esperan varias experiencias oleoturísticas en pleno Parque Nacional de Cabañeros, paseos entre olivos centenarios, curso de cata en el propio olivar e incluso visita a una almazara ecológica en la localidad de Tembleque, cuya Plaza Mayor es un emblema del barroco popular del siglo XVII.

Para finalizar nuestra ruta oleoturística nos trasladaremos a la localidad de Huete, puerta de la Alcarria Conquense, donde podremos admirar su magnífico patrimonio compuestos por calles amuralladas, conventos e iglesias, casas palacio destacando el Monasterio de la Merced (siglos XVI-XVII).

Aquí podremos disfrutar de una visita guiada a su pequeña almazara donde se produce un aceite de oliva virgen extra de máxima calidad, ecológico, procedente de olivos centenarios autóctonos.

almagro

ruidera

huete

Todas estas experiencias, actividades y rutas ponen de manifiesto que el oleoturismo tiene un verdadero potencial a la hora de dinamizar la economía de territorios rurales, sin olvidarnos de los impactos positivos en el desarrollo local.

Igualmente contribuye a la conservación del patrimonio cultural y ambiental, a fomentar prácticas de cultivo y producción sostenibles, a concienciar o sensibilizar a los visitantes sobre la protección del medio ambiente y animarlos a incorporar el aceite de oliva a su dieta debido a los beneficios y propiedades nutricionales que posee.

Un artículo de José Manuel Lucerón para sabersabor ©

Publicado el 1 comentario

El auténtico pisto manchego – Gastronomía de Castilla La Mancha (I)

pisto manchego

El pisto es una elaboración de orígenes humildes con la que los trabajadores del campo se alimentaban aprovechando las verduras de temporada


Desde que me alcanza el recuerdo, el pisto manchego se ha hecho de esta manera en mi familia: con pimiento verde y tomate. Sin más.

Sin embargo, hay muchas variantes con calabacín, cebolla, ajo, berenjena… pero todas ellas giran sobre una misma base de tomate y pimiento verde.
Los demás ingredientes son añadidos, algo que convierte a esta receta en una de las más versátiles de nuestra gastronomía.

El pisto manchego sale especialmente rico si se hace con pimientos de Villanueva de los Infantes, uno de los pueblos más bonitos de España, ubicado en la histórica comarca del Campo de Montiel (Ciudad Real). Por cierto, en Villanueva de los Infantes se celebra anualmente la gran Fiesta del Pimiento y se prepara el pisto más grande del mundo (de Récord Guinness) para más de 8000 personas. Muy muy recomendable.

fiesta pimiento villanueva de los infantes

UN POCO DE HISTORIA…

El pisto manchego es la antigua “alboronía” de los árabes, (un guisado de calabaza, tomates y pimientos), que en el siglo XVII significaba jugo de carnes de ave.
Se trata de un plato muy popular de cuyo agradabilísimo sabor certifico para regocijo de quienes, por mi recomendación, se “jarten”.

En opinión del Doctor Marañón, “el pisto admite inacabables matices y es siempre ejemplar porque convierte en suculencia, a fuerza de gracia, una sucinta combinación de vegetales modestísimos”.

Un guiso fácil de hacer, sin otros conocimientos que saber picar bien, sin prisas, con toques más bien lentos, tomates y pimientos.

En clásica sartén, que no en la olla,
pelados, sin semillas y cortados,
se fríen pimientos, algunas cebollas
y un calabacín maduro y carnoso;
pero todo ello no sería ortodoxo
si tales productos que has manipulado
en labor paciente, antes no has picado.
Te harás de otra sartén para el tomate
que freirás sin piel y troceado,
y cuando veas que ha cogido el punto,
pimientos y tomates ponlos juntos
y sin dejar la faena para luego
salpicaras de sal y a lento fuego,
déjalo media hora y el suculento pisto
para comer con pan, lo tienes listo,
y al gusto elegirás, como es corriente,
saborear en frío ó en caliente.

pisto manchego villanueva de los infantes

NUESTRA RECETA…

(Para 2-4 personas)

  • 1.5 kg de pimiento verde
  • 2 kg de tomate (maduro)
  • 4 huevos
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Opcional: 500 g de carne magra de cerdo

 


Recomendación: haced mucha cantidad. Cuesta casi lo mismo y no os arrepentiréis


pisto de infantes

Y LA PREPARACION…

En una cacerola echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Sofreímos ligeramente medio kilo de carne magra de cerdo. Simplemente para darle sabor al aceite, este es un paso opcional. Retiramos.

