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10 cosas que hacer en Argamasilla de Alba

La población de Argamasilla de Alba cuenta con una larga tradición además de estudios literario– geográficos para afirmar que es el lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiso acordarse Cervantes en la 1ª parte del Quijote

Sus principales atractivos turísticos y culturales giran en torno a la novela más universal que ha existido nunca. ¿Quieres saber que hacer en Argamasilla de Alba, el pueblo de cuyo nombre no quería acordarse Miguel de Cervantes? Aquí tienes una guía de 10 cosas que ver y hacer para conocer uno de los lugares más importantes de la ruta de don Quijote. ¡Imprescindible!

1. Oficina de Turismo

En primer lugar, ve a la Oficina de Turismo (ubicada en la Casa de Medrano) para que te informen de toda la oferta cultural y turística de la localidad. Imprescindible realizar también la visita guiada con el personal de la propia oficina para conocer de primera mano toda la tradición quijotesca de esta bonita villa, así como los argumentos de por qué esta villa sin duda alguna es la Cuna del Quijote.
Un recorrido monumental y cervantino por la Iglesia de San Juan Bautista, para conocer la curiosa historia del cuadro exvoto de Don Rodrigo de Pacheco, la Casa y la Cueva de Medrano, donde también conocerás la maravillosa galería de Gregorio Prieto, el Pósito de La Tercia y la Botica de los Académicos… se respira a Cervantes y a su Quijote por todos los rincones de Argamasilla.

Cervantes argamasilla de alba

2. Casa de Medrano (siglo XVI)

La prisión de Miguel de Cervantes y el lugar donde comenzó a escribir su obra maestra El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha. En 1862 fue adquirida para fines culturales por el Infante don Sebastián de Borbón, Prior de la Orden de San Juan. Debajo del edificio, por el que han pasado insignes hombres de letras como Azorín, Rubén Darío, Arturo Pérez Reverte o Mario Vargas Llosa, se encuentra la Cueva de Cervantes.
Esta humilde y rústica cueva es el lugar que la tradición identifica como la prisión en la cual Miguel de Cervantes concibió y empezó a alumbrar su inmortal Don Quijote de la Mancha, lo que la convierte en una suerte de “santuario laico” de nuestra literatura del Siglo de Oro.
Esta antiquísima tradición se remonta a los mismos tiempos de Cervantes, quien a pesar de su voluntad de no “recordar” el lugar de la Mancha de su protagonista, indirectamente la ha alimentado con las alusiones a su propia prisión vertidas en el prólogo del libro:

“Qué podrá engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío, sino la historia de un hijo seco, avellanado, antojadizo y lleno de pensamientos varios y nunca imaginados de otro alguno, bien como quien se engendró en una cárcel donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación”

Pero ¿por qué fue encarcelado aquí Cervantes? Tendrás que visitar este lugar para poder conocer los motivos.

ruta azorin argamasilla

3. Botica de los Académicos

En esta antigua farmacia los académicos de la Argamasilla celebraban sus veladas cervantinas. Fue precisamente aquí donde se reunieron con Azorín, cuando, con motivo del tercer centenario del Quijote, en 1905, éste visitó la villa.
Azorín vino a La Mancha con el encargo de escribir una serie de artículos para el periódico El Imparcial. Se instala en Argamasilla, desde donde visita otros lugares cercanos: Lagunas de Ruidera, El Toboso, Campo de Criptana, Alcázar de San Juan… De sus crónicas nace el libro La Ruta de don Quijote, en el cual refleja magistralmente la psicología del pueblo, inclinándose por la naturaleza argamasillesca del héroe cervantino, y teniendo la firme convicción de que efectivamente éste y no otro es el lugar, patria chica de don Quijote. Así lo expresan sus palabras:

“Don Quijote de la Mancha había de ser forzosamente de Argamasilla de Alba. Oídlo bien; no lo olvidéis jamás: el pueblo entero de Argamasilla es lo que se llama un pueblo andante”.

iglesia de Argamasilla de Alba

4. Iglesia de San Juan Bautista (siglo XVI)

Te sorprenderá que, a día de hoy, tras más de 400 años, está sin terminar, inconclusa a los pies. ¡No hay entrada principal! No se sabe muy bien la causa, aunque posiblemente la principal fuera por la falta de recursos o de subvención por parte de la Orden de San Juan.
Columnaria y de nave de salón, fíjate cuando accedas a este templo, en los magníficos canceles o puertas de madera con tallas de la efigie y escudos familiares del príncipe Emmanuel Filiberto de Saboya, Prior de la Orden de San Juan.
Su interior guarda dos maravillosos tesoros culturales:
El Cristo de la Merced o Cristo de la Buena Muerte, talla de madera noble del siglo XVII de un gran valor artístico, de potentes proporciones clásicas y una equilibrada carnación que mueve al espectador a un dialogo entre la talla y quien la contempla.
El cuadro exvoto de Don Rodrigo de Pacheco, ubicado en la capilla de la Virgen de la Caridad de Illescas, por su vinculación con la tradición cervantina de Argamasilla de Alba. Está fechado en 1601 (cuatro años antes de la aparición de la primera parte del Quijote). En él aparecen como orantes una dama y un caballero. Posee el caballero ojos espantadizos y largos bigotes. Se trata del mismo Don Rodrigo, enterrado en una cripta situada al pie del cuadro, identificado como el hidalgo de referencia que toma Miguel de Cervantes para crear su personaje principal Don Quijote de La Mancha, ya que tanto la fecha como el motivo de la enfermedad mental de este caballero, contribuyen a este hecho.

posito de la tercia

5. Pósito La Tercia (siglo XVII)

La principal función de este edificio era la de almacenar el grano y garantizar así el pan en años de carestía, así como el panadeo entre caminantes y pobres.
Este fue construido por Doña Ana de Mondéjar, vecina de Argamasilla, y podía almacenar hasta 800 fanegas (unos 35000 kg de trigo).
Los trabajos de rehabilitación del Pósito, finalizados en 2011, permitieron documentar la existencia de varios conjuntos de grafitis en las paredes del edificio, ocultos bajo las sucesivas capas de cal y realizados con las técnicas del grabado y pintura, destacando un conjunto de cruces potenzadas. ¿Tenían una funcionalidad mágico-religiosa, asociada a un intento de proteger el grano guardado aquí?

castillo de Peñarroya

6. Castillo de Peñarroya, junto al cauce del río Guadiana

Se trata de una fortaleza de origen romano (según algunos investigadores), que posteriormente se transformó en una alcazaba árabe y que fue conquistada en 1198 por las órdenes militares cristianas de San Juan y Santiago al mando del capitán Alonso Pérez de Sanabria (Orden de San Juan). Hoy conserva dos recintos amurallados, la torre del homenaje y el patio de armas.
Dentro del recinto militar hallarás también la Ermita de la Virgen de Peñarroya y la curiosa y diminuta Ermita del Despeñadero (siglo XII). Un lugar de peregrinación y romería para los habitantes de Argamasilla y La Solana. Ambos comparten a la Virgen como patrona. De ella hay que destacar el Camarín de la Virgen, con copias de pinturas de Murillo y Rafael. Además, un retablo churrigueresco con dos pares de columnas salomónicas y una hornacina central donde se encuentra la imagen.
También podéis disfrutar de las espectaculares vistas del valle del Alto Guadiana, una tierra muy fértil para los cultivos y de abundante caza.

7. Esculturas de Romagosa

Seguro que recuerdas la serie de dibujos animados de TVE del año 1979 “Don Quijote de la Mancha”. Pues te invitamos a descubrir a los personajes más importantes, en forma de preciosas esculturas, repartidos por los rincones y plazas de este pueblo.

Argamasilla de Alba

8. Glorieta y esculturas de Cayetano Hilario

Conocida popularmente como “la Glorieta”, la Plaza de España está situada entre el ayuntamiento y la iglesia de San Juan Bautista. En sus jardines puedes descubrir tres preciosas esculturas del artista Cayetano Hilario que representan los personajes del Quijote: Dulcinea, Sancho Panza y el propio Don Quijote.

9. Queso Manchego

Prueba el exquisito Queso Manchego, un producto de prestigio internacional y visita alguna de las queserías artesanales y familiares de Argamasilla de Alba. Los pastos de La Mancha y la oveja manchega imprimen a la leche un incomparable sabor que hacen que al transformarse en queso, éste resulte tan excelente y con peculiaridades tan características y diferenciadas. Descubre todas las curiosidades sobre este alimento en este enlace EL QUESO MANCHEGO

10. Gastronomía típica 

Y por supuesto te mereces un homenaje degustando la gastronomía manchega, a base de tradicionales recetas que, desde viejos tiempos, vertidas al puchero, prestan calor al cuerpo entumecido de nativos y foráneos. El sabor de los ‘duelos y quebrantos’, los ‘galianos o gazpachos’, las ‘gachas’, las ‘migas de pastor’ y el ‘pisto’ dejarán un recuerdo imborrable en tu paladar.

Para gozo del cuerpo, jamás te negarán posada y pan. Y a ti, que en breve y sustancioso viaje cruzaste los caminos de esta tierra y has degustado paisajes, platos y vinos que son referencia permanente de un Hidalgo Caballero y del realista y bueno de Sancho, a la par que has dejado en estas soñadas tierras la huella de tu paso, une mi ruego de que no aparques en el desván del olvido esta parcela sin linderos, por siempre abierta a ti, para sellar afectos y compartir de nuevo el pan y el vino de la amistad.

LOS EVENTOS Y FIESTAS DE ARGAMASILLA DE ALBA QUE NO PUEDES PERDERTE:

📌 Abril: Lectura Colectiva del Quijote

📌 Junio: Jornadas de El Quijote en la Calle y el Mercado Cervantino

📌 Agosto: Jornadas de teatro “Cueva de Cervantes”

Combina tu escapada a Argamasilla de Alba visitando también los molinos de viento de Campo de Criptana, las bodegas subterráneas de Tomelloso, las Lagunas de Ruidera, el patrimonio cultural y artístico de Villanueva de los Infantes o el Castillo de la Estrella en Montiel

Planifica tu visita a Argamasilla de Alba con nosotros. Solicita más información o recomendaciones para preparar tu escapada AQUÍ

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Los 5 lugares más visitados de Ciudad Real

ciudad real google maps

Cultura y gastronomía, historia y tradición, naturaleza y paisaje, patrimonio arquitectónico y enológico para una escapada rural inolvidable

Tanto si vives en Castilla – La Mancha como si estás planeando una escapada no puedes pasar la oportunidad de visitar algunos de los lugares más increíbles de Ciudad Real. Descubre Argamasilla de Alba, Lagunas de Ruidera, Villanueva de los Infantes, Tomelloso y  Almagro y empieza a soñar en tu escapada a La Mancha.

Argamasilla de Alba, Cuna del Quijote

Un tranquilo pueblo manchego en la comarca del Campo de San Juan. Sus casas blanqueadas de cal y los campos llanos que la circundan dan la réplica adecuada a un tesoro de gran trascendencia en la tradición cervantina: la Cueva de Medrano, la celda donde estuvo preso D. Miguel de Cervantes y donde comenzó a escribir su inmortal obra “Don Quijote de La Mancha”.

En primer lugar, ve a la Oficina de Turismo para que te informen de toda la oferta cultural y turística de la localidad. Imprescindible realizar también la visita guiada con el personal de la propia oficina para conocer de primera mano toda la tradición quijotesca de esta bonita villa.

Un recorrido monumental y cervantino por la Iglesia de San Juan Bautista, para conocer la curiosa historia del cuadro exvoto de Don Rodrigo de Pacheco, la Casa y la Cueva de Medrano, donde también conocerás la maravillosa galería de Gregorio Prieto, el Pósito de La Tercia y la Botica de los Académicos, la Ermita de San Antón… se respira a Cervantes y a su Quijote por todos los rincones de Argamasilla.