Lavamos los pimientos verdes. Despepitamos y picamos en trozos pequeños los pimientos. Salamos y los echamos en la cacerola.

Removemos bien y dejamos que se cocinen a fuego medio-bajo durante 1 hora.

Pelamos y picamos los dos kilos de tomate rojo maduro.

Una vez que tengamos el pimiento bien frito, incorporamos todo el tomate.

Mezclamos y salamos ligeramente. Dejamos que el tomate se sofría lentamente y pierda toda el agua, 1 hora más o menos. Probamos y rectificamos de sal si es necesario.

Para presentar, ponemos en el plato una buena base de pisto y lo coronamos con un par de huevos fritos. ¡¡¡Que os aproveche!!!


Un artículo de Antonio Bellón Márquez para sabersabor.es ©

Publicado el 2 comentarios

Un producto de prestigio internacional: el Queso Manchego

A mejor pasto, mejor leche y mejor Queso Manchego

Por razón de ser La Mancha una región natural llena de contrastes, donde coexisten la sierra y la llanura, los pastos manchegos son de gran diversidad. Indudablemente, la calidad, riqueza, afrutamiento y perfume de la leche depende en gran manera de los pastos que las ovejas coman y esto lo conoce perfectamente cualquier ganadero y por supuesto el pastor, que debe elegir, en su lento caminar, los mejores y más selectivos pastos.

Los pastos imprimen a la leche un incomparable sabor que hacen que al transformarse en Queso Manchego, éste resulte tan excelente y con peculiaridades tan características y diferenciadas.

Otoño e invierno son buenas estaciones para los quesos de oveja y, por supuesto, éstos son extraordinarios con los primeros pastos de primavera. Por tanto, para conocer la fecha óptima para la adquisición de un queso, debemos partir del momento en que los pastos estén en el momento más adecuado y por ello la leche sea de la mejor calidad y con los más amplios aromas, sin olvidar agregar el tiempo que se tarda en hacer y madurar el mencionado queso.

 

La responsable de la leche: la oveja manchega

Con apariencia femenina y apacible las hembras, finas y estilizadas y sensación de fortaleza los machos; con sus extremidades adaptadas a lo largo de los siglos a la andadura por barbechos y rastrojeras, obligada da salvar los surcos que trazaron las viejas yuntas de mulas o ir entre las cepas buscando la pámpana o los granos sueltos que quedaron tras la vendimia; poco acostumbrada a sombras de dehesas y a ribazos refrescantes; habituada a beber agua pocas veces al día y a las más de ellas con grandes esfuerzos por parte de los pastores para extraer aquella de pozos o aljibes, ha ido formándose en su rusticidad, estando a la vez cada día más seleccionada tanto en la producción de leche para ese Queso Manchego fabricado por los propios pastores o por industrias artesanales, como para producir esa calidad de cordero lechal que le ha dado fama internacional.

Por cierto, ¿sabéis por qué en todos los rebaños de ovejas manchegas se incluyen algunas cabras?. La oveja manchega no produce diariamente una gran cantidad de litros de leche. Con el fin de aprovechar al máximo esta leche para elaborar el queso, las cabras son las encargadas de amamantar o alimentar a los corderos recién nacidos.

Los detalles que marcan la diferencia

En la elaboración del queso tan importante es la materia prima empleada, como el tipo de coagulante o el tiempo de prensado, pero lo que definitivamente diferencia a un queso de otro son las condiciones ambientales y la maduración.

Respecto a la materia prima, la leche, su contenido graso, sus componentes aromáticos y su nivel proteico serán los factores que determinarán el proceso de fermentación y que diferenciarán perfectamente al Queso Manchego de los demás.

En cuanto a los coagulantes utilizados en la elaboración tan sólo son permitidos única y exclusivamente los cuajos vegetales obtenidos a partir de flores de cardo y los de procedencia animal. Los aditivos químicos están totalmente fuera de lugar.

Para alcanzar el sabor del queso, al mismo tiempo que se modifican su aspecto, textura y consistencia, son necesarias las condiciones óptimas de temperatura, entre los 14 a 17 ºC, que ofrecen las cámaras especialmente preparadas, bodegas o cuevas de La Mancha.