Y muy cerquita, el privilegiado enclave del Castillo de Peñarroya.

No te pierdas la visita a una de las queserías artesanales de queso manchego de Argamasilla de Alba.

ANOTA EN TU AGENDA VIAJERA:

📌 Abril: participar en la Lectura Colectiva del Quijote.

📌 Junio: disfrutar de la representación de“El Quijote en la Calle” y del Mercado Cervantino.

📌 Agosto: asistir a las Jornadas de teatro “Cueva de Cervantes”.

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Lagunas de Ruidera, uno de los ecosistemas acuáticos más valiosos de España

Un rosario de bellas lagunas que constituyen todo un espectáculo para los sentidos, además de una curiosidad ecológica y geológica de primer orden tanto en España como en todo el ámbito europeo.

El auténtico oasis en mitad de La Mancha.

Imprescindible visitar en primer lugar el Centro de Recepción de Visitantes e Interpretación del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera en Ossa de Montiel, para que descubras de primera mano todos los detalles de este paraje natural, uno de los más bonitos de Castilla La Mancha.

Y a partir de ahí te recomendamos hacer paseos a pie con paradas en los lugares más emblemáticos como la cascada del Hundimiento, los miradores de la laguna del Rey, Lengua y Salvadora… ¡Te encantarán!

Si te gusta el turismo activo, las empresas de ecoturismo de la zona te ofrecen diversas rutas de senderismo y naturaleza adaptadas en dificultad, duración y distancia según tus preferencias, paseos en kayak y paddle surf, la bajada a la Cueva de Montesinos o la ruta por la Quebrada del Toro.

ANOTA EN TU AGENDA VIAJERA:

📌 Mayo: asistir al Festival de Música «El Rumor del Agua». 

📌 Junio y noviembre:  disfrutar de la trashumancia de ganado vacuno por la Cañada Real de los Serranos a su paso por Ruidera.

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Villanueva de los Infantes, Conjunto Histórico Artístico Nacional

Uno de los pueblos más bonitos de España, lugar donde vivió, entre otros muchos ilustres del Siglo de Oro, el genial escritor Don Francisco de Quevedo y Villegas, y centro histórico de la Comarca del Campo de Montiel, citada hasta cinco veces por Miguel de Cervantes en su universal obra “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha“.

Todo un recorrido cultural por el irrepetible Siglo de Oro español.

En primer lugar, visita la Oficina de Turismo para que te informen de toda la oferta cultural y turística de la localidad, para después disfrutar tranquilamente de un recorrido monumental por la Plaza Mayor, la Iglesia de San Andrés Apóstol, la Alhóndiga y la Casa de los Estudios, la Casa – Palacio “Casa del Arco”, la Casa del Caballero del Verde Gabán y el Palacio del Marqués de Melgarejo, la iglesia y el Convento de Santo Domingo, la Celda de Francisco de Quevedo, las casas de Rueda y de la Pirra, el Oratorio de Santo Tomasillo…

Y muy cerquita, el maravilloso Santuario de Nuestra Señora de la Antigua.

Para los más golosos, en los obradores tradicionales de la localidad prueba los dulces típicos de esta zona.

ANOTA EN TU AGENDA VIAJERA:

📌 Agosto: asistir al Ciclo de Conciertos de Villanueva de los Infantes «Infantes Música».

📌 Septiembre: disfrutar de la Feria del Pimiento y degustar el Pisto Gigante con Récord Guiness.

📌 Octubre: hacer la Ruta de los Patios.

Ruta del Quijote Villanueva de los Infantes iglesia infantes

Tomelloso, Posada de Vid y Cultura

Un “pueblo grande” con una tradición vinícola muy arraigada en su cultura desde hace siglos. Con las interminables hectáreas de viñedo que pueblan sus campos, conforma la zona vitivinícola más extensa de La Mancha y del mundo. Bodegas tradicionales y viñedos, destilerías de brandy, chimeneas, y cientos de antiguas cueva bodega y bombos. ¿Te atreves a descubrir su maravilloso patrimonio vitivinícola?

Para vivir una auténtica experiencia de enoturismo te recomendamos hacer una visita guiada por el Museo del Carro, para conocer todo lo necesario sobre la vida en el campo y descubrir un maravilloso bombo, una auténtica joya de la arquitectura popular rústica. Continuad vuestro recorrido guiado por la Plaza de España, visitando la Posada de los Portales y el Museo Antonio López Torres, para admirar la visión única del paisaje manchego gracias a la vida y la obra de este pintor de fama mundial.

Imprescindible adentrarse en las antiguas cuevas bodega del casco urbano: más de 2200 existentes actualmente en el subsuelo de Tomelloso, excavadas para hacer y almacenar el vino en tinajas de barro. ¡Un patrimonio vitivinícola impresionante!

No te pierdas la visita a la Cooperativa Virgen de las Viñas, la mayor bodega de Europa y una de las mayores del mundo, y una cata de sus excelentes vinos.

ANOTA EN TU AGENDA VIAJERA:

📌 Agosto: participar en la Fiesta de las Artes y de las Letras.

📌 Noviembre: disfrutar de las actividades del Día Mundial del Enoturismo.

📌 Octubre: degustar la muestra alimentaria de productos de Tomelloso «Tomelloso Sabor». 

cueva bodega de Tomelloso bombo Tomelloso cata vinos tomelloso

Almagro, vivir con el teatro

Un tour guiado es la mejor forma de conocer la capital histórica del Campo de Calatrava, un pueblo con un repertorio artístico y monumental de gran calado donde destacan calles y plazas, casas solariegas, palacios, iglesias y otros monumentos de gran importancia histórica.

Aquí se encuentra el que probablemente sea referente mundial en el mundo de las artes escénicas: el Corral de Comedias de Almagro, conservado tal y como debió ser en la época de su construcción, allá por el siglo XVII.

Te recomendamos hacer una ruta por la Plaza Mayor, el Corral de Comedias y el Teatro Municipal, la iglesia y los frescos de San Agustín, un paseo por el barrio noble, para admirar las fachadas de los palacios renacentistas de los Xedler, de los Wessel o el palacio de Valdeparaíso, y el maravilloso Convento de la Asunción.

Imprescindible descubrir el Museo Nacional de las Artes Escénicas y disfrutar de una divertida visita teatralizada en el Corral de Comedias.

ANOTA EN TU AGENDA VIAJERA:

📌 Julio: asistir al Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.

📌 Agosto: asistir al Festival Internacional de Cine de Almagro

📌 Octubre: asistir al Festival Iberoamericado de Teatro Contemporáneo de Almagro.  

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Recorrido en Google Maps:

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Manzanares. Corazón manchego

iglesia catedral manzanares

Una encrucijada de caminos ideal para disfrutar de La Mancha en todo su esplendor

Media vida pasando por la autovía A-4, sin ver la riqueza que uno de los cruces de caminos más acentuados de la llanura cervantina nos ofrece. Ese patrimonio tan anhelado por aquellos que deseamos describir la dignidad de una tierra capaz de haber inspirado al Príncipe de los Ingenios, y, por cierto, también, aunque por accidente, y doblemente accidente literal, también el visceral talento de Federico García Lorca.

Casi nadie sabe que las más célebres cinco de la tarde de toda la historia de la literatura, son de aquí. De Manzanares. De ese corazón culto y aventurero que, en el ruedo de su plaza, más que morir, dejó de estar vivo para compartir lo inmortal del torero y el escritor.

bodega manzanares

Lo horizontal, es más aquí que en ningún otro sitio de la inmensa llanura. En todas direcciones todo es plano e infinito. También el caserío, que, aunque invadido de modernidad, se expande raso a lo ancho y a lo largo sin límites por los cuatro puntos cardinales.

Aquí la vista escapa queriendo salir al Mundo que más allá de la llanura, siempre parece mejor, albergando la realización de sueños tan quijotescos como los que todos llevamos de por vida, similares a los deseos del más célebre personaje de La Mancha.

Resulta bastante grato descubrir el reconocible esfuerzo de los habitantes de Manzanares por conservar su patrimonio histórico, artístico y cultural. Un pueblo grande con toda la tipología de la edificación manchega, desde lo popular hasta lo señorial pasando por lo académico.

castilla la mancha

Si queréis ver y reconocer como era y es el rico patrimonio urbano de los bellísimos pueblos manchegos que, hasta hace unas décadas, se mantenían con dignidad, os recomiendo pasear con calma por las mancheguísimas calles de Manzanares.

Os sorprenderá encontrar en este magnífico poblachón manchego, un resumen de todo lo que constituía el caserío de estilo burgués de las grandes poblaciones de la comarca surgidas del auge del vino desde finales del XVIII hasta principios del XX, bien concentradas en el Paseo de la Estación y la calle Lope de Vega.

manzanares autovia andalucia a 4

Manzanares es uno de los mejores ejemplos de pueblo manchego donde es posible apreciar y disfrutar el trascurso de tan rica historia y legado cultural

Toda la riqueza patrimonial que hoy luce más llamativa e importante que nunca en las calles de Manzanares representa el tesoro cultural que hará evolucionar al pueblo de un modo más racional, culto y respetuoso consigo mismo para beneficio de todos.

Las irrepetibles casas de hidalgos manchegos que distinguen a la tierra del más famoso hidalgo de la literatura universal con el rigor y el orgullo que merece la alusión a uno de los monumentos literarios más importantes de la historia de la humanidad, permanecen aquí para deleite y orgullo de las generaciones venideras. Y no sólo las grotescas y cómicas siluetas de chapa de Don Quijote y Sancho que con tan cómoda facilidad parecen haber resuelto la papeleta de cumplir con la cultura o el turismo.

La cultura es sobre todo respeto y conocimiento. Y el turismo es sobre todo respeto por el turista, ofreciendo entornos de calidad.
Mantener en pie la monumental fábrica de harinas, casi resulta tan heroico como la Batalla de Bailén. Hoy ese magnífico ejemplo de arquitectura industrial es más que patrimonio monumental. Es sobre todo dignidad cultural y amor propio.

La calle de Las Monjas. La calle Empedrá. La plaza del Ayuntamiento. El entorno de la ermita de San Antón. El parque lineal. El paseo decimonónico. El molino grande. La plaza de toros, el gran teatro, el museo del Queso Manchego, Museo de Manuel Piña… y tantas otras cosas y lugares que debes descubrir, amén de la hospitalidad y el carácter de sus gentes.

plaza manzanares castilla la mancha

manzanares castilla la mancha

UN PASEO POR MANZANARES

Para conocer este gran pueblo puedes empezar en la plaza de la Constitución, donde el Ayuntamiento, la Iglesia de la Asunción (del siglo XVI y Bien de Interés Cultural), los soportales y el amplio espacio abierto conforman un conjunto arquitectónico de gran belleza.

Por la calle de Las Monjas seguimos hasta la Casa de los Leones, magnífico ejemplo de heráldica del siglo XVII. En su fachada podemos admirar dos impresionantes leones protegiendo el escudo familiar.
Un poco más adelante, el Palacio de los Ochoa, que conserva uno de los más bellos patios empedrados al estilo manchego.

Otra de las casonas situadas en esta misma calle es la Casa de Malpica, la cual alberga el Museo del Queso Manchego, Archivo – Museo de Ignacio Sánchez Mejías y la Colección de Arte de Manzanares. Una gozada para los todos los sentidos.

La siguiente parada nos lleva al Centro Cultural Ciega, una antigua casa solariega que acoge el Museo Manuel Piña, figura relevante en la historia de la moda de España, marcando con su estilo la época de efervescencia cultural y creativa conocida como «La Movida».