A tener muy en cuenta: el reglamento del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Queso Manchego establece que la venta de Queso Manchego sólo puede realizarse a partir de los dos meses de maduración. Esta regulación además de tener una muy clara vertiente sanitaria, que evita la comercialización de quesos donde todavía puedan sobrevivir algunos gérmenes patógenos, pone de manifiesto que es en esos dos primeros meses de maduración donde se desarrollan las principales reacciones que harán que el queso adquiera los rasgos característicos que lo distinguen como uno de los mejores quesos del mundo.

A la hora de comer

Sobran las palabras… ¡¡¡Que os aproveche!!!

 

El Queso Manchego también es una excusa para viajar y hacer turismo gastronómico en Castilla – La Mancha. Planifica tu experiencia con nosotros. Más información en www.sabersabor.es

Una oportunidad para degustar un producto de máxima calidad cotizado a nivel nacional e internacional #QuesoManchego


Un artículo de Antonio Bellón Márquez para sabersabor.es ©


Todos los vídeos son propiedad de sabersabor.es ©

Publicado el 3 comentarios

Con Pan y Vino…

“En aquel tiempo, Noé, que era labrador, cuando salió del arca comenzó a labrar la tierra y plantó un sarmiento. Y luego lo regó con sangre de león para darle vigor y con sangre de cordero para merecer buen fruto. Después, bebió de su vino, quedó embriagado y echose desnudo en su tierra entregándose al placer”. Libro del Génesis (IX – 20/21)


Se dice que en la época carolingia, los enfermos y ancianos acogidos en los asilos de los monasterios, para evitar que la falta de apetito degenerase en desnutrición, eran reconfortados con “sopas de vino”, especialmente hechas con tipos más o menos licorosos.
Tal plato estimulaba al consumo de otros alimentos ingiriendo estos con sumo gusto pero, ¡ay! debían comerlo a hurtadillas de los diabéticos para no despertar en ellos la envidia que les causaba. Buscóse la solución, bien sencilla por cierto. Las sopas eran condimentadas con vinos secos. ¡Y todos felices!
Está sabido que la falta de apetito puede conducir a la desnutrición. Para combatirla, se estimula el consumo de preparados alimenticios que despierten aquél en los convalecientes, enfermos o inapetentes.
Los vinos blancos, secos, de poco grado alcohólico, bebidos con moderación, estimulan el apetito y facilitan la digestión.
Al vino se le ha llamado “la leche del viejo,” hermoso complemento de una buena alimentación, que si está bien orientada y condimentada puede, con la delicada atención familiar, retrasar algunos cambios de su organismo propios del envejecimiento. Porque la relación directa entre alimentación y cariño debe seguir totalmente en vigor en esta santa etapa de la vida.

Las uvas por y para el vino

Desde que La Mancha supo de fenicios, romanos y musulmanes, el vino siempre estuvo presente en sus tierras y estrechamente vinculado a su cultura, al arte, al comercio y a la literatura, siendo el hombre en su andadura, amigo inseparable del camino.
Alguien dijo que allí donde un viñedo crece, galopan la imaginación y el ingenio.
Con tan rotunda afirmación nadie dudará que en la mayor región vitivinícola del mundo, donde las tierras nunca se acaban, tenía que desbordarse el genio, el talento y la imaginación de poetas y escritores. Y La Mancha, obsequió al mundo por obra y gracia de un cautivo de Argel, con su libro inmortal: Aventuras y desventuras de un Caballero hidalgo de los de lanza en astillero y azarosa vida que discurrió, en gran parte, bajo este cielo abierto y en tierras con olor a mosto.

“La Mancha huele a mosto,
a surco labrantío,
a pámpana que brota,
a fiebre de bodega,
a Historia, polvo, cal,
a lucha y brega,
a sangre de batalla
sin derrota.”

Visita a las antiguas cueva-bodega de Tomelloso

Y es que el propio Cervantes, era un buen conocedor del vino manchego. Ese mismo vino que al socarrón de Sancho no se le iba de la memoria: “…y esta bota colgada del arzón de la silla, por si o por no, y es tan devota mía y quiérola tanto, que pocos ratos se pasan sin que le dé mil besos y mil abrazos.”
Ortega y Gasset, Fernández Flores, Camilo José Cela, Néstor Luján, Gregorio Marañón y otros escritores contemporáneos enaltecen las excelencias y virtudes del vino. Nos basta, como botón de muestra, recordar bellas estrofas del llorado Pemán:

“Beber es todo medida;
dar alegría al corazón
y sin perder la razón,
darle razón a la vida.”