Dejando atrás el Centro Cultural Ciega, se sitúa el Palacio del Marqués de Salinas, conocido popularmente como «Casa del Jonte», donde el rey Alfonso XIII y sus hijos situaron el centro de operaciones de sus partidas de caza.

iglesia manzanares

museo manuel piña manzanares

museo manuel piña diseñador movida madrileña

Manzanares nos ofrece el perfecto maridaje de historia, arte, queso y moda

También en el centro histórico encontramos el emblemático Castillo de Pilas Bonas. La conversión de este castillo en un maravilloso alojamiento nos permite visitarlo y recorrer parte de su interior, e incluso dormir o disfrutar de la gastronomía. Según la mayoría de las teorías, el castillo se construyó en torno a 1239.

Nuestro especial agradecimiento a su dueño por recuperar con su esfuerzo personal una de las fortificaciones más representativas de las órdenes militares que tanto suponen en la propia historia del país y la Edad Media europea.

El Gran Teatro de Manzanares es otro edificio destacable en la fisionomía de la ciudad. Se inauguró en julio de 1911.

Ya fuera del centro histórico, en las cercanías del río Azuer, se encuentra el Molino Grande (siglo XVI). Un más que interesante molino hidráulico formado por varias construcciones centenarias que constituye uno de los bienes etnográficos más destacados de La Mancha.

Manzanares posee además una amplia y magnífica oferta hostelera (Parador Nacional de Turismo incluido), y una rica y variada gastronomía con vinos de reconocido prestigio.

castillo pilas bonas manzanares

gran teatro manzanares

molino grande manzanares

ENTRE TOROS Y TOREROS

Una parada para los amantes de la fiesta y la arquitectura taurina: la bella plaza de toros de Manzanares. Por este coso han pasado toreros de la talla de Machaquito, Lagartijo, Chocherito, Belmonte, Manolete o Gaona.

En este coso es posible sentir todavía la tragedia del 11 de agosto de 1934, donde el torero sevillano Ignacio Sánchez Mejía, gran amigo de Federico García Lorca, perdió la vida.

Desde aquel día y aquellas cinco de la tarde, esta plaza pasó a ser un monumento a la literatura universal, gracias al talento del poeta granadino:


El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones del bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.
En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro, solo corazón arriba!

¡Que no quiero verla!
Dile a la luna que venga,
que no quiero ver la sangre
de Ignacio sobre la arena.
¡Que no quiero verla!
La luna de par en par,
caballo de nubes quietas,
y la plaza gris del sueño
con sauces en las barreras
¡Que no quiero verla¡
Que mi recuerdo se quema.
¡Avisad a los jazmines
con su blancura pequeña!
¡Que no quiero verla!

plaza toros manzanares

Y ya que hablamos de toros, en la tierra del Quijote. Aventurémonos. Que los toros no sufran, pero tampoco el mundo del toro. En lugar de prohibir, denostar o cortar por lo sano. ¿Por qué no evolucionamos?

Por amor propio y por respeto al sufrimiento ajeno, vamos a torear sin que las cinco de la tarde maten a nadie y sin que antes de las cinco de la tarde las banderillas ni los estoques, tiñan de sangre los alberos.

Pero que las cuadrillas, los trajes de luces, los caballos, el público y la arquitectura única y universal de las plazas de toros de España renueven este espectáculo tan mediterráneo y esta cultura milenaria con el respeto que merece un animal tan noble como el toro, un ámbito tan beneficioso como la dehesa y un ser tan valiente como el torero.

Ni uno ni otro tienen la culpa de ser lo que son. Sólo son culpables a ojos de quienes culpan lo que no respetan porque no lo quieren conocer.

Que por honor a esas cinco de la tarde que enriquecen de arte la cultura universal, desde aquí, desde Manzanares y desde uno de los edificios más poéticos de la Tierra, algo tan ancestral como el toreo y el mundo de Picasso, Goya, Creta… reviva renovado su arte sin causar dolor.

manzanares medieval

Se nos ocurren muchos más motivos para descubrir Manzanares, pero dejaremos que seas tu quién complete estas razones con tus propias experiencias, seguro que no te faltarán.

Un artículo de Salvador Carlos Dueñas Serrano ©

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Ruta del azafrán de La Mancha

ruta azafran la mancha

Lagunas y pueblos de leyenda salpican La Mancha, una tierra cubierta por el color violeta de la flor del azafrán


Atraídos por el intenso aroma del azafrán, uno de los condimentos más apreciados de la cocina española, comenzamos la Ruta del Azafrán en Villarrobledo, más conocido por ser el mayor productor de uva y vino del mundo y por sus famosas tinajas de barro (no os perdáis el Museo de la Tinajería), pero donde empresas cómo Azafrán Desbrín miman el cultivo tradicional de esta especia, llamada el “Oro Rojo” de La Mancha.

En temporada de recolección del azafrán (octubre – noviembre) tenemos la posibilidad de visitar un campo de azafrán, participar en la monda de flores y tostado del azafrán, incluso hacer una degustación de productos elaborados con este condimento natural.

Villarrobledo
Plaza de Villarrobledo


Recolección del Azafrán de La Mancha

Nuestra siguiente parada es La Solana, en el Campo de Montiel, tierra de azafrán y de artesanía. Este gran pueblo se encuentra en un alto que destaca sobre la llanura manchega y, haciendo honor a su nombre, a menudo iluminada por el sol.

La Solana tiene tradición y presente de población artesana. De antiguo proceden la alfarería, la forja artística, la elaboración de botas para vino, el trabajo del esparto… Pero hay dos producciones, además de la de aceites de oliva y quesos, que han distinguido a esta localidad: el cultivo del azafrán y la fabricación de hoces, que hoy día ha dejado paso a una importante industria de herramientas y aperos para el campo.

Tan importante ha sido y es el azafrán aquí que entre los festivales más destacados en el terreno cultural a nivel nacional, se encuentra la Semana de la Zarzuela de La Solana, que se celebra todos los años durante el mes de octubre.

Un mosaico en la calle de Feria ilustra la afición de La Solana a este género musical escénico o teatral. Por él sabemos que el compositor Jacinto Guerrero y sus libretistas F. Romero y G. Fernández Shaw se inspiraron en este lugar para componer La Rosa del Azafrán.


Representación durante la Semana de la Zarzuela de La Solana

Camuñas es el siguiente alto en el camino. Sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Azafrán de la Mancha, rodeada de campos de esta especia de un color violeta intenso durante los meses otoñales por excelencia.

Siguiendo el río Amarguillo llegamos hasta Madridejos para realizar una parada imprescindible en su Museo del Azafrán y Etnográfico. Un recorrido didáctico por el proceso de cultivo, desde la preparación de la tierra, monda de la cebolla, plantación, recogida y monda de la rosa, así como por el tueste, corte, partición y venta del azafrán. No faltan sus usos gastronómicos y medicinales. Sin duda, estaremos presentes en octubre para celebrar sus importantes Jornadas del Azafrán.


El azafrán desprende un intenso aroma cuando se recoge en otoño


La monda de la rosa del Azafrán

Nuestra ruta nos acerca ahora al Cerro Calderico, con sus molinos de viento y el castillo de La Muela, del siglo XII, en Consuegra, un magnífico pueblo de casas nobles mezcladas con edificios de distintos periodos arquitectónicos. Mezcla de la piedra, de tradición cristiana, con el ladrillo, de tradición árabe.

Consuegra, entre molinos, leyendas, añoranzas medievales y batallas, surge en la llanura manchega para ofrecernos todas las pinceladas del tipismo manchego y castellano.

Cómo viajeros queremos subir rápido la cuesta del Cerro Calderico para contemplar en silencio cada uno de los gigantes de nuestra imaginación, de los que conocemos hasta sus nombres de pila: Cardeño; Vista Alegre; El Caballero del Verde Gabán; Chispas, Alcancía y Clavileño; Bolero, Sancho, Mambrino y Mochilas; Espartero, y finalmente Rucio.

En nuestra agenda anotamos la gran Fiesta de la Rosa del Azafrán de Consuegra, de Interés Turístico Regional, también para octubre.

De vuelta a Madrid, merece la pena visitar Tembleque. Una avenida arbolada refresca la entrada a este bonito pueblo, al que Juana la Loca nombró villa en el siglo XVI. En la calle del Convento pasamos frente a la señorial Casa de las Torres, con una magistral portada barroca. A pocos metros, la Plaza Mayor, una joya de la arquitectura popular manchega, es la última parada de esta interesante ruta de intenso aroma manchego.

Cerro Calderico, Consuegra

Plaza Mayor de Tembleque

Cocinamos con Azafrán

Clave de la despensa mediterránea, el azafrán es un colorante natural que aporta sabor y aroma en todos los platos.

Condimento y, a la vez, colorante, eso sí, natural. Estos rasgos convierten el azafrán en un auténtico comodín en la cultura culinaria made in Spain.

Catalogado como especia, sus hebras son los tres estigmas secos que guarda el pistilo de su flor y que son garantía de que nos hallamos ante un auténtico azafrán y no falsificaciones o colorantes químicos en polvo. Es un distintivo de la gastronomía patria, a la que, sin duda, aporta aromas y sabores especiales tanto en el mundo salado, como en el dulce.

A lo largo y ancho de esta Ruta del Azafrán podemos disfrutar de las deliciosas recetas de arroces, guisos, potajes, asados, platos de la cocina tradicional castellano-manchega, actualizada sin excesos de modernidad, y productos de reconocido prestigio cómo el Queso Manchego y el cordero manchego, siempre con el espectacular sabor de esta especia.

Especial mención en el apartado de repostería los espectaculares arroz duz, postre de coco y Queso Manchego con un toque de azafrán, que prepara cómo nadie Teresa Gutiérrez, del Restaurante Azafrán de Villarrobledo.


Galguerías del Restaurante Azafrán

El rincón del Azafrán de La Mancha

Esta especia refinada, procedente de los filamentos de una bella flor violeta, fue introducida en la Península por los árabes. Ellos fueron los que le dieron el nombre de safaran, que significa amarillo. En La Mancha adquiere un color intenso y un aroma penetrante. De las efímeras flores sólo se aprovechan tres estigmas.

Desde el punto de vista físico, el Azafrán de la Mancha se distingue fácilmente porque los estigmas rojos sobresalen claramente de la flor y porque el estilo es de menor longitud que en las flores de otros orígenes.

El Azafrán de la Mancha se presentará al consumidor únicamente en hebras, nunca molido y siempre etiquetado con la marca de conformidad del Consejo Regulador. Las hebras serán flexibles y resistentes con los estigmas de color rojo vivo brillante. Tiene un olor propio del tostado, intenso y penetrante, junto con un ligero aroma a «mies» o hierba fina seca con reminiscencias florales. En infusión se aprecia una percepción larga y suave, inicialmente amarga, con gusto posterior y persistente a mies y tostado.

Destaca su contenido en carotenos, que se transforman en vitamina A y actúan como antioxidantes y anticancerígenos. Toda una joya nutricional.

El proceso de elaboración, que consiste en el desecado mediante tostado a fuego lento en lugar de secado al sol, parece ser el responsable de que el producto final tenga una mejor presencia, un intenso aroma y mayor contenido en safranal y poder colorante.

La zona geográfica delimitada de producción está situada en el interior de la Comunidad Autónoma de Castilla – La Mancha, ocupando las comarcas manchegas pertenecientes a las provincias de Toledo, Cuenca, Ciudad Real y Albacete.

Denominación de Origen Protegida Azafrán de La Mancha


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Campo de Montiel: en busca de aventuras junto al Quijote

quijote infantes campo montiel

Un viaje literario para conocer los escenarios en los que vivió el último caballero andante


A la hora de descubrir la provincia de Ciudad Real y las andanzas de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha son muchas las opciones que se pueden elegir.

Una, dejarse llevar por un camino lleno de sorpresas, en el que se irán colando tanto Miguel de Cervantes y su Alonso Quijano, como autores que también forman parte de la vida de esta provincia. Quevedo, Jorge Manrique y hasta Santa Teresa de Jesús; y otra, dejarse guiar por los escenarios que propone el de Alcalá de Henares en su gran obra, y que permiten descifrar la geografía imaginaria de Don Quijote.

El viajero decide. Aunque aquí os proponemos una ruta con el libro en la mano, la que trascurre por el Campo de Montiel, uno de los escenarios de los que no se olvidó el autor.

Primavera en Villahermosa

Vista de Montiel

Pastoreo de ovejas manchegas

Vista del Campo de Montiel en Almedina

Mapa del Campo de Montiel. Autor, Carlos Barraquete


Tras cuatro siglos, damos fe de la existencia todavía de quijotes y sanchos por estas tierras


Si Verona es la tierra de Romeo y Julieta, el Campo de Montiel seria la del Quijote y esto no admite reflexión, ni debate, ya que es el mismo Cervantes el que se lo recuerda al lector en repetidas ocasiones. Hasta cinco veces cita esta comarca.

La primera, en el prólogo donde es el mismo autor el que reconoce que ésta es la historia de “Don Quijote de La Mancha, de quien hay opinión, por todos los habitantes del distrito del Campo de Montiel que fue el más casto enamorado y el más valiente caballero que de muchos años a esta parte se vio en aquellos contornos”.
Y otra, no muy lejos de aquella, en el capítulo II, en la que el autor aclara que «comenzó a caminar por el antiguo y conocido Campo de Montiel. Y era la verdad que por él caminaba».

Una realidad sobre la que se sustenta fuertemente este maravilloso viaje literario, bien acompañado por cierto de la rica gastronomía y productos autóctonos de la comarca: aceites de oliva virgen, quesos manchegos, mieles, frutos secos, embutidos, productos de la huerta cómo el pimiento de Villanueva de los Infantes… todos ellos sostenibles, ecológicos y de proximidad, no se puede pedir más.

Laguna Blanca (Lagunas de Ruidera). Autor, Juan Amores

Senderismo por el Castillo de Montizón. Autor, Pedro Castellanos

Vista de Terrinches. Autor, Carlos Barraquete

Rincones de Fuenllana


De entre todos los paisajes y escenarios que componen la Ruta del Quijote, hay uno que es el más emblemático de todos y que aún conserva toda la esencia: el Campo de Montiel


Para conocer el verdadero espíritu de Don Quijote es necesario y nos atrevemos a decir que también obligatorio, contactar con el Campo de Montiel: uno de los espacios geográficos más importantes donde corrió el personaje sus lances caballerescos y sus poéticas emociones trotando con Rocinante con el fiel respaldo de su escudero.

De aquella España que vivió Cervantes y transitó Don Quijote, de un Campo de Montiel que eligió la Orden de Santiago como sede, le hablarán al viajero los municipios que enmarcan los escenarios de los que se vale el autor para recrear las aventuras del ingenioso hidalgo.

Más de veinte localidades en las que el pasado y el presente conviven sin estorbarse, con toda la esencia rural y natural, unidas por caminos novelescos, luminosos, incontrolables desde lo literario e histórico, llenos de hospitalidad, caballerosidad e hidalguía. Caminos amplios, de inmaculados valles y vastos horizontes, como la Vía Augusta o el Camino de Aníbal. Caminos universales como lo es el Quijote cervantino y lo son sus singulares habitantes.

Vista del Campo de Montiel

San Carlos del Valle. Autor, Jhuertas

Torre de la Higuera. Autor, Toni Arias

La Solana. Autor, Juan Gregorio García. FOTO digitalhambra


«Acertó Don Quijote a tomar la misma derrota y camino, que él había tomado en su primer viaje, que fue por el Campo de Montiel». Capítulo VII, de la 1ª parte de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha


Esta es una ruta múltiple, universal y real que no sólo recorre el alma española y manchega sino que nos presenta una amplia oferta cultural, turística, gastronómica, paisajística, artística y monumental.

Aún hoy desconocida para muchos viajeros, esta ruta literaria permite descubrir auténticos tesoros en cada rincón, sierra, valle o pueblo del Campo de Montiel. Abundantes asentamientos de diferentes culturas, un rico patrimonio histórico-artístico, lugares de interés turístico nacional, sorprendentes parques, reservas y espacios naturales, misteriosas cuevas y abrigos prehistóricos, variadas costumbres y fiestas populares, rica artesanía, o una sabrosa gastronomía con numerosos productos que han obtenido las más altas distinciones.

La comarca del Campo de Montiel te ofrece un sinfín de lugares y actividades, convirtiéndose poco a poco en uno de los destinos turísticos más atractivos de Castilla – La Mancha.

Villanueva de los Infantes


«Pisó por ella el uno y otro lado de la gran Sierra Negra y el famoso Campo de Montiel, hasta el herboso llano de Aranjuez». Capítulo LII, de la 1ª parte de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha


Lagunas de Ruidera


«Y pongan los ojos en las que están por venir, que desde agora en el camino del Toboso comienzan, como las otras comenzaron en los Campos de Montiel». Capítulo VIII, de la 2ª parte de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha


Villahermosa


Dedicado a nuestro gran amigo Justiniano Rodríguez Castillo. Gracias por enseñarnos el camino. Hasta siempre


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Fotografía de portada de InfantesDIGITAL

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De ruta gastronómica y cultural por Tomelloso

Tomelloso, bello por sus magníficos contrastes y con un enorme patrimonio enológico. El destino ideal para los que quieren descubrir los auténticos sabores que ofrece La Mancha


Hoy viajamos hasta la ciudad conocida como “Atenas de La Mancha”, no en vano luce orgullosa un bagaje cultural de primer nivel: Tomelloso. Pragmática y enérgica, sus gentes y sus vinos han influido en el pincel vital y realista de López Torres, y en los certeros e inolvidables relatos de Francisco García Pavón.

Situada en plena tierra del Quijote, consciente de su pasado, Tomelloso conserva todos los valores y tradiciones que su historia le aporta y se reconoce, como no puede ser de otro modo, ciudad manchega que contempló las andanzas de aquel hidalgo nacido de la ilustre mente de Cervantes.

Más reciente es el detonante último de la enorme expansión del cultivo de la vid en estas tierras y en La Mancha en general, que no fue otro que la muy desastrosa plaga de filoxera que afectó a los viñedos europeos, por ende españoles, durante el siglo XIX. El relativo aislamiento de La Mancha y quizás la suerte, jugaron la baza del viñedo manchego permitiendo a sus plantas de pie franco resistir hasta bien entrado el siglo XX.
Una oportunidad única y propicia para atender a un mercado que se había quedado totalmente desabastecido y que Tomelloso supo aprovechar, por su naturaleza emprendedora.

Testigos de aquella rocambolesca historia, encontramos en este viaje sus numerosos bombos entre viñas, las infinitas cuevas de su subsuelo y las esbeltas chimeneas de su casco urbano. Juntos nos hablan de una vida dedicada al cultivo de la vid y a exprimir su delicioso zumo: el vino.

Llegando hasta nuestros días, la enorme producción vínica anual de Tomelloso lo convierte en uno de los grandes centros de producción vitivinícola a nivel mundial, sin restar un ápice a la calidad de sus vinos, lo que nos permite disfrutar de algunos de los mejores tintos, blancos y rosados españoles.

 


Disfrutando del turismo del vino y de la gastronomía en Tomelloso


Iniciamos el recorrido turístico en una tierra de viñedos infinitos, quinterías y bombos, geniales joyas de arquitectura popular rústica que servían cómo refugio y vivienda para los labradores, familias, aperos y animales de trabajo, y que embellecen el campo tomellosero otorgándole una seña de identidad única y muy peculiar. El Museo del Carro y Aperos de Labranza, etnográfico y con un interesante compendio de memoria histórica municipal, nos permite conocer más de cerca la vida y el trabajo en el campo, y visitar un impresionante Bombo construido con más de 2.000.000 millones de piedras, hábilmente dispuestas unas sobre otras sin argamasa alguna entre ellas.

Los amantes de las escapadas para descubrir lugares únicos, con toda la esencia de la cultura del vino, tienen sin duda en Tomelloso todo un fabuloso tesoro: las más de 2200 antiguas cueva – bodega existentes en el subsuelo de la ciudad, excavadas antaño en la roca para hacer y almacenar el vino en tinajas de barro. Un patrimonio vitivinícola impresionante salpicado de secretos y leyendas.
Duro trabajo el que realizaron antaño tanto hombres como mujeres. Ellos picaban la tierra y horadaban el subsuelo hasta lograr unas cuevas con unas cualidades óptimas para poder albergar las cosechas en quietud, guareciendo los vinos de cambios climáticos bruscos. Ellas, valientes manchegas llamadas terreras, eran las encargadas de trasladar la tierra y la arena extraídas del interior hasta la superficie.

¿Sabíais que si pudiésemos poner todas las antiguas cueva – bodega de Tomelloso en línea tendríamos un túnel de más de 30 km?

Antes de continuar el recorrido hacemos una parada para tomar un aperitivo (el Queso Manchego entra bien a cualquier hora) acompañado por supuesto con un gran vino… una copa de tinto Torre de Gazate, Luna de Allozo o Flor de Allozo, un Verum Roble o Verum Tosca… una copa de blanco Verdejo de Allozo, Malvasía de Verum o Añil Fresh… tragos de historia, verdad y terruño manchego.


De visita obligada son las antiguas cueva – bodega de Tomelloso, un patrimonio enológico impresionante


Para los que buscan probar vinos especiales, con una excelente calidad, conocer su forma de elaboración y adentrarse en bodegas emblemáticas, en Tomelloso van a encontrar algunas de las mejores opciones del panorama enoturístico nacional.

En el arquetipo de bodegas familiares con encanto se encuentra Allozo, una bodega estilo “Chateau”, que aúna la tecnología más vanguardista en sus elaboraciones con las artes más tradicionales. Pionera en la elaboración de Vinos de Autor, elabora cada uno de sus vinos “de la cepa a la copa”, con un profundo respeto al medio ambiente y a la cultura vitivinícola de La Mancha. Sus vinos procedentes de diferentes coupages, ediciones especiales y limitadas hacen que Allozo sea de las bodegas más premiadas a nivel nacional e internacional.
Además de conocer su bodega de crianza, única en Castilla – La Mancha con más de 4000 barricas, Allozo nos ofrece la oportunidad de descubrir las antiguas soleras de Brandy Casajuana, un brandy de Tomelloso de una alta calidad envejecido en soleras centenarias que datan de 1892, de producción limitada y numerada… la historia del brandy y los destilados de Tomelloso da para otra más que interesante visita (Peinado, Osborne, Pedro Domecq, Casajuana, espirituosos de Bodegas Verum…)

Inolvidable sin duda es adentrarse en el mundo de Bodegas Verum, una bodega familiar nacida en 1788, con la premisa de que es en la viña donde se hace el vino y con una filosofía muy clara “Verum es la verdad de la tierra, de la familia y del vino”. Sus vinos, de prestigio internacional, elaborados a partir de cepas de más de 50 años, así lo trasmiten.
Su pasión por los retos importantes, el valor añadido y la calidad diferenciada, han llevado a Bodegas Verum a emprender proyectos de indudable éxito como ULTERIOR, un viaje al pasado, con el retorno a variedades ancestrales para preparar el futuro de los vinos de calidad en Castilla-La Mancha. Y a cruzar el Atlántico para seguir creando riqueza, con altas cotas de calidad y sostenibilidad, con el proyecto PATAGONIA, en Argentina.
La visita a sus instalaciones nos ofrece la posibilidad de conocer el funcionamiento de una destilería y una bodega conjuntamente. Y bajar hasta las entrañas de la tierra para descubrir una enorme cueva de crianza de más de 8000 m2 de galerías, excavadas en la roca caliza del subsuelo de Tomelloso.