Fernando de Rojas, por boca de la Celestina, la alcahueta mayor del Reino, canta el homenaje al vino:
“…en invierno, no hay tal escalentador de cama, que con dos jarrillos de éstos beba cuando me quiero acostar, no siento frío en toda la noche: de esto aforro todos mis vestidos cuando viene la Navidad, esto me calienta la sangre, esto me sostiene continuo en mi ser; esto me hace andar siempre alegre; esto me para fresca. De esto vea yo sobrado en casa, que nunca temeré el mal año, que un cortezón de pan ratonado me basta para tres días. Esto quita la tristeza de corazón, más que el oro y el coral; esto da esfuerzo al mozo y al viejo fuerza; pone color al descolorado; coraje al cobarde, al flojo, diligencia; conforta los cerebros, saca el frío del estómago, quita el hedor del aliento, hace potentes los bríos; hace soportar los afanes de las labranzas a los cansados segadores; hace sudar toda agua mala; sana el romadizo y las muelas; sostiénese sin hundir en el mar, lo cual no hace el agua.”

Aunque muchos no lo huelen, ni entienden, ni quieren beber vino haciendo de ello un prurito social, olvidan la pureza de ese vino divino, honesto, viril, sincero, noble, leal compañero de mesa y mantel, proclive a la amena charla y de secular presencia en la dieta mediterránea arropada de larga tradición cristiana y campesina.


Con la uva pisada y el amor de brazos y desvelos, nacieron a la vida los vinos de La Mancha. Sinceros, hogareños, sin otra pretensión que regar el pan de cada día.


“Dieronle a los dos a probar del vino de una cuba pidiéndoles su parecer del estado, calidad, bondad ó malicia del vino. El uno lo probó con la punta de la lengua, el otro no hizo más que llegarlo a las narices. El primero dijo que aquel vino sabía a hierro; el segundo dijo que sabía a cordobán. El dueño dijo que la cuba estaba limpia y que el tal vino no tenía adobo alguno por donde hubiese tomado sabor de hierro ni de cordobán. Con todo eso, los dos famosos mojones se afirmaron en lo que habían dicho. Anduvo el tiempo, vendiose el vino y al limpiar la cuba hallaron en ella una llave pequeña, pendiente de una correa de cordobán. Porque vea vuestra merced si quien viene de esta ralea podrá dar su parecer en semejantes causas.” El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha (libro segundo, cap. XIII)


Un artículo de Antonio Bellón Márquez ©


Fotografías de sabersabor.es ©

Publicado el 3 comentarios

Marchando una de cocina manchega

Cocina manchega

Yo no canto de Marte los furores
que el cañón me aterra el estallido,
ni del hambre y la peste los horrores,
ni los vanos impúdicos amores
del mundo corrompido.
Canto el placer más sólido y durable
que ofrece la existencia deleznable
en su curso apacible:
canto, público amable,
el mágico poder del comestible.
Giman enhorabuena
en las redes de amor de su sirena
los necios amadores,
no creo que el estómago se llena
con el humo fugaz de los amores.”
Vicente Sainz Pardo.

En la cocina de Castilla – La Mancha, de la que poco, o muy poco se sabe hasta que poblaron sus tierras las legiones de Escipión, se funden las distintas culturas de los pueblos que en ellas se asentaron, asumiendo el legado de sus costumbres culinarias, asociadas a tradiciones, gustos y sabores, al tiempo que se enriquece con lógicas influencias de las regiones limítrofes de las que nuestra región es ‘frontera de culturas’.
Si los romanos aportaron el ajo y el aceite de oliva, los árabes introdujeron el azafrán, la nuez moscada, la pimienta negra y la caña de azúcar. Después, con el descubrimiento de América, las cocinas se enriquecen con la patata, el tomate y el pimentón.
En la geografía culinaria hay que distinguir sus distintas peculiaridades. La cocina de La Mancha propiamente dicha, se nutre de productos de la tierra, del cerdo y sus derivados y de los platos que aporta la caza menor. De parecido corte lo es la madrileña, con el añadido de algunos preparados ‘castizos’, teniendo en el cocido su plato más representativo, en tanto que la gastronomía de Guadalajara está presidida por los asados, complementada con los platos que aportan fogones familiares de sus tres comarcas: Campiña, Sierra y Alcarria.