En nuestro recorrido de vinos y bodegas por Tomelloso, parada obligada es Vinícola de Tomelloso, que comenzó su andadura en 1986, fundada por 28 familias viticultoras de la ciudad a las que les une su pasión por la viña y el vino, y que se refleja en el crecimiento en calidad y modernidad de los vinos manchegos durante el último cuarto del siglo XX. Una apuesta decidida por la innovación y el desarrollo de modernas técnicas de vinificación teniendo como objetivo ofrecer al consumidor un producto diferenciado.
La bodega cuenta en la actualidad con un importante parque de barricas de roble francés y americano, donde envejecen unos excelentes tintos, reconocidos a nivel nacional e internacional, y una antigua cueva donde se elabora un vino espumoso Brut Natural de alta calidad, no en vano ha sido una de las bodegas pioneras en la elaboración de espumosos en Castilla – La Mancha. En época de vendimia Vinícola de Tomelloso nos ofrece la posibilidad de visitar sus viñedos.


Las gentes y la actividad vinícola de Tomelloso han influido en el pincel vital y realista de López Torres, y en los certeros e inolvidables relatos de Francisco García Pavón


Nuestros pasos nos guían hacia la Plaza de España, centro vital de esta maravillosa ciudad, donde descubriremos tres magníficos ejemplos de patrimonio arquitectónico: la Posada de los Portales, un edificio emblemático propio de la arquitectura manchega del siglo XVIII, declarado monumento histórico – artístico; el blanco y majestuoso Palacio Consistorial, sede del ayuntamiento; y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, con una ajetreada historia y que atesora un interesante patrimonio artístico.

Llaman nuestra atención las numerosas y altas chimeneas de las antiguas alcoholeras, como agujas impertérritas del tiempo, que parecen arañar el cielo azul manchego. Se las puede encontrar prácticamente en todos los rincones más inusitados del trazado urbano tomellosero para convertir una calle anodina y cotidiana en manso y pequeño refugio de recuerdo.

Imprescindible recorrer los espacios del Museo Antonio López Torres, donde se expone parte de la obra del pintor tomellosero, el llamado “pintor de la luz”, maestro del realismo, y que reflejó en sus cuadros la dignidad cotidiana entregada a las tareas agrícolas, las mismas que durante años presenciara en su juventud. Una dura vida retratada con ternura, sencillez y gesto rudo pero amable.

 


La gastronomía de Tomelloso rica, variada, tradicional y de vanguardia, desde siempre elaborada con materias primas de excelente calidad


Tomelloso sabe y huele a vino, pero es que también sabe a gastronomía, a pisto, a migas, a asado de cordero manchego, a azafrán, a productos de la huerta y a gente honesta que tiene amor a su tierra y que te hace sentir como en casa.

Cuando visitas Tomelloso te das cuenta que hay mucho más que vino. Además de bodegas y turismo enológico, también hay mucho que ver y mucho que disfrutar comiendo. El turismo cultural y la gastronomía se dan la mano en esta tierra.

Sentados a la mesa del Restaurante La Antigua, ubicado en una maravillosa casa típica castellana, cada bocado nos hace viajar a la cocina tradicional con toques de fusión y tendencia. Es una buena muestra de la generosidad y el ingenio de la cocina manchega, basada en las ricas tradiciones de la zona y en los productos autóctonos de calidad, mezclados con propuestas culinarias innovadoras que nos ofrecen sabores y sensaciones realmente sorprendentes.

Las gentes de Tomelloso son emprendedoras e inquietas, de estirpe creativa y madurez desacomplejada que integran ideas y tendencias del exterior en su identidad. Jesús Marquina, chef de Marquinetti, es un vivo ejemplo de ello. El mejor “pizzaiolo” del mundo es tomellosero, y ha logrado hacer de la pizza un plato de alta cocina. Una propuesta gastronómica realmente deliciosa.

Os proponemos descubrirlo con esta auténtica ruta gastronómica y cultural.


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Un producto de prestigio internacional: el Queso Manchego

A mejor pasto, mejor leche y mejor Queso Manchego

Por razón de ser La Mancha una región natural llena de contrastes, donde coexisten la sierra y la llanura, los pastos manchegos son de gran diversidad. Indudablemente, la calidad, riqueza, afrutamiento y perfume de la leche depende en gran manera de los pastos que las ovejas coman y esto lo conoce perfectamente cualquier ganadero y por supuesto el pastor, que debe elegir, en su lento caminar, los mejores y más selectivos pastos.

Los pastos imprimen a la leche un incomparable sabor que hacen que al transformarse en Queso Manchego, éste resulte tan excelente y con peculiaridades tan características y diferenciadas.

Otoño e invierno son buenas estaciones para los quesos de oveja y, por supuesto, éstos son extraordinarios con los primeros pastos de primavera. Por tanto, para conocer la fecha óptima para la adquisición de un queso, debemos partir del momento en que los pastos estén en el momento más adecuado y por ello la leche sea de la mejor calidad y con los más amplios aromas, sin olvidar agregar el tiempo que se tarda en hacer y madurar el mencionado queso.

 

La responsable de la leche: la oveja manchega

Con apariencia femenina y apacible las hembras, finas y estilizadas y sensación de fortaleza los machos; con sus extremidades adaptadas a lo largo de los siglos a la andadura por barbechos y rastrojeras, obligada da salvar los surcos que trazaron las viejas yuntas de mulas o ir entre las cepas buscando la pámpana o los granos sueltos que quedaron tras la vendimia; poco acostumbrada a sombras de dehesas y a ribazos refrescantes; habituada a beber agua pocas veces al día y a las más de ellas con grandes esfuerzos por parte de los pastores para extraer aquella de pozos o aljibes, ha ido formándose en su rusticidad, estando a la vez cada día más seleccionada tanto en la producción de leche para ese Queso Manchego fabricado por los propios pastores o por industrias artesanales, como para producir esa calidad de cordero lechal que le ha dado fama internacional.

Por cierto, ¿sabéis por qué en todos los rebaños de ovejas manchegas se incluyen algunas cabras?. La oveja manchega no produce diariamente una gran cantidad de litros de leche. Con el fin de aprovechar al máximo esta leche para elaborar el queso, las cabras son las encargadas de amamantar o alimentar a los corderos recién nacidos.

Los detalles que marcan la diferencia

En la elaboración del queso tan importante es la materia prima empleada, como el tipo de coagulante o el tiempo de prensado, pero lo que definitivamente diferencia a un queso de otro son las condiciones ambientales y la maduración.

Respecto a la materia prima, la leche, su contenido graso, sus componentes aromáticos y su nivel proteico serán los factores que determinarán el proceso de fermentación y que diferenciarán perfectamente al Queso Manchego de los demás.

En cuanto a los coagulantes utilizados en la elaboración tan sólo son permitidos única y exclusivamente los cuajos vegetales obtenidos a partir de flores de cardo y los de procedencia animal. Los aditivos químicos están totalmente fuera de lugar.

Para alcanzar el sabor del queso, al mismo tiempo que se modifican su aspecto, textura y consistencia, son necesarias las condiciones óptimas de temperatura, entre los 14 a 17 ºC, que ofrecen las cámaras especialmente preparadas, bodegas o cuevas de La Mancha.

A tener muy en cuenta: el reglamento del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Queso Manchego establece que la venta de Queso Manchego sólo puede realizarse a partir de los dos meses de maduración. Esta regulación además de tener una muy clara vertiente sanitaria, que evita la comercialización de quesos donde todavía puedan sobrevivir algunos gérmenes patógenos, pone de manifiesto que es en esos dos primeros meses de maduración donde se desarrollan las principales reacciones que harán que el queso adquiera los rasgos característicos que lo distinguen como uno de los mejores quesos del mundo.

A la hora de comer

Sobran las palabras… ¡¡¡Que os aproveche!!!

 

El Queso Manchego también es una excusa para viajar y hacer turismo gastronómico en Castilla – La Mancha. Planifica tu experiencia con nosotros. Más información en www.sabersabor.es

Una oportunidad para degustar un producto de máxima calidad cotizado a nivel nacional e internacional #QuesoManchego


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Tour por los Escenarios de Cervantes y los Paisajes del Quijote

Os proponemos un viaje cultural, natural y gastronómico inolvidable por Madrid, Toledo, La Mancha y el Campo de Montiel para descubrir el origen del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha. Un viaje por una Tierra Universal, el Siglo de Oro Español, los paraísos y escenarios naturales de la novela, con toda la esencia de nuestras ciudades, pueblos y aldeas, y disfrutando de nuestra rica gastronomía, en la que no pueden faltar el delicioso y afamado Queso Manchego y los vinos de la tierra. Sin duda, una auténtica experiencia cultural universal


Día 1

Iniciamos nuestro maravilloso recorrido por el Madrid de los Austrias, sede de la corte de Felipe II, bajo cuyas órdenes lucho Don Miguel de Cervantes durante gran parte de su vida. Un paseo por el casco histórico de la ciudad, lleno de calles estrechas, callejuelas, pasajes, pasadizos, travesías, plazuelas, palacios, conventos…
Y a la hora de comer nada mejor que un tour gastronómico de tapas y vinos por las tabernas más emblemáticas de Madrid. Un delicioso recorrido entre catas y degustación de pequeños platos de temporada maridados con vinos de La Mancha.
Madrid, Villa y Corte, que tiene su centro en el «kilómetro cero» de los caminos de España, posee un mapa gastronómico inigualable en el que tienen destacada presencia platos tradicionales que ofrecen un perfil propio, con aromas de la cocina manchega, al estar su territorio enclavado en el corazón de la meseta. En los más típicos rincones del viejo Madrid, antiguas posadas, figones y mesones, – aparte del famoso Lhardy -, ofrecen la clásica sopa de ajo, y su inigualable cocido al que los castizos llamaban «el coci» ó «el piri», plato típico, saludable, sabroso y antañón que con el mismo regusto se come por tierras de Castilla en las que Madrid se asienta.
Por la tarde nos trasladamos hasta la cercana Alcalá de Henares, Ciudad Patrimonio de la Humanidad, para disfrutar de un recorrido guiado por esta bella localidad donde vivió sus primeros años Don Miguel de Cervantes, visitando su museo-casa natal, los edificios relacionados con su familia y aquellos vinculados a la publicación de sus obras.
Dar un paseo por las calles aledañas al Palacio Arzobispal, la Catedral Magistral y el Monasterio de San Bernardo nos transporta a la época del Cardenal Cisneros, allá por el siglo XVI.