Flor de azafrán. Autora, Soledad Garcia Salas

Flor de azafrán. Autora, Soledad Garcia Salas

Las tierras de La Mancha, tierras de transición desde Castilla a la musulmana Andalucía, estuvieron siempre jalonadas, para el descanso y yantar de arrieros y caminantes, de posadas, ventas y mesones cuya cocina divulgó ampliamente Cervantes a través de su obra inmortal.
Una cocina popular celosamente respetada a través de los tiempos, basada en una fina observación y en la sabia experiencia de cada día con recetas que nos acercan entrañablemente al sentir y latir de esta tierra sencilla, humilde y prosaica en la que cada pueblo es puerta abierta al caminante.
La gastronomía manchega tiene su característica más definida en la sobriedad, con un extenso repertorio de platos populares que, en amplia mayoría, los dio a conocer Cervantes a través de El Quijote.
En las cazuelas madrileñas hay una gran influencia manchega, al estar la Villa y corte en el corazón de la Meseta. No parece, pues, ocioso, destacar conjuntamente, algunos de los platos más populares o característicos de la región. Destaca, en primer lugar, la ‘olla podrida’; de ella se deriva el famoso cocido madrileño, que lo es igualmente de La Mancha en un amplio sector de pueblos y aldeas.
Los ‘duelos y quebrantos’, el ‘tiznao’, el ‘salpicón’, los ‘galianos o gazpachos’, el ‘guiso de Bodas’, y los derivados de la caza menor gozándose todos ellos de gran vigencia, así como las ‘gachas’ y las ‘migas de pastor’, y con tradición igualmente pastoril, en la mesa, como aperitivo o como postre, se agiganta el protagonismo del queso.

Queso manchego al romero. Cooperativa de Ganaderos Manchegos, Tomelloso

Queso manchego al romero. Cooperativa de Ganaderos Manchegos, Tomelloso

En el capítulo de postres, los árabes nos legaron una deliciosa repostería y de los claustros monacales salieron recetas y secretos de exquisitos bocados y golosinas de tentación irresistible. Se llevan la palma el mazapán de Toledo, y la ‘bizcochá’ alcazareña, pero en las mesas tienen lucida presencia otros dulces y platos para el deleite y la caricia de los más exigentes paladares.

Tradicionales recetas del solar manchego que, desde viejos tiempos, vertidas al puchero, prestan calor al cuerpo entumecido de nativos y foráneos.
Sobria comida con la que nos agasajan manos hacendosas que manejan con sabiduría, ternura, mimo, diligencia y tiempo, fogones y pucheros que se ven reforzados con la nutricia aportación de cuatro venerables y Santos varones:

San Isidro nos da el pan
y San Andrés nos trae el vino.
San Antón pone el gorrino
y San Blas… ‘tó’ lo demás.

En este recordatorio, no olvidemos que a la hora del yantar cada guiso viene del brazo de unos vinos que riegan y realzan el sabor de cada plato.
Todos ellos están nacidos en cien pueblos manchegos para ser bebidos con calma, sin ritual alguno a la hora del yantar o del castizo y popular ‘tapeo’ que anima la charla y la tertulia y que, tal vez, preceden a un suculento gazpacho.

Vino de La Mancha. Autor, Thomas Leuzinger

Vino de La Mancha. Autor, Thomas Leuzinger

Ponte, pues, en camino porque La Mancha, en la grandiosidad de la llanura te ofrece algo más que un gozoso itinerario por senderos jalonados de posadas, ventas y mesones para degustar ollas y pucheros. Para gozo del alma se te ofrece una ruta de caminos con pueblos, paisajes y molinos.
Para gozo del cuerpo, jamás te negarán posada y pan. Y a ti, afortunado viajero que en breve y sustancioso viaje cruzaste los caminos de esta tierra y has degustado paisajes, platos y vinos que son referencia permanente de un Hidalgo Caballero y del realista y bueno de Sancho, a la par que has dejado en estas soñadas tierras la huella de tu paso, une mi ruego de que no aparques en el desván del olvido esta parcela sin linderos, por siempre abierta al forastero, para sellar afectos y compartir de nuevo el pan y el vino de la amistad.

Nuestro ajo morado. Autor, Juantiagues

Nuestro ajo morado. Autor, Juantiagues

____________________________
Fotografía de portada: Una postal de Almagro. Autor, Manuel
____________________________
Bibliografía y fuentes de información:
– Don Quijote de La Mancha. Centro Virtual Cervantes. Instituto Cervantes.
– Vinos, platos y recetas. Miguel Espadas.
– La Vid y el Vino de La Mancha. 1963. Sixto Fernández.
– Hombres, lugares y cosas de La Mancha. Fascículos VIII y XLIII. Rafael Mazuecos.