Día 2

Iniciamos la jornada con un espectacular recorrido panorámico por Toledo, Ciudad Patrimonio de la Humanidad. A continuación hemos disfrutado de un atractivo y ameno recorrido guiado por el impresionante casco histórico y por los barrios de las Tres Culturas, admirando el legado de las diferentes civilizaciones que han dejado su huella en Toledo: Edad del Bronce, carpetanos, visigodos, romanos, musulmanes, judíos y cristianos. Y visitando los monumentos más importantes: Mezquita del Cristo de la Luz, Sinagoga de Santa María la Blanca, Iglesia de Santo Tomé (El Greco) y un subterráneo exclusivo en la judería.
De todos es conocido que Miguel de Cervantes disfrutó un amor sincero por la ciudad de Toledo. Al entrar por la puerta principal de la ciudad, la de Bisagra, nos encontramos, en su patio de armas, el elogio más apasionado de Cervantes a Toledo: “¡Oh, peñascosa pesadumbre, gloria de España y luz de sus ciudades…”
La mañana ha finalizado visitando un Taller de Damasquinado, donde hemos visto en directo cómo trabajan y descubierto todos los secretos de esta artesanía joyera conocida como el Oro de Toledo.
Por la tarde nos esperaba la impresionante Catedral Primada de Toledo, una de las obras maestras de la arquitectura ojival y obra magna del gótico, que mereció en el lenguaje eclesiástico el título de Dives Toletana (La Rica Toledana), que alude a la grandiosidad de sus dimensiones, riqueza artística y solemnidad litúrgica. La Catedral Primada fue concebida como Summa Artis, un Vaticano en tierras ibéricas. Esconde una interminable acumulación de tesoros artísticos que abarcan páginas enteras de la historia de la vidriera, la rejería o la escultura, y una colección pictórica sin igual, con obras de El Greco, Tiziano, Goya o Van Dick.


Día 3

Nuestro camino nos llevó hasta Campo de Criptana, para conocer uno de los enclaves fundamentales de la geografía española: la maravillosa sierra de los molinos de viento, una estampa clásica reconocida en los cinco continentes. Esta experiencia nos ha permitido rememorar la leyenda cervantina del famoso lance entre Don Quijote y sus “gigantes”, así como descubrir algunos secretos del noble arte de la molinería.
A continuación, la visita imprescindible a una prestigiosa bodega con D.O. La Mancha. Un interesante itinerario por sus emblemáticas instalaciones para adentrarnos en el apasionante mundo de la viticultura y en los procesos de vinificación, con una degustación de sus vinos de la mano de todo un maestro en este arte. La historia y los secretos del brebaje de Dioniso, dios del vino, han dejado de ser un secreto para nosotros. Una auténtica experiencia enoturística.
Y a la hora del almuerzo, nos esperaba una deliciosa y auténtica Comida Típica del Quijote, a base de platos tradicionales de la cocina manchega. Una cocina universalizada por Cervantes.
Por la tarde hemos conocido un tesoro de gran trascendencia en la tradición cervantina: la Cueva de Medrano en Argamasilla de Alba, la celda donde, según algunos estudiosos, D. Miguel de Cervantes comenzó a escribir su inmortal obra “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha”.
Imprescindible la visita a la cercana ciudad de Tomelloso para descubrir el interesante Museo del Carro y del Bombo de Tomelloso, con el maravilloso Bombo tomellosero en su interior, una auténtica joya de la arquitectura popular rústica.
Y por supuesto alguna de las más de 2200 antiguas cuevas-bodega existentes en el subsuelo de la ciudad, excavadas antaño en la roca para hacer y almacenar el vino en tinajas de barro. ¡Un patrimonio vitivinícola impresionante!


Día 4

Por la mañana hemos visitado una tradicional y prestigiosa quesería manchega, para conocer los secretos de un producto único: el Queso Manchego. Hemos tenido la oportunidad de conocer desde el pastoreo del ganado en el campo, las ovejas y corderos, y el ordeño hasta la transformación de la leche en queso, el trabajo artesanal y la maduración, asistiendo a la elaboración del queso en vivo y en directo. Para finalizar con una deliciosa degustación de este producto tan cotizado a nivel nacional e internacional.
Listos para iniciar una de las visitas más importantes de este tour: Villanueva de los Infantes, Conjunto Histórico-Artístico Nacional, uno de los más bellos de España y centro histórico de la comarca del Campo de Montiel, citada hasta cinco veces por D. Miguel de Cervantes en su obra más universal “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha”.
Cuna del Quijote, según algunos estudiosos, y el lugar donde vivió el genial escritor Don Francisco de Quevedo y Villegas, hemos disfrutado con un inolvidable recorrido por esta monumental villa. Iglesias y conventos; plazas porticadas; pósitos, casas señoriales, palacios y calles… Todo un viaje al irrepetible Siglo de Oro español.

Llega el medio día y con él un almuerzo campestre en una huerta de la zona, un lugar lleno de encanto y esencia manchega donde hemos dado cuenta de una comida típica a base de platos tradicionales maridados con los mejores vinos de la tierra.

Por la tarde nuestro viaje nos ha llevado hasta Fuenllana, cuna de Santo Tomás de Villanueva y villa rural manchega por excelencia, descubierta con sorpresa a principios del siglo XX por el famoso fotógrafo francés Charles Alberty ‘Loty’, cuyas fotos se mostraron en la Exposición Universal de Barcelona en 1929. Un magnífico ejemplo de lo que debe ser un pueblo con estilo propio, integrado en su paisaje, su historia y su cultura. Callejear por su casco urbano, respirar la esencia del Campo de Montiel… inolvidable.

Para nuestro siguiente paso por el histórico y sorprendente Campo de Montiel nos esperan enclaves como Villahermosa, Torre de Juan Abad, Montiel, Almedina, Villanueva de la Fuente, Alhambra… cada uno con una inmenso patrimonio histórico, cultural y natural.


Día 5

La jornada comenzaba con la visita a El Toboso para descubrir todos los secretos y leyendas de este bonito pueblo, y todos los rincones relacionadas con Don Quijote de La Mancha y Dulcinea. Imprescindible adentrarse en el Museo de la Casa de Dulcinea y descubrir de una forma amena y divertida el legado que D. Miguel de Cervantes dejo en El Toboso en su búsqueda del gran palacio de Dulcinea, y las características de los principales personajes, Don Quijote y Sancho, en el contexto histórico de una España en pleno Siglo de Oro de la literatura.
Tras un merecido descanso, ponemos rumbo a Alcázar de San Juan, última etapa de nuestro viaje. Desde la inmensa llanura que lo bordea, salpicada de bellas lagunas, pasando por sus conocidas fiestas de Moros y Cristianos, las tortas de Alcázar o el legado de su artesanía del cuero, la alfarería y la madera.
La visita a Alcázar de San Juan está llena de lugares de interés turístico y patrimonial.
Alcázar de San Juan es según algunos estudiosos la verdadera cuna de Don Miguel de Cervantes, así que nada mejor que iniciar nuestro recorrido en la Casa del Hidalgo, donde nos han explicado las costumbres y cómo era la vida de los hidalgos que inspiraron a Miguel de Cervantes cuando creó el personaje de Don Quijote de La Mancha. A continuación un bonito recorrido por el Conjunto Palacial del Gran Prior, donde destaca el Torreón de Don Juan José de Austria, uno de los emblemas de la ciudad, una torre almohade del siglo XIII, y actualmente un maravilloso espacio dedicado a los Caballeros Hospitalarios de San Juan.
La naturaleza está muy presente en estas tierras. Prueba de ello es el Complejo Lagunar de Alcázar de San Juan. Declarado Reserva Natural de la Biosfera, está conformado por 700 hectáreas integradas tres lagunas pertenecientes a La Mancha Húmeda. Se trata de un lugar perfecto para observar especies únicas y disfrutar de la naturaleza.
En los caminos que las recorren encontramos puntos de observación de aves, alternando paisajes salinos y desérticos, que cambian a estepas para después convertirse en prados húmedos. Estos cambios hacen de este espacio protegido por la UNESCO su mayor atractivo.
Hemos avistado aves difíciles de encontrar en ninguna otra parte. Cigüeñuelas, pagazas piconegras, zampullines, tarros blancos y canelos, porrones, malvasías cabeciblancas, patos colorados y cucharas, cercetas carretonas, fochas, garcillas cangrejeras, garzas imperiales, aguiluchos laguneros y flamencos. Un lugar perfecto para hacer turismo ornitológico.


Si estas interesado en realizar este tour, contacta con sabersabor.es


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Madrid, del cocido al cielo

Nuevos espacios gastronómicos nacen cada poco tiempo en la ciudad, comercios especializados, escuelas de cocina, rutas gastronómicas… conforman un panorama vivo y sumamente atractivo para el visitante


Madrid, Villa y Corte, que tiene su centro en el «kilómetro cero» de los caminos de España, posee un mapa gastronómico inigualable en el que tienen destacada presencia platos tradicionales que ofrecen un perfil propio, con aromas de la cocina manchega, al estar su territorio enclavado en el corazón de la meseta. En los más típicos rincones del viejo Madrid, antiguas posadas, figones y mesones, – aparte del famoso Lhardy -, ofrecen la clásica SOPA DE AJO, y su inigualable COCIDO al que los castizos llamaban «el coci» ó «el piri», plato típico, saludable, sabroso y antañón que con el mismo regusto se come por tierras de Castilla en las que Madrid se asienta.
Los CALLOS A LA MADRILEÑA, los CARACOLES, las GALLINEJAS DEL RASTRO, su clásica TORTILLA A LA ESPAÑOLA y las JUDIAS A LO TIO LUCAS, con la ENSALADA DE SAN ISIDRO, conforman, entre otros preparados, su amplia cocina. En este recordatorio no olvidemos que a la hora del yantar, cada guiso viene del brazo de unos vinos nacidos en Arganda, Navalcarnero y San Martín, entre otros, que riegan y realzan el sabor de cada plato. Vinos candorosamente dormidos en las bodegas de un Madrid huérfano de rosas en aquel glorioso mayo de 1808, que los mamelucos de Murat sorbían de zaques y bocoyes y que la soldadesca napoleónica sacaba de las bodegas a espadazos, como preciado botín para la intendencia imperial.
Hoy, en la paz de los campos, Madrid ofrece vinos nuevos que, en alas de calidad, trasiegan alegrías hasta el lagar del alma donde se hacen ilusión y brindis para que la paz dé su mano al hombre en todos los amaneceres.
En el capítulo de postres, Madrid ofrece una extensa repostería. En la festividad de Todos los Santos, son de cristiana consolidación los tradicionales BUÑUELOS DE VIENTO y los rellenos de azucarada delicia HUESOS DE SANTO, al igual que en los días morados de la Semana Santa, no faltan las imponderables TORRIJAS.
Pero, en Madrid, encontrarás a lo largo del año, una rica y variada oferta salida de hornos artesanos, con mención especial para unas ROSQUILLAS, cuya invención es reivindicada por Fuenlabrada, villa en la que la Tía Javiera las hizo especialmente famosas sin olvidar, por ser lujo de sabor, el REQUESON DE MIRAFLORES.

Mirad, Señor Don Quijote
que desde Madrid al Cielo,
aunque vayamos al trote,
hemos de tardar, recelo;
y sepa vuestra merced
que con alforjas vacías,
que engendran gran desconsuelo,
ni bota que sacie sed
con sendos tragos de vino
sin reponer energías,
se hace más duro el camino.
De ahí, Señor, mi terco empeño
que antes de nuestra partida,
demos al cuerpo más vida
con sabrosa olla podrida
y vino, con el que anhelo
ir, desde Madrid…al Cielo.

SOPAS DE AJO

Eugenio Noel, unos de nuestros más preciados viajeros, conocedores de lugares y pueblos, dejó escrito que la gracia de esta sopa está precisamente en el ajo «y cuando se acierta a manejar eso, el ajo, rehogado en las otras sustancias que le acompañan, es cuando la sopa se convierte en un plato incomparable. Un cuarto de hora y en paz. Solo en los mesones, hostelerías, ventas y hogares de los labriegos sabe bien ese guiso cazurro y tosco que, es por paradoja prodigiosa honra de nuestra cocina nacional, de esa cocina en la que todo es verdad, todo salud, todo… gracia ruda, pero gracia.»
Algunos, siguiendo a quien así lo aconseja, cuando la sopa llega ardiente a la mesa, le añaden un generoso y consolador chorro de vino tinto, que el paladar y el estómago agradecen.
Por último, no olvidemos que siete virtudes tiene la sopa: quitan el hambre y sed dan poca. Hacen dormir, y digerir nunca enfadan, siempre agradan y crían la cara colorada.

Ventura de la Vega, poeta lírico y dramático, escribió esta deliciosa receta, muy popularizada, para prepararlas:

Cuando el diario suculento plato
base de toda mesa castellana,
gastar me veda el rígido mandato
de la Iglesia Apostólica Romana,
yo, fiel cristiano, que sumiso acato
cuanto aquella potestad emana,
de las viandas animales huyo
y con esta invención lo sustituyo.
Ancho y profundo cuenco, fabricado
de barro (como yo) coloco al fuego;
de agua lo lleno; un pan despedazado
en menudos fragmentos le echo luego
con sal y pimentón despolvoreado,
de puro aceite tímido lo riego,
y del ajo español dos cachos mondo
y en la masa esponjada los escondo.
Todo al calor del fuego hierve junto
y en brevísimo rato se condensa,
mientras que aquel suavísimo conjunto
lanza una parte en gas la llama intensa:
parda corteza cuando está en su punto
se advierte en torno y los sopores prensa,
y colocado en el cuenco en una fuente
se sirve así para que esté caliente.

EL COCIDO

El garbanzo es unos de los grandes tesoros gastronómicos. Con él se prepara el clásico cocido. Separado del caldo constituye la tradicional vianda cocinada con carne, tocino, chorizo, morcilla, patata y alguna verdura.
A comienzos del siglo XVI, Alonso de Herrera, en su obra: «DE RE RUSTICA», aporta, entre otras, esta curiosidad sobre el garbanzo:
«Sembrarlo lejos del camino y lugares pasaderos, entre las hazas de pan o en lugares cerrados; porque cuando están tiernos no pasa ninguno, aunque sea fraile y ayune, que no lleve un manojo; pastores y otros semejantes les hacen mucha guerra».
Para algunos escritores, la raíz del cocido, se encuentra en la ADAFINA, olla que los hebreos colocan al anochecer del viernes, en un anafre, cubriéndola con rescoldo y brasas para comerla el sábado. Es plato muy suculento y apetecido por los judíos, con ciertas variantes en sus ingredientes a tenor de la escala social de quienes lo consumen.
Plato típico de la cocina española, el cocido ha sido siempre insustituible en las mesas hogareñas, desde que los cartagineses introdujeron el garbanzo y su cultivo en España y con su ejemplo, estimularon el consumo.
Dicen, que el Rey Fernando VI, lo comía a diario y según el escritor José del Corral, hay datos fehacientes de que el cocido estaba presente, con bastante asiduidad, en las mesas reales. En el siglo XIX, el cocido siguió aromando las cocinas de palacio y hasta en algunos documentos se habla del «gasto para el cocido diario».
Para el Profesor Estrambasaguas, «el cocido es, tal vez, el único plato que nos queda de la Edad de Piedra. Como la piedra se quedan los Gabrieles, casi siempre, si no los ablanda la cochura del agua privilegiada de Madrid, tan fina como el viento…».

En romance, José Fernández Bremon, nos da la receta:

Con medio kilo de vaca
y diez céntimos de hueso,
un cuarterón de tocino,
un buen chorizo extremeño
y garbanzos arrugados
que ensanchan en el puchero,
sale de mi casa un cocido
que nos chupamos los dedos.
Cuando llega la matanza
se compra hocico de puerco
y echo un cuarto de gallina
si hay en casa algún enfermo.
Solemos tomar la sopa,
arroz, sémola o fideos;
si es de pan, con hierba buena,
los macarrones con queso.


Un plato clásico de la Villa y Corte. Ayer, como hoy, el típico yantar de la clase humilde, menos favorecida, y un lujo que puede darse nuestro paladar, en cualquier restaurante castizo de los que se acomodan a la sombra del Arco de Cuchilleros, rincón típico del viejo Madrid, o en los famosos Mesones que albergan las callejuelas cercanas al Arco, o en aquellos otros que jalonan los caminos de toda La Mancha


En la colección de «ARTE y COSTUMBRES DE MADRID», editada por la Comunidad de la Villa y Corte, se cuenta que el célebre Alcalde de Móstoles, don Andrés Torrejón, no pudo firmar el Bando que declaraba la guerra a los franceses, cuando se produjo la invasión napoleónica, hasta después de darse en hartón de un espléndido cocido a la madrileña, precedido de un nutrido aperitivo de sabrosos tacos de bacalao, convertidos hoy en lo que se conoce como «Soldaditos de Pavia». Después, todo fue coser y cantar; una vez hubo regado el hartón con unas jarras de vino procedente de unas vides de Navalcarnero, que cuidaba un pariente suyo, se levantó el aguerrido Alcalde y firmó su célebre Bando.

PLATOS CASTIZOS

Los CALLOS, los CARACOLES y las GALLINEJAS, productos de casquería, son recordados por ser platos de atractivo sabor y de añeja tradición de la cocina popular madrileña, que son preparados con peculiar maestría en la mayoría de las tabernas, – ya centenarias -, y bares del más puro casticismo, lugares de encuentro de los madrileños a los que gusta saborearlos en compañía, al calor de una amigable tertulia que discurre entre bocado y pausado trago porque, junto a la cazuela de barro cocido, de Alcorcón, llenos de aromas, que vienen del brazo de unos vinos nacidos en Arganda, Navalcarnero y San Martín que riegan y realzan el sabor de cada bocado, tiene obligada presencia el también llamado tinto de la Tierra, que se aparea gustoso con esos callos, caracoles y gallinejas, ricos en calorías y hondos sabores y que constituyen uno de los mayores logros de la cocina madrileña alojada en callejuelas cercanas a la Cabecera del Rastro.

CALLOS A LA MADRILEÑA

Con tripas de una ternera
toda buena cocinera
conseguirá, si se empeña,
callos a la madrileña
pues es plato que comparte
dosis de paciencia y arte,
que si en aplicar es dueña
la paciente cocinera,
los callos de esta reseña
serán callos de primera.
En este guiso se empieza
por tener mucha limpieza
que exigen patas y morros,
– que crudos debes comprar,
lavar, raspar y cortar
con afilado cuchillo,
en trozos mas bien crecidos
por menguar al ser cocidos.
A la pata, como al morro,
de sus huesos librarás,
si bien, los que son de pata
no los debes desechar
porque crecen con los callos.
(Solo al servirlos, tirar).
La limpieza no termina
porque, el morro y la pata,
con calma, muy lentamente,
con un hierro bien candente
los pelos has de quemar,
y sin que asome el desmayo
en trozos debes cortar
como cortastes los callos.
En un lebrillo esmaltado,
agua, el jugo de dos limones
y de sal, un buen puñado
echarás a todo lo preparado,
que has de frotar varias veces,
pues debes limpiar con creces
todo cuanto allí has vaciado.
En agua limpia que cubra
deben los callos cocer,
agregando a la marmita
guindilla, vino, laurel,
especias bien machacadas
y la sal que has de poner.
Tres horas han de pasar
– poco más o poco menos -,
y así lograrás que, tiernos,
vayan a tu paladar pero, espera,
que para comer no están
porque has de hacer un refrito
con cebollas picaditas y un ajito
que al dorarse, por junto recibirán
harina blanca candeal
pimiento un tanto picante,
añadiéndole al instante
– en no mucha cantidad -,
caldo en el que han cocido
los callos. Tendrás así conseguido
esa salsita ideal
que vaciarás en la olla,
reclamándote el conjunto
morcilla, chorizo y … punto;
al instante,
– tras cocer por media hora -,
ver cómo está de picante
y el punto de sal que añora,
habrás conseguido callos
de fama justa y notoria,
guisados de tal manera
que, como decía Cascorro,
en pedacitos de gloria
convierte la cocinera
unas tripas de ternera
y unos pedazos de morro.

CARACOLES

El sufrido caracol
que va con su casa a cuestas
dentro de un caparazón,
y a quien los niños , cantando,
le piden por diversión
sacar los cuernos al sol,
lo lavas, lavas y lavas
hasta que pierda su baba,
sustancia que desmerece;
solo el caracol se cuece
porque es una porquería
que siempre rechazaría
quien de tal guiso comiera,
y hasta puede que un gracioso
tuviera por un baboso
a quien la baba sorbiera.
Si este dato está aclarado,
al agua en que depositas
los caracoles lavados,
pon jamón entreverado
acompáñalos de harina,
pimentón, aceite frito,
pimienta molida, fina,
un machacado de ajo
y un algo de perejil,
sin que olvides añadir
el consabido comino
y un vaso del mejor vino.
El todo, rehogarás
solo por unos instantes
debiendo al final quedar,
en cantidad abundante,
una salsa bien espesa,
aromática y picante.
Y aunque no sea el sorber
norma de la buena mesa,
no te debe detener
cuando vayas a comerlos
el rico caldo sorberlo
que en sucesivas succiones
saldrá de los cascarones
del sabroso caracol.
Caldo lleno de vigor,
aromático, excitante,
pleno de intenso sabor.
De este guiso es dimanante
que no podrá el caracol,
aunque la chiquillería le cante,
sacar sus cuernos al sol.

GALLINEJAS DEL RASTRO

Las gallinejas del Rastro
son buenas para comer,
beber y echarse luego al camastro,
porque suele acontecer
que la gente echa su siesta
un rato, tras el comer,
siendo verdad manifiesta
que en ello encuentra placer.
De las aves de corral
tan solo las tripas limpias
son las que has de utilizar
partidas en cortos trozos,
¡sin que el gato lo perciba!
y en puro aceite de oliva
frielas hasta dorar.
Ponlas en fuente de teja,
échate tinto en un vaso
y paso, pasito a paso,
bebe y come gallinejas.
Hoy, en el moderno Madrid,
las gentes de por aquí
de Cascorro y sus callejas,
obviando su propia historia
ya no comen gallinejas;
sí, gallinas del granjero
que comen en pepitoria
y las tripas, por entero,
arrojan al basurero.
(Son datos para la Historia).

TORTILLA A LA ESPAÑOLA

La tortilla «a la española», redonda, amarilla, y yo diría que hasta sensual, según nos cuenta el escritor Manuel Martínez Llopiz, oculta el lugar y la fecha en que se cocinó por vez primera, aunque es posible que naciera entre los siglos XVII y XVIII, en cualquier lugar hoy ignorado. ¿En el modesto hogar de un campesino?. ¿En una comida de fortuna realizada por trajinantes o soldados en una venta, junto al camino, como aquellas que conocieron las desventuras del ingenioso Hidalgo?. Acaso, nos dice, «se comió por vez primera en el refectorio de un convento o se inventó por el cocinero de una casa noble, o nació en la estancia de una dama criolla en las lejanas tierras peruanas, pues un plato tan sencillo, sin pretensiones, que puede ser comido caliente o frío, muy adecuado para pitanza a los arrieros que la llevaban en las alforjas colgando de los adrales del carro o a lomos de la mula de paso, junto a la hogaza trigueña, un seco trozo de queso ovejuno y un zaque vinatero».
Este plato tuvo su apogeo en el pasado siglo pese a que se enfrentó a la hostil actitud y desprecio de los grandes cocineros «por considerarlas demasiado fáciles de preparar, por simples y vulgares».
Que no es fácil hacer tortilla, lo corrobora el malogrado poeta catalán, autor de «ALGO», Joaquin Mª. Bartrina que compuso esta fabulilla, sobre la redonda tortilla.

Quiso un tal Juan, que por imbécil brilla,
hacer una tortilla,
y para dar con el procedimiento
preguntólo a una criada de talento.
Basta para ello, – respondió la tal –
una sartén, aceite, un huevo y sal.
Cogió Juan la sartén, la puso al fuego,
de sal llenóla y luego
partió un huevo a su modo
y puso en la sartén cáscara y todo;
la sartén roció al punto con aceite
y aguardó el resultado con deleite.
Al cabo de un buen rato
ya el todo humeaba y repugnante hedía.
Juan lo de la sartén vertió en un plato
por ver lo que saldría
y salió… una solemne porquería.

Y la receta:

Se preparan patatas en rodajas
del tamaño y grosor de cinco duros,
dando cortes iguales de navaja
tras pelar los tubérculos maduros
pues, si verdes, creerán a pié juntillas
que ignoras el saber, hacer tortillas.
De aceite de buen gusto dispondrás,
y una vez que el fuego lo caliente,
en la usual y clásica sartén
de un ajo, añadirás un diente
que ha de trocar el blanco por dorado,
momento de añadir, seguidamente,
una cebolla en tiras, las patatas crujientes
y de sal, para un justo sazonado,
ni dejarlo soso, ni salado.
Taparás la sartén, pues la fritura
resulta más jugosa y más completa;
a poco, tras unas vueltas de paleta,
a lo que allí se fríe a lento fuego,
has de quitar aceite porque, luego,
al añadir los huevos, bien batidos,
se cuaja la tortilla y no rezuma
la grasa, que al freír no ha reducido.
El final, tus nervios no consuma;
requiere habilidad y algo de maña
pues darle la vuelta a la tortilla
considerarlo fácil, nos engaña
y nos llena de negro desconsuelo
cuajos ver de tortilla por el suelo.
Si la sartén la tapas con recato
y la vuelta le das con rapidez,
podrás cantar victoria y, a la vez,
contemplar la tortilla sobre el plato
y después, comerla con gusto y avidez.


Un artículo de Antonio Bellón Márquez para sabersabor.es ©

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Madrid – La Mancha, un día por tierras del Quijote

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Os proponemos una escapada inolvidable para los que quieren vivir una auténtica experiencia cultural, natural y gastronómica. Un viaje de un día por La Mancha para descubrir algunos de los más importantes escenarios naturales del Quijote, con toda la esencia de nuestras ciudades, pueblos y aldeas, y disfrutando de nuestra rica gastronomía, en la que no puede faltar el delicioso Queso Manchego y los afamados vinos de La Mancha. Sin duda, una auténtica experiencia cultural universal.

Cervantes y Alcázar de San Juan

Iniciaremos el día en Alcázar de San Juan, según algunos estudiosos verdadera cuna de Don Miguel de Cervantes. Desde la inmensa llanura que la bordea, salpicada de bellas lagunas, pasando por sus conocidas fiestas de Moros y Cristianos, las tortas de Alcázar o el legado de su artesanía del cuero, la alfarería y la madera, la visita a Alcázar de San Juan está llena de lugares de interés turístico y patrimonial como las calles del casco antiguo que nos llevarán a la Plaza de Santa María, presidida por una estatua de Miguel de Cervantes.
Esta plaza, origen de Alcázar de San Juan, es un magnífico conjunto en el que la piedra arenisca rojiza contrasta con el color verde intenso de los cipreses que la adornan. En este espacio llama la atención el poderoso Torreón del Gran Prior, torre almenada de planta cuadrada y origen almohade (siglo XIII) que perteneció, como el Cubillo con el que forma conjunto, a la antigua alcazaba. Su nombre se asocia con Don Juan José de Austria, hijo bastardo de Felipe IV y de la comedianta María la Calderona, que fue gran prior de la Orden de San Juan. Ante este Torreón se levanta la comentada estatua del autor del Quijote, pluma en ristre.
En la misma plaza, la iglesia de Santa María la Mayor, remonta sus orígenes al siglo XIII y se erige como un maravilloso compendio de épocas y estilos (románico, gótico, mudéjar, renacimiento…), además de guardar celosamente la partida de bautismo atribuida a Miguel de Cervantes Saavedra, descubierta entre sus archivos allá por el año 1748. El conocimiento de que hace gala Cervantes del entorno de esta ciudad avala sin lugar a dudas esta hipótesis. Aunque es sabido que Alcázar de San Juan disputa con Alcalá de Henares su condición natal de Cervantes.

El Museo de la Casa del Hidalgo bien merece nuestra visita para conocer las costumbres y cómo era la vida de los hidalgos que inspiraron a Miguel de Cervantes cuando creó el personaje de Don Quijote de La Mancha. El Museo cuenta con la exposición de piezas originales de gran valor, cedidas por importantes museos españoles (Museo del Ejército, Museo Nacional de Artes Decorativas, Museo de Santa Cruz, entre otros). También cuenta con recursos audiovisuales, manipulativos e interactivos con los que poder experimentar a lo largo de toda la visita. Un recorrido por sus estancias con toda la esencia y el sabor de aquella época.

Imprescindible realizar una pausa para reponer fuerzas con un buen trozo de deliciosa bizcochá o con unas tortas de Alcázar, nacidas antaño en los hornos del convento de Santa Clara.


Museo Casa del Hidalgo

Colegiata Santa María La Mayor en el entorno del Conjunto Palacial, Alcázar de San Juan
Colegiata Santa María La Mayor en el entorno del Conjunto Palacial

Molinos de Campo de Criptana

A continuación, nuestro viaje nos llevará hasta Campo de Criptana, para descubrir uno de los hitos fundamentales de la geografía española, testigo de un pasado histórico y cultural envidiables: el barrio del Albaicín y los maravillosos molinos de viento que lo coronan. Esta experiencia nos permitirá rememorar la leyenda cervantina del famoso lance entre Don Quijote y sus “gigantes”, así como descubrir algunos secretos del noble arte de la molinería.
Los molinos siguen siendo heraldos ante el mundo del paisaje de Campo de Criptana y de la Mancha en su totalidad. Y algo de esa herencia señorial y quijotesca debe seguir presidiendo sus muros encalados y sus aspas orgullosas y erguidas a los cuatro vientos, pues hoy el conjunto de los molinos de Campo de Criptana está declarado Bien de Interés Cultural, y tres de ellos, los más antiguos, alcanzaron en 1978 la categoría nacional de Monumentos de Interés Histórico-Artístico.

Como todo el que se aproxima a Campo de Criptana, Don Quijote divisó a lo lejos “treinta o cuarenta molinos de viento”. No sólo la imaginación, sino, sobre todo, su irrefrenable deseo de entrar en combate con unos enemigos poderosos y dañinos para la humanidad y añadir nuevas hazañas a su todavía breve historial de caballero, le hicieron ver allí aquellos desaforados gigantes con quien pensó en hacer batalla para quitarles la vida. Es conocido cómo terminó nuestro caballero andante: sin lanza, maltrecho y siguiendo como pudo camino hacia Puerto Lápice, mientras Sancho Panza repetía una y otra vez que ya le había advertido. Cientos de páginas se han escrito sobre este episodio, el más reproducido en dibujos y grabados, y sin duda el que eleva a sus más altas cotas la quimera quijotesca.

Disfrutaremos de un inolvidable recorrido por la sierra de los Molinos para descubrir aquellos gigantes de largos brazos disfrazados de ingenios para moler trigo, tres de los cuales todavía conservan la maquinaria original del siglo XVI. Otros están dedicados a museos, como el que reúne retazos de la vida artística de Sara Montiel, hija predilecta de Campo de Criptana.

Un paseo por el Albaicín de Criptana, con sus maravillosas calles empedradas de casas bajas con tejados de teja árabe, paredes largas, lisas y tan blancas que parecen haber sido encaladas la víspera, rejas que protegen sus pequeñas ventanas, puertas y zócalos de color añil, calles con nombres casi invariablemente relacionados con El Quijote y que se unen mediante escaleras y se enmarañan entre sí a medida que bajan de la sierra al llano, nos acercará a la hora del almuerzo, que nos espera con una deliciosa y auténtica Comida Típica del Quijote, a base de platos tradicionales de la cocina manchega. Una cocina universalizada por Cervantes.

Antigua cueva – bodega de Tomelloso

Dejamos atrás tan ilustre lugar, y recorreremos los escasos kilómetros que separan Campo de Criptana de Tomelloso. Ciudad de paso y estrechamente vinculada a la Mesta desde época medieval, Tomelloso es hoy uno de los principales centros productores de vino de España y de la región con D.O. La Mancha.
La ciudad retiene todavía una amplia tradición artesanal, que se aplica en dosis iguales de esmero, mimo y profesionalidad a sus productos más conocidos: el Queso Manchego, sus vinos y sus brandys.

Iniciaremos la tarde visitando una de las 2200 antiguas cuevas – bodega existentes en el subsuelo de Tomelloso, excavadas antaño en la roca para hacer y almacenar el vino. Si pudiésemos ver de una manera global el subsuelo de Tomelloso, lo veríamos agujereado por completo. Se trata realmente de un mundo subterráneo único por descubrir. Cada una de estas antiguas cueva – bodega nos habla de una vida dedicada al cultivo de la vid y a exprimir su delicioso zumo: el vino.

Las numerosas rejillas o lumbreras que se abren en el suelo a nuestro paso por todo el casco urbano de la ciudad nos indican la existencia de numerosas cuevas bajo tierra horadadas por valientes hombres y mujeres bajo sus casas para hacer vino. Bodegas llenas de encanto que conservan toda su esencia gracias a sus grandes tinajas de barro y a permanecer intactas desde hace décadas.

Existen otros lugares con cuevas – bodega pero muy por debajo en número y tamaño respecto a Tomelloso. Aranda de Duero (Burgos), Fuensaldaña y Mucientes (Valladolid), Haro (La Rioja), son algunos ejemplos.

A continuación, nos trasladaremos a una auténtica Quesería Artesana manchega, donde conoceremos los secretos de un producto sobradamente conocido: el Queso Manchego. Descubriremos todos los detalles que marcan la diferencia de este queso y realizaremos un interesante itinerario por las instalaciones de esta fábrica artesana de la mano de todo un maestro quesero. Terminaremos con una cata-degustación de este producto tan cotizado a nivel nacional e internacional.
Las características de La Mancha han constituido siempre un imperativo ecológico para la explotación del ganado ovino y por tanto para la elaboración de quesos, como prueba la existencia de varios yacimientos de la Edad del Hierro y del Bronce, en los que se han encontrado fragmentos de antiguos utensilios que sin duda sirvieron para la elaboración de quesos. Destacan dos queseras completas descubiertas en la Motilla del Azuer, Daimiel.
Es de suponer que todas las civilizaciones que han pasado por estas tierras, disfrutaron paladeando nuestro queso.
Estamos obligados a mencionar a Cervantes que en el Quijote cita varias veces el Queso Manchego y presenta a su héroe como un gran consumidor de él. Las alforjas de Sancho Panza siempre iban provistas de pan y queso. Para deleitarse es el capítulo “Donde se cuentan las bodas de Camacho El rico, con el suceso de Basilio El pobre”, se dice: “… los quesos, puestos como ladrillos enrejados, formaban una muralla…”.
Para terminar esta pequeña reseña histórica respecto al Queso Manchego se cuenta que un famoso ‘gourmet’ norteamericano había comentado que dudaba entre lo que le producía más placer: si tomar un buen Queso Manchego, con un tinto de la misma tierra, o si leer al Quijote, y que, al fin, había resuelto tan angustiosa duda, comiendo el queso, bebiendo el vino y leyendo el Quijote, alternativamente.

Como no podía ser de otra forma, finalizaremos este apasionante viaje a la tierra de Don Quijote con la entrega a los participantes del Título de Dulcinea y Caballero.

Elaborando el Queso Manchego



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Un artículo de Antonio Bellón Márquez ©